El mundo esta lleno de incertidumbre mientras se extiende la pandemia de coronavirus a cientos de miles de trabajadores en mas de 160 países o territorios. Para lo único que no hay duda es: Esta crisis muestra dramáticamente la falta de capacidad del capitalismo de llenar las necesidades de la clase trabajadora internacional. Con su mal manejo y negligencia al manejar el Covid-19, los gobernantes nos han demostrado, una vez mas, lo poco que valoran la vida de los trabajadores.
Para los patrones capitalistas, el Covid-19 es un desafío a su sistema, un acelére de la guerra inter imperialista, y una oportunidad para intensificar el fascismo. Para la clase trabajadora y el Partido Laboral Progresista, también es un desafío, y una oportunidad. Necesitamos aprender nuevas formas de operar, y no será fácil. Pero si tenemos éxito, podemos demostrar a los trabajadores lo saludable que nuestra sociedad será si es dirigida en base a los intereses de nuestra clase. Solo el comunismo puede acabar con la pandemia mas letal de la historia, el capitalismo.
El modelo Chino: Abiertamente Fascista
En Wuhan, China, al principio de la crisis la respuesta de los gobernantes chinos fue de negación y represión. El estado, de forma abiertamente fascista, acallo a los doctores que querían prevenir al mundo de lo que estaba por llegar. Después puso a 45 millones de personas en cuarentena, rechazándolos de los hospitales sobre poblados y poco abastecidos, para que murieran sin atención medica en sus hogares (Reuters.com,13/2).
Cuando comparamos las políticas de los patrones, chinos hoy en día, al sistema de salud comunista construido por los trabajadores después de la revolución en 1949, la diferencia es bastante clara. Las monumentales campañas de salud de los comunistas chinos, dirigidas por los “doctores descalzos” revolucionarios, curaban las enfermedades y eliminaban otras por completo. En tan solo diez años, duplicaron la expectativa de vida de los trabajadores y bajaron la mortalidad infantil a la mitad, ¡esos fueron los grandes logros en salud publica mas grandes de la historia de la humanidad!
Conforme se extiende el coronavirus alrededor del mundo, otros países han seguido los mismos pasos fascistas chinos. Corea del Sur, segundos después de confirmar casos en Asia, creo programas de pruebas masivos, que de por si solos, serian una buena herramienta para contener la epidemia, pero, cuando la gente daba positivo al virus, el gobierno utilizo una ley para permitir el rastreo “a través de CCTV, usando información de los teléfonos, autos, transacciones por tarjetas de crédito, información de entrada migratoria y otros detalles personales” de cualquier persona infectada (Reuters.com). Los patrones surcoreanos usaron el covid-19 para aumentar su vigilancia y extender su control de los trabajadores, medidas que seguirán aun después de la pandémica.
En Israel, otro bastión fascista, los patrones utilizando información “contraterrorista” han estado vigilando los teléfonos de trabajadores “para rastrear los movimientos de la gente con coronavirus para identificar a otros que se han cruzado en su camino y ponerlos en cuarentena” (New York Times, 16/3). Como dijo el antiguo jefe del aparato de seguridad interna del país, “La democracia liberal es violada por toda clase de batallas”.
En New Rochelle, Nueva York, el gobernador Andrew Cuomo, un demócrata liberal, crea la “zona de contención” con un radio de una milla, enviando a la Guardia Nacional para que la vigile (NPR.org,10/3). Estas condiciones militarizadas pronto estarán en tu barrio. El viernes, 13 de marzo, el presidente Donald Trump declaro “emergencia nacional” bajo leyes federales que le permiten “apoderarse de propiedades, organizar y controlar los medios de producción, apoderarse de productos, asignar las fuerzas militares en el extranjero, implementar la ley marcial, tomarse y controlar todo tipo de transporte y comunicación, regular operaciones de empresas privadas restringir viajes, y muchas otras formas de controlar la vida de los ciudadanos estadounidenses” (Congressional Research Service Report). El fascismo no podría ser mas abierto que esto.
El modelo Italiano: El colapso de la fnfraestructura
Italia confirma que de unos cientos de casos de covid-19 ha subido a mas de 30,000 en solo tres semanas, y su sistema de salud esta sobre saturado. Los patrones responden a la crisis con un triage de control: “El criterio para permitir el acceso a la terapia intensiva en casos de emergencia deberán incluir una edad de menos de 80 o tener menos de 5 en el índex de comorbilidad Charlson” (The Telegraph, 14/3). Es decir, los doctores dictaminaran quien merece ser salvado o quien no (The Atlantic, 11/3). Los nazis tenían una posición similar sobre salud para los ancianos, discapacitado y los enfermos crónicos.
