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Bay Area: No Libertad de Expresión para Fascistas
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- 01 Septiembre 2017 67 visitas
BAY AREA , 27 de agosto—Un grupo multirracial de 25 militantes y amigos del Partido Laboral Progresista se unieron a los cientos de antirracistas que detuvieron manifestaciones nazis ¡por dos días.
San Francisco
Los racistas habían planeado un plantón en Crissy Field durante tres meses. Al acercarse la fecha, los políticos y otros oficiales empezaron a decirle a la gente que no fueran al plantón por miedo a la violencia. Le otorgaron mas poderes a la policía y crearon restricciones para la protesta, para que fuera pacifica. Si a los políticos en realidad les importara la violencia, no habrían permitido que se presentaran los racistas. El discurso racista envalentona a algunos a cometer violencia racista además de normalizar un mundo de pobreza racista y violenta y el terror estatal. El capitalismo permite que los racistas tengan libertad de expresión porque permite que los patrones continúen dirigiendo la sociedad y haciendo el máximo de ganancias.
A pesar de los ruegos de políticos y otros liderzuelos, cientos planearon ir a Crissy Field, a desafiar a los racistas, lo cual demuestra la valentía y sabiduría de la clase trabajadora sobre la necesidad de luchar contra el racismo. Militantes del Partido Laboral Progresista, sin saber que esperar, hicieron un reconocimiento del área para prepararse en caso de que ocurriera alguna situación peligrosa. El viernes por la tarde, un día antes del plantón, los racistas anunciaron que no habría plantón en Crissy Field, que irían a Alamo Square. Temían a los cientos que los enfrentarían.
Al escuchar la noticia, amigos y camaradas se reunieron para idear otro plan. Hablamos sobre todas las posibilidades y nos preparamos par aun conflicto violento. Al principio de la reunión, muchos estaban nerviosos por lo que ocurriría al siguiente día. Muchos de nosotros no habíamos estado en una situación como esta, y una persona había estado antes en una sola protesta. Al terminar la reunión, confiábamos en el plan y en nosotros mismos, en nuestra capacidad de navegar en condiciones impredecibles. Esta valentía fue especialmente impresionante pues la mayoría son adolescentes, dos mujeres tomaron el liderato.
La mañana de la protesta, nos reunimos para repasar el plan. De pronto alguien anuncio que los racistas también habían cancelado el plantón en Alamo Square. Hablamos sobre si deberíamos de ir a Crissy Field o a Alamo Square. Decidimos ir a Alamo Square preparados para lo que fuera, pues los racistas aun podrían presentarse.
Cuando llegamos a Alamo Square, vimos a cientos de antirracistas, ningún neo nazi. El plantón se convirtió en una marcha de victoria, pues los racistas no se presentaron en San francisco porque los habíamos asustado. Durante la marcha distribuimos el DESAFIO y dirigimos consignas. Algunos se acercaron al altoparlante y hasta crearon sus propias consignas. En nuestro grupo comentaban que hicimos un buen trabajo durante la marcha, siempre con energía, aun cuando la marcha general decaía. También se comentaba que un grupo de quince con mucho ímpetu podía cambiar una gran parte de la marcha. Al final cuando decidimos irnos, esperando a unos camaradas, una brigada de policías de San Francisco (SFPD) se acerco a nosotros. Alguien comenzó a corear “¿Como deletreas racista? ¡SFPD!” Fue impresionante, pues mostro el antirracismo audaz de nuestros jóvenes camaradas.
Después de la marcha nos reunimos para analizar la marcha. Durante la discusión alguien dijo que un grupo de racistas habían estado en Crissy Field y que los antirracistas los superaban en números. Después de una pequeña discusión decidimos, aunque con miedo, que debíamos enfrentar a los nazis. Nerviosos nos fuimos a Crissy Field. Cuando llegamos pudimos ver a los racistas y antirracistas amontonados y una línea de policías. Había tantos bloqueos que nos tomo treinta minutos llegar ahí. Para cuando llegamos los nazis habían huido. Sentimos una extraña combinación de alivio y frustración, por no haber podido confrontarlos. Aunque estábamos nerviosos, y aun cuando nada paso, nos fortalecimos con la experiencia. Tuvimos la suficiente confianza unos con otros como para entrar una situación que pudo haber sido peligrosa. Aprendimos la importancia de construir grupos de gente que puedan luchar juntos en el futuro.
