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Elecciones: Cara; Ellos Ganan, Sello; Nosotros Perdemos

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24 Diciembre 2014 83 visitas

Las elecciones al Congreso de EEUU 2014, también llamadas elecciones de “mitad del mandato”  fueron las elecciones no presidenciales más caras de la historia, con un costo total de por lo menos $3.67 billones, según el Centro para la Política Sensible. Para muchos trabajadores, esa suma es enorme, pero es solo una gota en el balde comparado con el total de riqueza que los capitalistas le han robado a la clase trabajadora.
El entender cómo y por qué se financian las elecciones nos puede dar una idea más clara de su rol en la dictadura de la clase capitalista. Al compartir este conocimiento con nuestros compañeros de trabajo los ayudamos a liberarse de la ilusión de las elecciones y convencerlos que luchen por el verdadero poder obrero – el comunismo, la dictadura de la clase trabajadora – bajo las banderas del Partido Laboral Progresista.
Las elecciones son un aspecto importante del poder del estado capitalista como forma de resolver los conflictos entre las facciones rivales de la clase capitalista y al mismo tiempo para ejercer control ideológico sobre la clase trabajadora. En los países capitalistas dominantes como los EEUU, donde la policía acribilla a los jóvenes negros de la clase trabajadora a niveles genocidas y a los inmigrantes se les deporta en números record, los patrones presentan las elecciones como lo máximo del progreso social.
Los trabajadores en estos países están más que familiarizados con el circo de las campañas electorales cada dos años, más o menos, que en realidad son una gigantesca campaña de propaganda para convencer a los trabajadores para que apoyen a una facción de la clase patronal contra otra. Karl Marx, uno de los fundadores del comunismo revolucionario, dijo una vez que con las elecciones, “a los oprimidos se les permite una vez cada cierto tiempo escoger al representante de la clase patronal que los va a representar y reprimir”. Todos estos políticos y la inmensa maquinaria electoral que los apoya son simplemente marionetas de los más poderosos – la clase capitalista.
Una manera de entender el poder de los ricos es analizando toda la riqueza que se han robado de todo lo que produce la clase trabajadora. La riqueza familiar neta de EEUU – el valor de las casas, acciones y bonos, autos, cuentas bancarias, etc. menos las deudas y otros pasivos – fue de $81.5 trillones en junio del 2014. El uno por ciento de las familias más ricas de EEUU son dueños del 40% de esa suma, cerca de $32 trillones.
“El uno por ciento” versus el concepto de la clase capitalista
Pero el concepto del “uno por ciento más acaudalado” ignora la función de clase de la gente en ese llamado “uno por ciento”. El uno por ciento más adinerado incluye a pequeños comerciantes, doctores, abogados, y otros. La gran mayoría de esta gente puede tener grandes sumas de dinero individualmente, pero no tienen el control de las instituciones vitales para el imperialismo estadounidense, como Citigroup, ExxonMobil, J.P. Morgan Chase, Goldman Sachs, etc., que de manera colectiva son dueños o controlan trillones de dólares y determinan el curso de la política del gobierno de EEUU.

¡Este número de personas es mucho más pequeño! Los miembros de la clase dominante capitalista están más cerca de ser el uno por ciento más acaudalado del uno por ciento, el centésimo más rico del uno por ciento. Eso sería aproximadamente uno de cada 10,000 ciudadanos estadounidenses. Según la gráfica que detallamos abajo, esas 16,000 familias serian dueñas del 11.1 % de la riqueza de EEUU, o cerca de 6 trillones de dólares.
Si estos capitalistas máximos y sus familias gastaran solamente un dólar por cada mil dólares que posen en elegir candidatos favorables a sus intereses, podrían gastar $6 billones al año en elecciones. Sin embargo, no es necesario que gasten tanto, ya que por el momento una cantidad menor les da el control que quieren. Además, los capitalistas tienen otros recursos a la mano.
Los políticos que salen elegidos son sólo una faceta del poder del estado capitalista, que como lo ha analizado el DESAFIO (ver DESAFIO 10/12/14) incluye no sólo todos los niveles de gobierno, sino también el llamado sistema de “justicia”, la policía, el ejercito, las escuelas, así como los medios de comunicación, tanto los de la variedad liberal como los conservadores.
El Partido Laboral Progresista lucha por derrocar el poder del estado capitalista y remplazarlo con la dictadura de los trabajadores donde de un plumazo se pueda eliminar el desperdicio innecesario, la corrupción y las ridículas campañas mediáticas que lo acompañan. En una dictadura de los trabajadores, en vez de elecciones y deslumbrantes campañas de propaganda enfocadas en una serie de individuos que alegan representar a la clase trabajadora, se promoverá la participación de todos los trabajadores, para que asuman liderazgo y responsabilidad por la construcción de un nuevo mundo comunista donde se elimine la explotación, el racismo y el sexismo.
Los trabajadores usarán el poder del estado para reprimir y eliminar los resabios de la vieja clase capitalista y la ideología egoísta del yo-primero que sustenta su mandato. Para lograrlo debemos continuar forjando el PLP revolucionario comunista internacional. ¡Invitamos a todos los trabajadores, estudiantes y soldados a que se nos unan!