No nos sorprende la falta de camas de cuidado intensivo y recursos en todo el mundo. En 2015, un grupo del Departamento de Salud Estatal estimo que “una epidemia severa de 6 semanas” podría dar un resultado de 89,610 pacientes con problemas respiratorios agudos “y no habría suficientes mascarillas ventiladoras en el estado para llenar la demanda” (helath.ny.gov). Los patrones sabían que la próxima pandemia llegaría, pero tener de mas en inventario no ofrece ganancias. La ineficacia hospitalaria es lucrativa; el exceso no lo es. En EE.UU., la nación mas rica del mundo, solo existen 2.8 cama por mil personas – menos que en Corea del Sur (12.3), China (4.3), o Italia (3.2) (NYT, 14/3). En la ciudad de Nueva York, el hogar de Wall Street y sus decenas de miles de millones de dólares anuales en ganancias, mas de 20 hospitales han cerrado sus puertas desde el año 2000 por “presiones financieras” (nbcnewyork.com, 6/8/13). Algunos hospitales han sido remplazados por condominios de lujo. Como siempre, para los patrones el dinero es primero.
A falta de un adecuado sistema de salud, o por lo menos un mínimo de kits de análisis, los capitalistas promueven la “distancia social”, cerrando espacios públicos (escuelas entre ellos), y media cuarentena frente a las primeras señales de enfermedad. Mientras que estas pueden ser recomendaciones importantes desde la perspectiva de salud publica, son casi imposibles para la sobrevivencia de los trabajadores que no tienen días de enfermedad u opciones para el cuidado de sus hijos. Quienes son golpeados mas duramente por las desigualdades racistas del capitalismo; trabajadores negros, latinos, inmigrantes e indocumentados, personas sin hogar y sin seguro medico – son los mas vulnerables al coronavirus y los menos equipados para ajustarse a las “nuevas normas”. Debemos continuar luchando para ayudar a estas personas y sus familias, vigilar su salud, seguridad y que tengan comida.
Luchemos contra los patrones, no entre nosotros
Un aspecto histórico de fascismo, durante la aguda arremetida patronal hacia la guerra, es enfrentar a trabajadores entre si. Con el covid-19, Trump y sus secuaces utilizan el discurso racista de “un virus chino”, lo que hace que algunos trabajadores vean con recelo a cualquier persona que estornuda, especialmente si aparenta ser de ascendencia asiática. Además, la falta de recursos ha creado un frenesí de acumulación innecesaria. Cuando los trabajadores están aislados y con miedo, son mas susceptibles al contagio de las ideas putrefactas patronales: egoísmo, individualismo y competencia.
Seamos claros: Nuestro verdadero enemigo es el capitalismo. En cada desastre “natural” o no, desde Haití a Nueva Orleans o Puerto Rico, los trabajadores han escogido el lado correcto, defender a su clase. En esta época de emergencia, el PLP continuara trabajando dentro de nuestras organizaciones de masas y luchando por la unidad obrera y la consciencia de clases y contra el miedo y la histeria. En donde las escuelas estén cerradas, organicemos escuelas de libertad. Organicemos bancos de comida en nuestras cuadras y en nuestros edificios. No solo nos mantendrá con la moral alta en estos tiempos duros, sino que también mostrará que la clase trabajadora puede dirigir la sociedad.
Conforme la clase dominante estadounidense trata de infectarnos con su miedo racista, los comunistas del PLP responderemos luchando contra la raíz de esta pandémica; los patrones chupasangre y su enfermo sistema. Hoy tenemos la oportunidad de demostrar que el comunismo es la única solución para nuestra clase. Convirtamos la lucha contra el coronavirus en una lucha contra el capitalismo. ¡Únete al Partido Laboral Progresista!
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Fascistas divididos en crisis: Trump vs. Biden
Mientras se intensifica la crisis del covied-19, la clase dominante capitalista es golpeada por la división e inestabilidad. En el mundo entero los precios y demanda de petróleo cayeron a un nivel record (NYT, 4/3). Los mercados mundiales, desde Nueva York a Londres y Shanghai, han caído también. En EE.UU. la administración de Donald Trump ha sido un desastre de incompetencia anti-científica. Hace dos años, desmantelo el equipo de respuesta de pandemias. Y recientemente, al no tener kits de análisis de prueba del coronavirus disponible rápidamente, el gobierno ha sido causal en extender el brote.
Ahora esta claro que el aislamiento, el enfoque de Fortaleza América – la agenda favorita de los pequeños fascistas detrás de Trump – no funciono contra el virus. Pero, también es importante señalar que la crisis de salud pública de hoy en día fue creada por los liberales del capital financiero, los mismos grandes fascistas que ahora esperan capitalizar con la pandemia, ganando la presidencia y su control sobre el aparato estatal en noviembre.
No fue un accidente que la primera acción del gobierno estadounidense contra el covid-19 fuera inyectar $1.5 billones al mercado de prestamos a corto plazo, para mantener el capital financiero a flote. Esa cantidad es pequeña comparada con la ley de “ayuda” de emergencia pasada por Nancy Pelosi, presidente de la Cámara Demócrata del Senado, medidas insultantes que ofrecían sueldo por enfermedad a solo el 20% de los trabajadores (New York Times, 14/3). Los patrones siempre pondrán la avaricia del capitalismo antes que las necesidades de la clase trabajadora – aun mas cuando sus ganancias son amenazadas.