Berkeley
Al día siguiente, nos reunimos nuevamente para discutir como manejar el plantón que los neo nazis planeaban en Berkeley. Un camarada dijo que a los racistas les gusta jugar a las escondidas en San Francisco, pero la historia muestra que cuando dicen que se presentan en Berkeley, usualmente lo hacen. Nos preparamos para la violencia, hablamos de la importancia de mantenernos juntos y escuchar al liderato.
Fuimos al parque de reunión de los antirracistas, a unas cuadras de donde se plantarían los racistas. Distribuíamos literatura mientras los organizadores de la marcha daban sus discursos. Poco después escuchamos que los racistas habían empezado a llegar y nos urgía enfrentarlos. Aunque sabíamos que los nazis se reunían en el Centro Cívico, razón por la que tantos se presentaron, los liderzuelos no quisieron marchar hacia el Centro Cívico. Creemos que la intención fue mantener a la gente sumisa y frenar las confrontaciones. Los liderzuelos querían que escucháramos sus discursos en vez de usar el poder obrero para frenar a los racistas. ¡Fue absolutamente exasperante! Comenzamos a grita “¡Marchemos, Marchemos!” otros se nos unieron. Los liderzuelos nos dijeron que marcharíamos pronto y trataron de silenciarnos.
Cuando finalmente comenzamos a marchar, dirigimos las consignas, inyectando la energía en la gente. Al frente de la marcha alguien tamboreaba, empezamos a corear las consignas al compás del tambor. A la gente le encanto la consigna: “¡Llega, no te vayas, saquemos a los Nazis de la ciudad!”
Para cuando llegamos al Centro Cívico, ningún racista estaba a la vista y la policía había bloqueado todo el parque. Fue frustrante, los liderzuelos habían retrasado para que no pudieran confrontar a los nazis. Después de distribuir nuestra literatura nos fuimos, no había racistas que enfrentar y la multitud estaba nerviosa. Alguien comento que la gente quería enfrentar a los nazis y no pudieron, la violencia podría irrumpir, pues no había otra forma de canalizar su ira. Así ocurrió, cuando nos íbamos, algunos lanzaban bombas de humo, aparentemente sin razón, lo cual podría crear situaciones peligrosas y lastimar a otros trabajadores. La clase trabajadora esta encabronada por el creciente racismo y fascismo, pero los liderzuelos no nos dejan usar nuestra ira de manera productiva. Recordándonos que necesitamos construir un PLP revolucionario comunista que pueda canalizar nuestra ira hacia la lucha contra el capitalismo finalmente destruyéndolo.
Cuando nos reunimos para discutir nuestras acciones de los últimos dos días, un camarada comento que nuestras acciones fueron inspiradoras porque pudimos reunir a casi treinta personas para luchar con nosotros. Si nos seguimos reuniendo y teniendo grupos de estudio, esta puede ser la base de una lucha mas militante y atraer a mas gente en el futuro. También porque muchos de ellos eran jóvenes, nuevos y multirracial. Además los camaradas jóvenes y nuevos dieron liderato y fortalecimos nuestra confianza en nosotros. Esta semana fue un buen recordatorio de la necesidad de trabajar en organizaciones de masas. Participar en plantones es importante, pero no se logra en un plantón lo que se puede lograr con un trabajo a largo plazo en organizaciones de masas.
Para construir un partido de lucha, no es suficiente hablar con los trabajadores. También debemos atrincherarnos en nuestro trabajo, estudio, y construir relaciones a largo plazo, liderar las luchas doquiera que estemos Es la única manera de construir un partido que pueda destruir el capitalismo. En general este fin de semana fue energizante para los camaradas y amigos del PLP del Área de la Bahía. Estamos entusiasmados con las futuras batallas.
