La lucha en Washington contra la violencia policial racista se ha mantenido a alto nivel desde que se tomó la decisión de no enjuiciar al policía que asesinó a Michael Brown a finales de Noviembre. A pesar de un liderazgo anarquista muchas veces errático se han organizado semanalmente marchas de 50 a 100 personas en el centro de la ciudad. Cuando otros han estado encargados de la organización – en particular miembros de la comunidad Afro-estadounidense – el evento atrajo muchas más personas.
La marcha en honor a MLK el 19 de enero atrajo la más grande multitud en años puesto que los organizadores y los oradores hablaron directamente sobre el problema de la violencia policial. Una multitud multirracial de 15,000 personas marcharon por las calles de Seattle deteniéndose en la cárcel de menores, el juzgado y el que fuese el proyecto habitacional Yesler Terrace – la primera vivienda pública integrada en todo el país.
La demolición de Yesler Terrace comenzó el año pasado como parte de una campaña para encarecer y elitizar el vecindario del distrito central tradicionalmente negro. La gente se integró a la marcha mientras coreábamos, “¡Sin Justicia no hay paz, No queremos policías racistas!” y “¡Racismo quiere decir lucha!”
Después de la marcha una serie de revelaciones en el periódico local mantuvieron el tema de las acciones policiales racistas en la atención general. Se hizo público un video en que la policía atacaba a los participantes de la marcha por MLK. Un maestro de la escuela secundaria Garfield – una escuela con una mayoría negra en el distrito central – que había liderado varios paros estudiantiles, fue víctima de un ataque policial premeditado con gases lacrimógenos (Slog, 28-1). En otra instancia después de la marcha la policía atacó a los participantes alegando que uno de ellos había asaltado a un policía pudiéndole haber roto la pierna. Sin embargo The Stranger pidió revisar el video de vigilancia que reveló que el policía herido se había caído persiguiendo a un manifestante (Slog, 20-1, 5-2). Así que soltaron sin cargos a los que habían arrestado por asalto.
Más tarde, el 28 de enero, The Stranger obtuvo a través de un pedido de información pública el video policial del arresto de Willian Wingate de 69 años por el crimen de caminar siendo negro (Slog, 28-1). La policía había inventado la historia que Wingate la había atacado con un palo de golf – una acusación falsa según el video – y el juez lo había engatusado a Wingate para que firmara una declaración por el crimen menor del uso de un arma.
Este cargo no se eliminó hasta que no hubo una protesta pública. Investigaciones posteriores revelaron que la policía que hizo el arresto tenía un historial de comentarios racistas, de atacar a la gente en la calle, y había exigido que se castigara a Wingate duramente (Slog, 28-1; 29-1; 30-1; 4-2; 5-2; 12-2). Lejos de ser una oficial “renegada” esta oficial policial fue entrenadora del departamento por muchos años.
Los oficiales municipales se vieron en apuros con la controversia del caso Wingate, el video de la marcha por MLK, y otro video de un policía golpeando a Miyekko Durden-Bosley, que estaba esposado y bajo control, tan fuerte que le fracturó la órbita del ojo derecho, y una serie de historias de los rotundos fracasos de la municipalidad para reformar el racismo y la violencia del departamento de policía (Stranger, 16-4-14; 4-2-15; Slog 16-6-14). A la oficial de policía implicada en el caso Wingate la sacaron del servicio activo y el jefe del Gremio de Oficiales de Policía de Seattle tomó un descanso de defender la violencia de los policías racistas para de manera paradójica declarar que esta no tenía lugar en el departamento de policía – pretendiendo apoyar reformas a las que el Gremio se ha opuesto agresivamente en todo momento (Stranger, 22-12-14; Slog, 23-12-14; 18-2-15, 26-2-15). Los noticieros locales inclusive dejaron de reportar las marchas y hasta la dedicada a MLK recibió escasa atención.
Entonces, el 10 de febrero, la policía de Pasco, WA – un pueblo con un gran número de trabajadores Latinos migrantes que trabajan en las granjas del valle de Yakima – disparó 17 balazos en una intersección muy concurrida durante la hora de más trafico asesinando a Antonio Zambrano-Montes. Como siempre, la policía mintió, alegando que Montes – de 35 años que sufría trastornos mentales – los había amenazado con tirarles piedras.
Un video que tomó un transeúnte y que salió a la luz al día siguiente muestra claramente que la policía le disparaba a Montes mientras este huía, y que finalmente lo mataron cuando este se daba la vuelta con las manos en alto. A pesar de que trataron de calmar a la comunidad encolerizada por la violencia policial Pasco estalló en protesta. En Seattle el nombre de Montes se agregó a la lista de Michael Brown, Akai Gurley, Trayvon Martin, Eric Garner, y John T. Williams como la ultima victima de la policía y los vigilantes racistas.
El viernes pasado, (25-2) 500 estudiantes y trabajadores salieron en protesta de la Universidad de Washington contra los cortes racistas al presupuesto, los ataques racistas contra los trabajadores de seguridad, y la violencia de la policía racista. El mismo día, los estudiantes también hicieron un paro en los campus de Bothell y Tacoma. En la Universidad de Seattle un paro por los derechos sindicales de los instructores adjuntos también incluyó el tema de la violencia policial.
A pesar de que estas protestas siempre se inclinar por la aprobación de la próxima reforma, de forma poco común la gente ha estado más abierta a las posibilidades revolucionarias. En la medida que la lucha contra la policía en Seattle continua vamos a seguir luchando para convertir las demandas reformistas en un clarión por la revolución. La violencia racista no va a terminar hasta que acabemos con el capitalismo.
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Trabajadores Y Estudiantes Negros, Blancos Y Latinos Unidos En Lucha Contra Racismo
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- 12 Marzo 2015 74 visitas