La patética respuesta de los demócratas liberales al coronavirus hace eco de su desinversión criminal para la salud de los trabajadores. Consideremos el record de Joe Biden (D-MasterCard), acolito de bancos y la industria de tarjetas de crédito, quien es ahora el principal candidato a la nominación presidencial demócrata. Empezando en los 1980, cuando no estaba promocionando las encarcelaciones masivas racistas, el entonces Senador Biden dirigió la arremetida por los recortes al Seguro Social, Medicare y Madicaid (theintercept.com, 13/1). Constantemente puso en peligro a los mismos grupos que ahora están en riesgo con la actual pandémia: los ancianos, discapacitados, y las familias de escasos recursos. Apoyo el presupuesto de Ronald Reagan que “recorto la ayuda medica federal a mas de una quinta parte de la población estadounidense” y otorgo a los estados la libertad de eliminar completamente el medicare para los trabajadores pobres (Washington Post, 21/8/81).
En 1987, en. Su primera campaña presidencial, Biden apoyo una enmienda para enlistar al VIH en “la lista de enfermedades contagiosas peligrosas que prevendrían la entrada a inmigrantes a este país” (thedailybeast.com, 3/13).
En su actual campaña para conseguir los votos negros, el principal crédito a su credibilidad son los ocho años que paso como vicepresidente de Barack Obama. Pero, cuando se trata de salud publica, el legado de Obama es un desastre anti-obrero. En 2015, el presidente de los “cambios que necesitamos” llamo por un recorte del 8%, 50 millones al programa que “ayuda a familias sin seguro medico a conseguir vacunas y fondos, la respuesta gubernamental a los brotes de enfermedades que aparecían por falta de vacunaciones” (theatlantic.com, 2/2/15). En total, Obama propuso recortes de $399 mil millones a Medicare, Medicaid, y otros programas de salud federales, incluyendo el servicio de salud en el hogar. Esto es lo que dijo el New York Times entonces (2/2/15):
Además, el presupuesto del Sr. Obama reduciría los pagos de Medicare a hospitales escuelas, cientos de pequeños hospitales rurales y asilo, organizaciones de asistencia de salud que se encargan de la salud de ancianos en EE.UU. y la gente con discapacidades.
Esta legislación de Obama-Biden, la ley Affordable Care Act, dejo a mas de 25 millones de gente sin seguro medico y decenas de millones con seguros insuficientes, a un alto costo y prohibiendo altos costos de co-pago y deducibles. “De los 194 millones de estadounidenses adultos entre la edad de 19 a 64 años en 2018, se estima que 87 millones, o el 45%, estaban inadecuadamente asegurados” (commonwealthfund.org, 7/2/19). Aun con una prueba de coronavirus gratis, una estadía de 10 días en un hospital por neumonía podría costar a un trabajador no asegurado “entre $75,000 y 100,000” (cnbc.com, 10/3). Cuando un adecuado cuidado de salud significa la bancarrota, ¿nos sorprende que muchos trabajadores no quieran obtener tratamiento?
Como nos muestra el record de Biden, los patrones liberales son en verdad el principal peligro.
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Naturaleza clasista de las pandemias: Capitalismo propaga, comunismo erradica
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- 20 Marzo 2020 85 visitas
Bajo el capitalismo, las pandemias se tratan como si fueran tan naturales e inevitables como las bacterias y los virus. Sin embargo, como muestra la actual pandemia de COVID-19, la naturaleza puede crear los virus y las bacterias que provocan la infección, pero es el capitalismo el que crea los desastres, agravado por el mismo racismo y sexismo en el que se basa este sistema.
Sin embargo, las pandemias en particular, como el capitalismo y la sociedad de clases en sí, no son naturales ni inevitables. Son creaciones de la sociedad de clases y guerras de conquista. Otro mundo es posible, un mundo sin guerra imperialista y sin la miseria de las enfermedades tratables. Los primeros intentos de la clase trabajadora de mantener el poder del Estado en la Unión Soviética y China fueron acompañados por los primeros intentos de erradicar las pandemias y las enfermedades para siempre. El Partido Laboral Progresista revolucionario lucha por heredar este legado, aprendiendo de los errores del socialismo para aplastar la enfermedad del capitalismo con el comunismo de una vez por todas.
Enfermedades: creadas por la naturaleza, propagadas por la sociedad clasista
La enfermedad ha sido parte de la vida desde los orígenes de la vida hace aproximadamente cuatro mil millones de años, la era de las primeras células y los primeros virus (ver recuadro). La evidencia fósil indica que, bajo el comunismo primitivo, en todas partes donde vivían los humanos (y los neandertales), luchamos contra la enfermedad en nuestros intentos por preservar la vida. En una época en la que las religiones primitivas sirvieron como ciencia primitiva para responder preguntas básicas sobre la naturaleza, es probable que durante esta época nuestros ancestros comunistas primitivos desarrollaran un amplio conocimiento práctico de las plantas como medicina y transmitieran este conocimiento oralmente por generaciones.