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No justicia para obreros mentalmente enfermos bajo el capitalismo KKK
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- 01 Septiembre 2017 76 visitas
Nueva York, 22 de agosto—Podría ser el terror fascista abierto de los nazis y los Ku Klux Klan marchando en Charlottesville con la aprobación tácita del jefe racista. O podría ser el “Klan de Azul” de los patrones - policías que matan a más de 1000 personas de la clase obrera al año. ¡Dondequiera que estemos, los trabajadores y los estudiantes deben luchar! Recientemente varios camaradas del Partido Laborista Progresista (PLP) en una congregación local movilizaron a un grupo de manifestantes para unirse a dos manifestaciones antirracistas.
Hoy nos hemos unido a una coalición multirracial demandando que el Fiscal Federal para el Distrito Sur de Nueva York procese a los policías que asesinaron a Mohamed Bah hace cinco años. Mohamed era un estudiante universitario y conductor de taxi, y se había vuelto psicótico. Su madre llamó a una ambulancia para llevarlo a un hospital. Pero en lugar de ayuda médica, los policías llegaron. Rechazaron su ayuda para calmar la situación, derribaron la puerta del apartamento y asesinaron a Mohamed.
Se han tomado deposiciones para forzar la persecución por parte tanto del Fiscal del Distrito de Manhattan como del Fiscal Federal. La evidencia ha sido “perdida” o contaminada. Hay evidencia clara de una ejecución y encubrimiento por parte de los policías. A medida que vamos a la prensa nos acabamos de enterar que el fiscal federal se negó a presionar cualquier acusación contra los verdugos de Mohamed Bah. ¡No sorpresa! Una demanda civil sigue activa para asegurar alguna forma de justicia de este sistema racista. ¡Mejor aún unirse al PLP en la lucha de por vida por un mundo dirigido por la clase obrera - el comunismo!
El sábado anterior, varios de nosotros nos unimos a una manifestación multirracial de centenares que empezó frente del edificio donde Dwayne Jeune, un trabajador de 32 años de edad, mentalmente enfermo fue asesinado por policías en su propio apartamento el 31 de julio. Las circunstancias virtualmente idénticas al asesinato de Mohamed Bah cinco años antes. Un abogado que representaba a la familia Jeune, familias de otras víctimas y algunos organizadores de la comunidad dieron discursos. ¡Una vez más, necesitamos un compromiso de por vida para un mejor mundo - el comunismo! Luego marchamos muchas cuadras a través de la comunidad Flatbush de Brooklyn hasta el recinto que había enviado a los policías asesinos.
Los policías son matones para los patrones multimillonarios racistas y sus capitalistas. Para aterrorizar a los trabajadores y detener cualquier lucha para la justicia, han desarrollado un patrón particularmente vicioso. Las familias que buscan ayuda para un familiar que sufre trastorno mental y llaman a ayuda médica. En lugar de una ambulancia, llegan policías armados. Sin aceptar la ayuda de la familia, provocan un enfrentamiento que “justifica” matar a la víctima.
A medida que ayudamos a organizar estas luchas antirracistas, debemos redoblar nuestros esfuerzos para exponer al sistema capitalista entero. El cada vez más fascista sistema de “justicia” criminal muy rara vez procesa cargos - y casi nunca condena - a los policías que están llevando a cabo los planes de los patrones de represión y terror. Debemos incrementar nuestras acciones organizativas para cerrar escuelas, lugares de trabajo y transporte. ¡Vamos a luchar en contra del terror fascista! Y reclutaremos cada vez más trabajadores y estudiantes que entiendan que destruir este sistema capitalista asesino con la revolución comunista es la única solución definitiva.
BROOKLYN, NY, 19 de agosto—mas de una docena multirracial, mujeres y hombres miembros y amigos del Partido Laboral Progresistas protestaron en Brooklyn hoy con letreros y pancartas que decían “No Libertad de Expresión a Racistas” y “Muerte al Klan con Unidad Racial”. En una hora, se hicieron contactos, se distribuyeron mas de 550 panfletos, y se vendieron mas de 200 DESAFIOs en una esquina muy transitada en el corazón de un barrio de negros e inmigrantes.