Sabemos que el conocimiento médico, como las ciencias de las matemáticas y la astronomía, se separó de las masas con el surgimiento de sociedades de clases basadas en esclavos en la antigua Mesopotamia, Egipto, India y China. El famoso filósofo griego antiguo Platón emitió advertencias a sus compañeros nobles contra la educación científica, y con la separación en esclavos y gobernantes y el advenimiento de la escritura, el conocimiento científico se limitó a los sacerdotes y se envolvió en misticismo y ritual religioso. Mientras tanto, estas sociedades de esclavos agrícolas registraron los primeros brotes masivos de enfermedades de los animales que se domesticaron, como la malaria, la gripe, la tuberculosis y otros.
Pandemia: creada por la sociedad clasista
El primer relato de un testigo ocular del mundo sobre una pandemia proviene de 430 AEC, cuando las ciudades-estado griegas y las sociedades esclavistas de Atenas y Esparta emprendieron la guerra en lo que se conoce como la Guerra del Peloponeso. Ejércitos espartanos rodearon Atenas, obligando a las masas de granjeros atenienses a entrar en la ciudad, triplicando a la población casi de la noche a la mañana con refugiados desamparados y sin hogar. Los brotes de peste mortal (posiblemente un virus del ébola) habían afectado recientemente a ciudades de todo el Mediterráneo, pero cada brote había sido contenido.
Sin embargo, en Atenas, una vez que un barco de suministro introdujo la plaga, en cuestión de días murieron más de dos tercios de la población y la sociedad colapsó. Si bien continuó bajo Roma como una ciudad pequeña, Atenas no recuperó una población importante hasta después de la Segunda Guerra Mundial. Esta plaga es el origen de la palabra “pandemia”, de las palabras griegas pan demos: literalmente significa “toda la gente”.
Después del surgimiento del Imperio Romano, las guerras trajeron contacto y crearon directamente condiciones para la propagación de pandemias conocidas como las Plagas Antonina (165 CE) y Justiniana (541 CE).
Esclavitud africana y lepra
El aumento del feudalismo provocó la pandemia de la enfermedad de Hansen (“lepra”) en Europa a través de las crecientes rutas comerciales capitalistas. Lo más importante, a través del creciente comercio de esclavos que conecta África con España, Portugal y más tarde Londres con las Indias Occidentales (BBC, 13/05/05). Como concluyó el investigador principal en ese artículo, “el colonialismo fue extremadamente malo para partes del mundo en términos de la salud humana”.
Capitalistas: portadores reales de enfermedades
Una de las pandemias más devastadoras se conoce como la Peste Negra. Se cree que la peste bubónica altamente letal (propagada por ratas y pulgas portadoras de bacterias) llegó por primera vez a Europa durante la era romana, pero fue el feudalismo el que preparó el escenario para el desastre.
Los infames capitalistas mercantiles de la ciudad-estado italiana de Génova trajeron por primera vez la peste bubónica a Europa a través de las rutas comerciales de la Ruta de la Seda en 1347. La mitad del campesinado europeo murió y el poder feudal se debilitó. Los campesinos sobrevivientes se organizaron y se rebelaron contra sus señores en la revuelta de los campesinos ingleses de 1381, inspirando dos siglos de levantamientos campesinos europeos. Durante los siguientes siglos, a medida que el capitalismo se expandió y derrocó al feudalismo, los brotes de peste bubónica continuaron matando. En 1855, las ciudades mineras controladas por el imperialismo británico en Yunnan, China, se convirtieron en reservorios de enfermedades para la Tercera Pandemia de la Peste, matando a dos millones de trabajadores en China y, extendiéndose en las rutas comerciales de la Compañía Británica de las Indias Orientales desde Hong Kong a Mumbai, matando a 12,5 millones de trabajadores en India.
Masas de mineros respondieron a las condiciones de trabajo plagadas con revueltas. Formaron la columna vertebral de la rebelión masiva religiosa / precomunista de Taiping, una rebelión que inspiró a las masas a convertirse en comunistas en China una generación después.
En India, especialmente en ciudades como Poona, se enviaron soldados británicos (en lugar de médicos) para invadir hogares y robar posesiones mientras deportaban internamente a los trabajadores a campos de concentración “antiplagas”. Los oficiales llevaron a cabo registros públicos y “exámenes” físicos de mujeres, lo que condujo al asesinato del principal oficial británico en Poona y avivó llamas de indignación y rebelión en otras ciudades.
El contagio se encuentra con comunistas
Basado en esqueletos de la Edad de Bronce de 5.000 años de antigüedad, los epidemiólogos creen que la peste bubónica se originó en o alrededor de Asia Central, en la Rusia actual. En 1917, Rusia, antes de la revolución bolchevique, las condiciones de la clase obrera y el campesinado eran desesperadas. La Primera Guerra Mundial y la hambruna causaron millones de muertes y dislocaciones sociales, condiciones perfectas para brotes como el cólera o especialmente el tifus, transmitidos por piojos entre los soldados.
Después de la revolución, el primer estado obrero en tomar y mantener el poder fue creado en los restos de la guerra imperialista. Con la amenaza inminente de catorce potencias imperialistas invadiendo para aplastar al joven estado obrero, la atención médica se declaró inmediatamente libre por primera vez en la historia y la clase trabajadora se movilizó para combatir enfermedades creadas por los capitalistas, así como la guerra imperialista creada por los capitalistas.
Con cinco millones de muertos en la Primera Guerra Mundial, la intervención imperialista en la Revolución Bolchevique asesinó a otros ocho millones de trabajadores. Muchos de estos se debieron a brotes de tifus propagados por piojos. Cuando los casos de tifus alcanzaron un máximo de 25-30 millones (de una población de 91 millones) después de que los comunistas derrotaron a los imperialistas en 1922, el líder comunista Vladimir Lenin resumió la nueva situación: “O los piojos vencerán al socialismo o el socialismo vencerá a los piojos."
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Las bacterias son organismos unicelulares vivos que se formaron más recientemente, hace unos 2.700 millones de años. Muchas bacterias son beneficiosas para los humanos, y en nuestros intestinos las colonias bacterianas son esenciales para digerir los alimentos. Aprovechamos otras bacterias para crear alimentos como queso, yogurt y cerveza. Pero cuando ciertas bacterias nos infectan, sus productos de desecho metabólico abruman nuestro sistema inmunológico y provocan enfermedades.
Los virus son moléculas muy complejas y no vivas que consisten en hebras de ARN o ADN rodeadas por una capa de proteína. Los virus “invaden” o infectan las células vivas de los organismos para replicarse y multiplicarse. En organismos como plantas, animales y humanos, estas infecciones conducen a enfermedades. Los orígenes de los virus, aunque inciertos, se remontan al menos al surgimiento de la vida celular, hace aproximadamente cuatro mil millones de años y unos 750 millones de años después de la formación de nuestro planeta. Si bien las bacterias se descubrieron por primera vez en 1676, los virus son mucho más pequeños y solo se suponía que existían hasta que se comprobó en la década de 1930.
Antes del descubrimiento sorpresa del “virus gigante” en 2018, conocido como Tupanvirus, los modelos sugirieron que los virus evolucionaron conjuntamente con las células, originándose como cadenas independientes de ADN (plásmidos) o proteínas capaces de autorreplicarse. Sin embargo, estos modelos son desafiados por el Tupanvirus, lo que sugiere orígenes precelulares aún más tempranos.
Los rinovirus son un apodo para un grupo de virus más comúnmente encontrado por los humanos, produciendo lo que todos conocemos como el llamado resfriado común. Los coronavirus (incluido el SARS y COVID-19) reciben el nombre de un grupo de virus con picos de proteínas de superficie con forma de “corona” (latín para corona) cuando se observan bajo un microscopio electrónico, lo que puede provocar enfermedades respiratorias. Aún otros, como el paramixovirus, son responsables de enfermedades como el sarampión.
A fines de 2019, comenzó un brote de sarampión en la República Democrática del Congo (RDC) que mató a más de 5.000 niños de clase trabajadora menores de cinco años e infectó a 250.000 más. Esta cifra de muertos ha superado un brote simultáneo de ébolavirus o “Ébola” en la RDC que comenzó en 2018. Los más de 70 ejércitos respaldados por el imperialismo estadounidense y chino que actualmente luchan en las zonas de estallidos para controlar los recursos naturales de la RDC impidieron la detección y el tratamiento.
A partir de hoy, el brote de sarampión de la República Democrática del Congo sigue siendo el brote de enfermedad más grande y más grave del mundo.
Estudiantes confrontan la desigualdad enfermiza
El Coronavirus ha barrido el mundo y no ha dejado a nadie inalterado en su camino. Los trabajadores, por supuesto, están siendo los más afectados. Sabemos que los más atacados por el capitalismo (negros, latinos, indocumentados, trabajadores con salarios bajos) también serán los más afectados en tiempos de crisis. Mis amigos, compañeros de trabajo y yo sabíamos que tendríamos que estar listos para organizarnos para luchar por nuestra clase, la clase trabajadora.
Se anunció el jueves por la tarde que las escuelas permanecerían abiertas, pero que el personal de custodia recibiría una limpieza profunda todos los días. ¿Estaban trayendo más trabajadores? Claro que no. ¿Se pagará a los trabajadores horas extras por la mano de obra extra? Sí, claro. No es posible. Según la directora de la escuela donde trabajo, las cuatro mujeres latinas que limpian nuestro edificio todos los días estaban siendo obligadas a hacer al menos el doble del trabajo sin ayuda adicional y sin pago adicional. Bueno, el Club de Justicia Social (SJC) no toleraría esto.