En particular, los obreros respondieron al llamado de “muerte al Klan de Charlottesville a la Ciudad de Nueva York.” Varios obreros pararon a leer el panfleto y discutir como podemos organizar; en una esquina, un obrero ayudo a promover nuestro panfleto y llamo a otros obreros a leer el panfleto y a que compraran el periódico.
Incluso los grupos cristianos que pasaban su propia literatura escucharon nuestras discusiones y tomaron nuestros panfletos. En un punto hubo un debate vivo y amigable entre una mujer negra religiosa y un hombre blanco con mente comunista obrero en el PLP. El debate aterrizo cuando la obrera expreso su disgusto en el revivir abierto del Ku Klux Klan y los Nazis. Religiosos y no masas de obreros compartieron esta exasperación de lo que podemos hacer sobre el Klan fuera de “tener fe”.
La obrera religiosa y el obreros comunista no llegaron a un consenso en si había vida o no después de la muerte. Sin embargo, ambos estuvieron de acuerdo en liberar los obreros – en esta vida- del Klan, segregación racial, fronteras racistas, y guerras imperialistas. Ambos estuvieron de acuerdo en unidad multirracial, y la necesidad de organizarse a combatir. Aunque quedan desacuerdos claros sobre la fe religiosa y no se pueden descartar casualmente, un acuerdo en estos puntos de unidad en accion pueden ser importante para nuestra clase en construir una base política para las luchas agudas por venir. ¡Esperamos que este dialogo continue a desarrollarse en una amistad genuina, basada en el antirracismo y lucha política!
Por encima de todo, los comunistas no descartan o dan por vencidos secciones enteras de obreros a las ideas de los patrones, de obreros blancos a obreros negros a obreros religiosos cristianos y musulmanes! El racismo, sexismo, imperialismo y capitalismo lastima a todos los obreros que usa los ataques mas viciosos hacia los obreros negros, especialmente las mujeres. Hoy mas que nunca masas de ellas están buscando una salida. Charlottesville ha agudizado estado de ánimo de las masas. Por cuanto tiempo, es imposible predecirlo, pero los obreros que tomaron cientos de panfletos y DESAFIOs, quienes donaron su dinero a nuestro Partido y compartieron su tiempo para discutir política y la vida, nos enseñaron que podemos trabajar mas audazmente. Y mas confidentes que la revolución comunista es una idea a la cual le ha llegado la hora, si persistimos y luchamos a propagarla.
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Una historia breve de rojos en el tablero
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- 01 Septiembre 2017 74 visitas
Ya que la escuela comienza para los padres, estudiantes, y maestros por el hemisferio norte, lectores del DESAFIO y millones más proponen de hacer la lucha contra el racismo una parte central en este año que viene. El abrazo de Donald Trump, a los racistas Nazi y KKK después de lo que paso el Charlottesville, es la más obvia muestra de apoyo por el racismo de la casa blanca desde un presidente anterior, Woodrow Wilson quien proyecto la película pro-Klan, “El Nacimiento de una Nación”, hace más de cien años.
Maestros son trabajadores de educación
Maestros y otros decididos a llevar la lucha contra el racismo a las escuelas hoy en día tienen mucho que aprender de los esfuerzos de los maestros comunistas en la Ciudad de Nueva York (NYC) en los 1930s-1950s.
El sistema escolar de NYC se expandió a ritmo increíble al principio del siglo veinte, mientras la clase gobernante de NYC absorbió millones de refugiados económicos migrando de Europa del sur y este, y después, migrantes negros de los EEUU del sur.
En cambio a la mayoría de sus estudiantes que se enfrentaban al desempleo masivo racista, subempleo, encarcelación, o el militar, los salarios de los maestros proporciono un nivel de vida adecuada.