Un grupo de 10 estudiantes se enfrentó a la directora y exigió que se contratara a más trabajadores para cubrir las horas extras, o que se pagara a las mujeres horas extras. La directora, por supuesto, dijo que ella también quería esto, pero estaba fuera de sus manos. Los estudiantes no dejaron que esto se deslizara. Se conocieron y se les ocurrió dos posibles soluciones. Primero, querían comenzar una petición para circular alrededor de nuestra escuela y toda la red chárter con las demandas dadas a la directora. En segundo lugar, mientras se libraba esa lucha, organizar a los estudiantes y al personal de la escuela para hacer un mejor trabajo de limpieza después de sí mismos durante el día y conseguir que los equipos de estudiantes se quedaran después de la escuela y ayudaran con algunas de las tareas.
El trabajo que hemos estado haciendo en el SJC todo el año ha llevado a esto. Hemos discutido la explotación y la superexplotación bajo el capitalismo y cómo luchar en torno a estos temas. Los estudiantes se han enfrentado al director en otros temas, por lo que el miedo a defenderse ha disminuido. Los miembros del club son muy respetados en el campus por hablar y luchar por todos.
Los estudiantes se apresuraron a responder a este ataque, pero el próximo período será difícil. Al día siguiente, se anunció que las escuelas cerrarían por lo menos cuatro semanas. Los trabajadores asalariados por hora en nuestro campus, por supuesto, se llevarán el mayor golpe. Mientras estoy en comunicación con los miembros del SJC sobre este tema y otros que plagan a nuestra comunidad con esta nueva realidad, los padres están comprensiblemente asustados y están poniendo muchas restricciones a los movimientos y actividades de sus hijos. Aunque es probable que no podamos reunirnos en persona, seguiré comuniéndome con los miembros para mantener la idea de luchar por nuestra clase en la vanguardia de sus mentes.
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Un aventón contra el racismo
Soy un estudiante de secundaria en la ciudad de Nueva York, y viajar en tren es parte de mi vida cotidiana como lo es para muchos neoyorquinos. Una mañana no hace mucho, me apresuré a llegar a la escuela y los trenes corrían lentos, así que las plataformas estaban llenas de pasajeros esperando el tren. Cuando el tren se detuvo en la estación, empecé a caminar muy rápido arriba y abajo de la plataforma, para tratar tomar un coche con asientos vacíos. Por suerte vi uno, y cuando el tren se detuvo me subí.
Al sentarme, me di cuenta de que las filas a la izquierda y a la derecha del vagón del tren estaban apiladas con los pasajeros. Todas las filas en los pasillos centrales estaban vacías excepto donde yo y otra mujer estábamos sentados. Las gentes fueron a propósito esquivando asientos vacíos frente a mí, y más asientos vacíos junto a nosotros. Miré a mi alrededor y me di cuenta de que la gente estaba abarrotado en los otros extremos del carro, con sólo una anciana asiática y yo sentada. De repente esto me golpeó como una ola, me di cuenta de que la gente tenía miedo de montar en el tren junto a una mujer asiática con una máscara quirúrgica.
La realidad comenzó. Vi esto como un claro ejemplo de cómo los medios de comunicación construyen el racismo al seguir asociando a los asiáticos con el Coronavirus. Este medio está alimentando mentiras racistas que se alimentan de nuestras interacciones diarias con otras personas, y trabajan para separarnos unos de otros. Creo que el racismo es algo que tenemos que trabajar en la desmación en lugar de alimentarnos en él. Podemos empezar por dar pequeños pasos para rechazar las ideas racistas que vemos en los medios de comunicación. Ya sea sentado al lado de la persona asiática en el tren para desafiar a los mitos racistas de Covid19, o llamara la gente a hacer una broma racista, incluso si afirman que no eran serios, estos pequeños actos pueden ayudar a contribuir a la lucha activa contra el racismo en nuestro mundo.
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Los obreros de CUNY recetan la lucha
La pandemia de covid19 ha demostrado en términos claros que el capitalismo no puede proporcionar la salud y la seguridad de los trabajadores, y también ha demostrado que la administración del sistema universitario más grande del país, la City University of New York (CUNY), no puede mantener los trabajadores del campus y los estudiantes están seguros tampoco. Hay poco o ningún plan para lidiar con la pandemia. Ha habido comunicaciones vagas y engañosas, declaraciones contradictorias de varios niveles de administración y un desprecio completo y racista por algunos de los trabajadores más explotados del sistema.
Como de costumbre, son algunos de los profesores peor pagados, desproporcionadamente negros y latinos, quienes están bajo la mayor amenaza. Se le ha pedido al profesorado de medio tiempo que “haga el sacrificio” y se convierta en experto en aprendizaje en línea en unos pocos días. En algunos campus, se les pide a los trabajadores a tiempo parcial que “creen un registro” de todo el trabajo que realizan mientras están en otro campus. Para estos trabajadores a tiempo parcial, a quienes solo se les paga por su tiempo en el aula y en las horas de oficina, esto equivale a montañas de trabajo adicional no remunerado. Se pidió a los miembros del personal, predominantemente negros y latinos, que se presentaran a trabajar, sin preocuparse por su salud o seguridad. Una gran revelación ha sido que, si bien el transporte público se considera inseguro, muchos trabajadores y estudiantes de CUNY se ven obligados a depender de él.