Independientemente de salarios, sin embargo, los maestros siguieron, y siguen siendo, trabajadores explotados, junto con sus estudiantes y los demás de los trabajadores. Los maestros en los 1930’s lucharon de este modo, y al hacer esto, sucedió dos tendencias muy significativos en el sindicalismo de los maestros. Una tendencia en el sindicalismo de maestros exigió organizando a los maestros como profesionales y prosiguiendo relaciones colaborativos con los administradores y la Mesa Educativa, con el fin de lograr que los patrones de educación hagan mejoras graduales a las condiciones de trabajo para los maestros. Se sostuvo que el efecto de propagación de estas mejoras también serviría los intereses de los estudiantes. Esta tendencia sigue viviendo en el liderato de los dos mayores sindicales de maestros: la Federación Americana de Maestros (AFT) y la Asociación Nacional Educativa (NEA).
La otra tendencia en el sindicalismo de maestros fue dirigido por los comunistas para organizar a los maestros como trabajadores. Los maestros lucharían por mejora escolares al lado de los estudiantes y padres, y organizar barrios enteros para sentir la fuerza de acción colectiva en exigiendo cambios en sus escuelas locales. Arraigada en las masas de clase trabajadora, creció un movimiento sindicalista de maestros en toda la ciudad de maestros: el sindical de maestros de la Ciudad de Nueva York (TU).
Desde su principio, el TU lanzo unas campañas masivas anti-racistas en Harlem, Bedford-Stuyvesant, Williamsburg y el Bronx del Sur contra directores escolares abusivos, para reparaciones a los edificios escolares deteriorados, y por la dotación de personal en las escuelas negras y latinas con maestros con experiencia.
Una llamada comunista a los maestros: servir a la gente
En los 1930s-1940s, el sindicato dirigido por los comunistas (TU) era la organización principal de maestros en la ciudad. Los patrones de la ciudad fueron cuidadosos de nunca reconocer a este sindicato como el representante negociadora oficial de los maestros de la ciudad. No obstante, el TU lanzo las luchas para reducir el tamaño de clase y prohibir la discriminación género en prácticas de contratación (gano y perdió luchas para hacer ilegal el establecido segregación racial en el estado de Nueva York), el proceso adecuado para maestros provisionales y licenciados, y el establecimiento de guarderías bajo existentes mesas directivas por todo el estado.
El TU lucho para ganar a los maestros a que se unieran a los comités contra la guerra, anti-fascista, social y desempleo. Más allá de archivar penas, lucharon a que los maestros se unieran a los comités de historia laboral, la libertad académico, póliza educacional y financias. Todos los esfuerzos dirigidos por los comunistas afecto para profundizar el compromiso de los maestros a la clase trabajadora en general y a la clase trabajadora negra el particular.
Una columna regular del profesor Doxey Wilkerson de la Universidad Howard en la edición de marzo, 1938 del periódico TU, New York Teacher (Maestro/a de Nueva York), diseño los intereses de la lucha contra la escolarización segregada en la Ciudad de Nueva York.
Doxey Wilkerson alego que el sistema educacional de NYC aseguraba que los negros seguirían bloqueados en la jerarquía de casta americana. A pesar de la ausencia de la discriminación racial de jure en el norte, sin embargo, el racismo todavía era una realidad, y la institución donde el racismo ha mostrado más alto su feo rostro era el sistema escolar…Wilkerson declaro que “una crucificacion mental” intencional se estaba llevando acabo. En las escuelas de Harlem, a los estudiantes negros no les permitían usar las albercas, fueron asignados asientos atrás del aula, y fueron excluidos de actividades extracurriculares y eventos sociales. Así, el niño negro, a fuerza, realizo que no era parte integral del grupo social en que estaba arrojado, sino que él era algo aparte, aislado, condenado al ostracismo, de alguna manera no era igual a sus compañeros. (Reds at the Blackboard, autor).
Al aproximarse la Segunda Guerra Mundial, el TU caracterizo el Jim Crow Norteño como el Nazismo Americano y los actos visibles del racismo como acciones de una quinta columna – una fuerza domestica comprometida a la victoria del Alemania de Hitler.
Los fascistas enciendan los fuegos; los liberales entregan los combustibles
Desde el momento en que la Revolución Bolchevique del 1917 logro la victoria comunista, la clase gobernante EE.UU. lanzo con exageración una larga tradición de guerra viciosa anti-laboral que incluyo repetidas matanzas dirigidos por el estado contra los trabajadores en huelga. Leyes de Extranjeros y de Sedición revocaron las protecciones legales de sospechosos revolucionarios. La decisión Schenck v. U.S. Supreme Court legalizando el encarcelamiento de oradores de calle contra el imperialismo y las redadas organizado por el abogado general A. Mitchell Palmer, resulto en la más grande deportación masiva de radicales políticos en la historia de los Estados Unidos.
Esta cruzada anticomunista continúo en las escuelas de NYC, cruzando los gobiernos demócratas y republicanos de la ciudad y alcanzo su máximo en los 1950s. Juramentos de fealdad para los maestros impuestos durante la Primera Guerra Mundial fueron actualizados con lenguaje anti-comunista. Los principios de los 40’s trajo el asalto del comité estatal NY Rapp-Coudert, encargado de sacar a los maestros comunistas, resultando en el despido de más de 40 profesores del colegio CUNY el Manhattan. Envalentonados, el 1948 los patrones emigraron sus depuraciones a las escuelas públicas de NYC, y ampliaron la investigación documentada de más de 1,100 maestros con más de 400 siendo despedidos/jubilados/resignando para mediados de los 50’s. El sindicato de maestro (TU) seguiría, con su membresía e influencia disminuyendo hasta su disolución en 1964.
Ni un solo maestro con cargos fue encontrado de ser ineficaz en el aula o de adoctrinar a los estudiantes. Al contrario, estos maestros fueron considerados alto respeto por las colegas y padres, dedicados especialmente a la misión de educación de calidad para todos. Los padres, maestros y grupos comunitarios protestaron los primeros ocho suspensiones de los maestros comunistas en 1948 con cartas y reuniones. Cuarenta y ocho maestros en la escuela de Alice Citron en Harlem escribieron a Jansen que Alice Citron había “trabajado incansablemente a favor de los niños”; un desfile de madres de Harlem era un testigo al mismo efecto durante el subsiguiente juicio de Citron y los siete más maestros.
El liderato sindical nacional del AFT asistió a la clase gobernante en las depuraciones de maestros comunistas dentro el sistema escolar en cada fase. Hasta lanzaron su propio esfuerzo de seis años para despojar la carta del TU por el delito de elegir comunistas al liderato sindical, imponiéndolo en 1941, contra los deseos de miles de maestros de NYC quienes votaron por un liderato comunista. La inactividad del AFT en la campana para cambiar maestros a informantes unos contra otros mediante los 40’s y 50’s el NYC estableció la base para el advenimiento del UFT el 1960-61.
A pesar de esta situación debilitante, el Sindicato de Maestros (TU) no se disolvió inmediatamente. Al contrario, el sindicato lanzo campanas para eliminar libros de texto racistas e intolerantes de las aulas, contratar a más maestros negros y promover el Mes de la Historia Negra. El TU se convirtió a una voz principal en el movimiento de derechos civiles en NYC, en desafiando las pólizas raciales discriminatorias de la Mesa Directiva de Educación.
Debilidades en el trabajo del CPUSA en las escuelas
Después de la Segunda Guerra Mundial, una noción letal surgió que la clase trabajadora ya no necesitaba un partido comunista revolucionario; que podía existir “la coexistencia pacífica” entre la Unión Soviética y el imperialismo EE.UU. Las razones por este retiro están discutidas en numerosos documentos del PLP, incluyendo El Camino a la Revolución, I-IV.
Los patrones EE.UU. fueron animados por el retiro comunista, y lanzaron otra onda de ataques anti-comunistas en los 1950’s. Aunque los maestros comunistas nunca dejaron que estas depuraciones afectaran la organización masiva anti-racista, estos comunistas siguieron el liderato del movimiento internacional y se retiraron más lejos todavía de la revolución. Por todo el mundo, el colapse del movimiento comunista internacional ya se encontraba en pleno desarrollo.