En muchos campus, nuestro capítulo sindical y los maestros y el personal de base dieron un paso adelante con soluciones: cómo mantener abierta la despensa de alimentos, asegurar computadoras portátiles, llegar a organizaciones estudiantiles y publicitar servicios en la comunidad. Pero, al igual que después del huracán María 2017 en Puerto Rico, este liderazgo lo otorga la clase trabajadora, no ningún administrador o coordinador. Los administradores están luchando para “capacitar a la facultad” al último momento, sin tener en cuenta cuál será el impacto en nuestros estudiantes.
Miembros del Partido Laborista Progresista han discutido esta pandemia de capitalismo con los estudiantes. Nuestros estudiantes, expertos en explotación y opresión capitalista, expusieron la desigualdad entre el cierre de universidades privadas y las escuelas abiertas de CUNY. Esto envía el mensaje de que nuestras vidas realmente no importan bajo este sistema capitalista. También leemos y discutimos el editorial anterior del DESAFÍO (2/19) sobre el coronavirus.
Aquellos de nosotros en las universidades y colegios debemos hacer todo lo posible para mantenernos en contacto con nuestros estudiantes, unirnos con ellos mientras se ocupan de todo, desde el desempleo, la vivienda deficiente, la atención médica racista y la nueva zona de penumbra en la que están entrando, en referencia a su educación. El PLP no es necesario para exponer los horrores de la atención médica y la educación capitalista, pero los trabajadores y los estudiantes sí necesitan un partido comunista para plantar las semillas de un nuevo mundo, donde los trabajadores puedan administrar la sociedad y estar saludables.
¡Únete al PLP y ayuda a liderar la lucha!
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Estudiantes inmigrantes rehúsan tomar exámenes hasta la muerte
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- 20 Marzo 2020 95 visitas
CALIFORNIA, 12 de marzo—Hoy 60 estudiantes y sus maestros se retiraron de sus clases en protesta, se reunieron y marcharon a la oficina principal con pancartas y cantos. Los estudiantes y maestros desafiaron a los títeres racistas y sexistas mandados por la administración para parrar los. Los manifestantes estudiantiles negaron de tomar los exámenes estatales ELPAC en las asquerosas computadoras que posiblemente están contaminadas con el Virus Corona-19. Estas mismas computadoras están compartidas diariamente con cientos de estudiantes y se quedan sin limpiar por meses.
Las horribles condiciones en el edificio y el flagrante desprecio de la administración por la seguridad de los estudiantes demuestra otra vez que el capitalismo nunca puede proveer las necesidades de la clase trabajadora. Necesitamos líderes y una educación que servirá los intereses de nuestra clase. Eso pasará solamente con la lucha por el poder obrero y la revolución comunista.
Después de marchar en frente de la oficina, cargando pancartas en español e inglés que decía, “limpia o cierra la escuela”, ¿“Que no importamos”?, un estudiante dijo, ¡“Debemos entrar y exigir respuestas”! La mayoría de los estudiantes/maestros entonces entraron y exigieron respuestas sobre el sucio, negligente y la virtual trampa mortal que los títeres del distrito han estado funcionando a pesar de la pandémica de la Virus Corona.
La escuela ha sido descuidada por el distrito y dejada en condiciones deplorables por más de 40 años desde que la escuela se hizo el más diverso y de bajo ingreso en el área. Los estudiantes hablaron en español e inglés, preguntando ¿”Porque nos obligan estar en la escuela sin limpiar las aulas, escritorios, las computadoras y sin baños abiertos de forma fiable y limpios (el número de baños están bloqueados en cualquier día), faltando jabón y toallitas de papel”? ¿Cuándo van a cerrar la escuela? ¿Qué no comprenden el impacto de esta pandémica mortal?
La administración, en tonos humillantes y condescendientes no tuvo información; entonces menospreciaron a los estudiantes cuando les respondieron que no tenían nada porque preocuparse y que usaran desinfectante de manos. Aparentemente, el liderato de la escuela y distrito, a pesar de semanas de noticias internacionales, no tuvieron absolutamente ningún plan, pues no para nosotros, de ser sanos o exitosos.
Ellos han dicho repetidamente que nuestro distrito no ha tenido casos del Virus Corona, aparentemente ignorante que la mayoría de las familias en el área de la Bahía viajan por todos lugares para el trabajo. Los estudiantes saltaron que la escuela no tenía jabón o desinfectante de manos. Uno de los administradores entonces les comentó que “si están tan preocupados, que sus padres los tengan en casa”. La mayoría de los estudiantes viven con familia que trabajan y no es fácil tenerlos en casa. Básicamente, para vaciar la oficina y gozar de su oasis, la administración dijo que darían sus respuestas a todas las preguntas en una reunión especial en la biblioteca después del almuerzo. Nadie más fue invitado y no se dio un anuncio.
La reunión fue un intento clásico para contener la ira de los estudiantes y maestros. Dos administradores negros hablaron: uno, un hosco maestro/director atlético y amigo íntimo del director, dio un discurso de 20 minutos, despidiendo las protestas y culpando a “agitadores externos”; entonces reclamó que fue espectacular en salvando el JROTC en nuestro campus. El otro administrador negro, el llamado embajador de equidad, comenzó blablablá de como el militar era una buena opción para los estudiantes de color de bajo ingreso.