Por otra parte, comunistas revolucionarios formaron el Partido Laboral Progresista (PLP) y surgieron para heredar las fortalezas del viejo partido comunista USA (CPUSA); ¡esta vez, para luchar todo el camino por el comunismo! Los PListas sabían a ese entonces y las nueva generaciones saben ya que nunca puede haber ninguna “coexistencia pacífica” con el capitalismo. Como en el pasado, los comunistas de hoy están trabajando para organizar una lucha inflexible contra el racismo y la segregación en las escuelas de NYC. Mientras el Departamento Educativo de NYC persigue un nuevo esfuerzo para depurar a los comunistas de las escuelas, la clausura del pasaje del Manifesto de Marx de 1948 sigue siendo nuestra guía: “Los comunistas niegan de ocultar sus propósitos y objetivos. Que las clases gobernantes tiemblen por la revolución comunista. Los proletarios no tienen nada que perder más que sus cadenas.”
Los amigos del PLP tal vez vean los ataques de la clase gobernante sobre el comunismo como un retroceso absurdo de los 1950’s. Pero los fracasos capitalistas son endémicas: el impulso hacia la guerra, agravando la desigualdad, el crecimiento del racismo y el fascismo – estas crisis exigen una solución, y millones buscan una salida. El comunismo es esa salida. Los gobernantes saben que el comunismo sigue siendo una amenaza, no importa que pequeño el número de comunistas sea. ¡Ayuden a dar liderato a la sociedad hacia el día cuando los trabajadores como los valientes miembros del sindicato de maestros (TU), estén en poder – respondan a los ataques patronales uniéndose al partido comunista revolucionario, el Partido Laboral Progresista!
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Pitnisky parte II: prisión, escape & exilio
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- 01 Septiembre 2017 73 visitas
Osip Piatnitsky fue un líder revolucionario que desempeñó un papel clave en la organización de la clase trabajadora antes, durante y después de la revolución bolchevique de 1917. Gran parte de esta serie de tres partes fue tomada de sus memorias, La vida de un bolchevique. La primera de las tres partes de la serie miró los primeros años de vida de Piatnitsky y su papel en garantizar la propaganda comunista, incluido el periódico bolchevique İskra. La siguiente parte trata de su vida mientras estaba en prisión y en el exilio bajo la Rusia zarista, llevando al año de la revolución bolchevique, el primer estado obrero exitoso en la historia. A cada vuelta, cualquier logro fue hecho posible por las masas y trabajando colectivamente.
A principios de marzo de 1902, Osip Piatnitsky viajaba con un camarada para asegurar la ruta subterránea al contrabando de su periódico, Iskra, de Alemania a Rusia. Fueron detenidos y enviados a la prisión de Kiev en Rusia.
Dentro de la prisión, cientos de estudiantes arrestados protestaron, creando tal alboroto, multitudes de la ciudad distante llegaron a las puertas de la prisión. Fue en esta prisión donde Piatnitsky tuvo tiempo de ser maestro de literatura marxista. A los 17 años, tenía cuatro años de organización.
La Gran Escape de Kiev
Se hicieron planes para escapar. Por semanas de preparación: conseguir escaleras, un agarre, dinero, direcciones en Kiev, practicar una pirámide humana la altura de la pared del patio, cantar en coro, batiendo una lata para enmascarar el sonido de los fugitivos que suben en la pared exterior compuesta en parte De estaño, obteniendo vino para que los guardias estuvieran ebrios y polvo para dormir con el que mantenerlos inconscientes, todo adquirido desde el exterior.
¡A través de la organización colectiva, se escaparon! Pero las direcciones de la casa segura de Kiev estaban equivocadas. Tuvieron que viajar en taxi toda la noche para evitar ser detectados. De los 11 hombres involucrados con Iskra, 10 sobrevivieron a la fuga y llegaron a Alemania según el plan.
Odessa: Los soldados se unen
En enero de 1905, Piatnitsky llegó a Odessa. Antes del levantamiento del 22 de enero y de la marcha en el palacio del zar, fue arrestado con otros en una reunión. La policía dejó a los soldados para protegerlos. Con la ausencia de gendarmes (policía armada francesa) desgarraron todos los papeles. Cuando la policía regresó, cuestionaron quién había destruido los papeles. Los soldados respondieron: “TODOS”.