El administrador encargado de facilitar la reunión varias veces no dejo que los maestros hablaran pero si dejo que otros administradores hablaran libremente. A pesar de esta trampa, los estudiantes ya hartos, hablaron abiertamente de los cerrados baños asquerosos, las ratas (unos maestros han traído sus propias trapas), las cucarachas y falta de actividades en el campus. Cuando un estudiante señaló lo vacío de varias estanterías de la biblioteca, una maestra que apoyaba habló sin reservas que los esclavistas de antes prohibían que los esclavos negros leyeran.
Después de la reunión, los estudiantes sabían que sus familias y otros estudiantes necesitarían seguir hablando sin reservas, actuando y luchando contra los administradores racistas y sexistas quienes controlan las escuelas y empujan a los estudiantes de clase trabajadora a los trabajos de bajo sueldo o el militar.
Los maestros quienes apoyaban a estos estudiantes ya estaban en el punto de mira de la administración por haber hablado sobre las condiciones peligrosas. Estos maestros inmediatamente se reunieron a esta lucha espontánea mientras otros fueron indecisos. Que trabajo podría ser mejor que liberarnos de las amenazantes, abusivas, insensibilidad cerebrales condiciones en las escuelas, aplastando el alma cada día bajo el capitalismo. Hasta que la clase trabajadora tome poder de la sociedad para servir a la clase trabajadora internacional, las escuelas se mantendrán como campus de concentración para servir a la clase dominante. Uno de estos días, el director racista y sus títeres del distrito tendrán que explicar su pésimo papel en manteniendo a nuestra comunidad destruida. Hasta entonces, estos insignificantes lacayos seguirán aleccionando que nuestras escuelas secundarias son prisiones de examinación/entrenamiento y experimentación para la clase gobernante racista y sexista.
Los estudiantes, personal, egresados y comunidad continuaran de reunirse, hablar y hacer planes y acciones para luchar contra los mis líderes de la escuela quienes han ayudado crear las más asquerosas condiciones que hemos visto en muchos años.
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Los obreros italianos están hartos del capitalismo
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- 20 Marzo 2020 103 visitas
“¡No somos carne de cañón!” lloraron millones en toda Italia cuando estallaron huelgas salvajes en todas las grandes industrias para detener la propagación de la mortal enfermedad por coronavirus. Los trabajadores protestaban por los intentos del gobierno y las empresas de obligarlos a mantener abiertas las fábricas, arriesgando sus vidas en fábricas inseguras para que los jefes pudieran meterlas en estrechas líneas de montaje para bombear ganancias.
Los wildcatters golpearon a los productores de refrigeradores y autopartes, pernos de fábrica y aspiradoras, plantas cerradas de acero y automóviles y ferrocarriles, astilleros y muelles de construcción naval. Mientras que los medios de comunicación de los patrones debatían quién era el responsable de la propagación de las muertes, hubo un apagón total de las acciones militantes de los trabajadores.
Los 6,000 trabajadores de Fiat-Chrysler, que desencadenaron la ola de huelga en la planta de Pomigliano cerca de Nápoles cuando salieron al comienzo del turno de las 2:00 pm el 10 de marzo, protestando por condiciones inseguras en las líneas de ensamblaje que producen automóviles Alfa-Romeo de lujo para los súper ricos (La Repubblica, 3/11)
Como dijeron los trabajadores: “Retiraremos la protesta solo cuando el gobierno y la empresa ... detengan todo y paguemos nuestro tiempo libre. No podemos permitirnos perder más dinero por un derecho inalienable para hacer de nuestra salud y seguridad colectiva la máxima prioridad ...
“Las grandes fábricas son lugares que unen a las personas, desde los autobuses hasta las líneas de montaje. Desafía la lógica: el estado cierra todo, comenzando con las escuelas y prohibiendo moverse ... Pero ... el gobierno italiano no ha cerrado las fábricas; sigue diciendo “quédese en casa” incluso cuando las líneas de montaje continúen produciendo y poniendo en riesgo al personal y a todas sus familias “(isnews.it, 3/11)
Los trabajadores en al menos una docena de ciudades dejaron de producir, incluidas 700 mujeres en la planta de Electrolux en Solaro y constructores navales en Liguria después de que un trabajador dio positivo por el virus, causando que la huelga se extendiera a otros muelles. Los que estaban en Génova protestaban por el uso de equipos sucios en medio del virus fatal.
Las huelgas salvajes, se dieron cuenta entre los trabajadores postales de Londres, los conductores de autobuses de París y los trabajadores automáticos de Fiat-Chrysler en Canadá.
Para liberar a la clase trabajadora del capitalismo que nos está matando a través de estas enfermedades fatales, debemos convertir estos levantamientos en escuelas para el comunismo, la solución definitiva que librará al mundo de los jefes y su sistema de ganancias de explotación.