Los camaradas y muchos otros de todos los sectores de la política permanecieron encarcelados sin juicio durante cinco meses. Cuando fueron liberados en espera de un juicio futuro, Piatnitsky decidió no comparecer en el juicio y se fue a Moscú.
Reconocido como “inocente”
En 1907, muchos fueron arrestados;La sombra de los detectives contra Piatnitsky aumentó. El Partido sugirió que saliera de Moscú. En su ciudad natal, fue arrestado. Debido a las diferencias en sus varios cuadros del pasaporte, los gendarmes no podían identificarlo. En esta época, las cárceles estaban llenas de campesinos e intelectuales rebelándose contra los terratenientes. Con las torturas en curso y la puesta en escena de los juicios, mantener la identidad de Piatnitsky segura también significó la seguridad de muchos otros asociados con él.
Lo llevaron a pie a una ciudad donde nunca había estado, con un jefe de policía notoriamente viciado. Varios días más tarde, esperando en una celda donde muchos habían sido torturados, fue llamado para ser reconocido. Fue “reconocido” por ser inocente por cinco personas en esa ciudad que nunca lo habían visto antes. De regreso a la celda, un desconocido se le acercó y le entregó cinco rublos. Se dio cuenta de que sus familiares y amigos habían organizado el “reconocimiento”.
Engañado por Provocateur
En junio de 1914, traicionado por un provocador que lo había fotografiado deliberadamente en París con otros camaradas para que pudiera ser identificado, Piatnitsky fue detenido, puesto en solitario durante 2 meses y medio y condenado a ir a la Siberia. Antes de ser trasladados, se enteró de que la Primera Guerra Mundial había comenzado y recordó que la guerra russo-japonesa provocó las revueltas de 1905.
En enero de 1915, él y otros 60 compañeros y criminales se vieron obligados a marchar 250 millas. Pasaban las noches en cabañas campesinas. Las aldeas más grandes sostuvieron a muchos presos políticos exiliados donde los campesinos los recibieron calurosamente. Piatnitsky se vio obligado a caminar hasta el pueblo más alejado de Siberia: Fedino, debido a su reputación de escape de Kiev.
Toma una aldea colectiva
Fedino era más próspero que las aldeas por las que habían pasado y consistía en 40 hogares que cultivaban tierras fuera del pueblo. La economía no era colectiva en lo más mínimo; Hombres y mujeres de la misma familia mantenían cuentas separadas. Nadie aprendió a leer y escribir.
Durante los dos años siguientes, 23 exiliados vinieron a vivir en Fedino. Unos pocos condenados por decretos administrativos recibieron ocho rublos al mes. Los deportados no recibieron nada.
Los exiliados trabajaban en comidas comunitarias, compras colectivas y división equitativa de alimentos y víveres. Para sostener su cordura, los exiliados leyeron material proporcionado por el “Congreso de Exiliados” local. Piatnitsky enseñó a leer a los niños de la familia campesina.
La nieve a veces era de seis pies de profundidad. El año pasado, todos los artículos básicos desaparecieron de los mercados de la ciudad. Organizó una cooperativa con los campesinos, necesaria para la supervivencia de todos.
En la noche del 9 de marzo de 1917, él yacía en su habitación en la oscuridad sin contestar la puerta, la única vez en sus memorias admitió la depresión. A última hora de la tarde, un exiliado de fuera de Fedino se apresuró a anunciar que se había producido una revolución burguesa en Rusia (la Revolución de Febrero). Piatnitsky tenía una pregunta ardiente: ¿qué partido organizaría más rápidamente -el partido que dirigía el proletariado y el campesinado o el partido de la burguesía?
Más tarde, los campesinos de Fedino entregaron a Piatnitsky el sello del pueblo y todos los atributos de la guardia. Después de partir hacia Moscú, supo que durante el resto de 1917 los campesinos fedinos, encabezados por exiliados que permanecían allí, las batallas de la guerrilla contra las bandas Kolchak.
Seguridad: Construir el Partido
Como vimos, la seguridad de Piatnisky estaba en manos de las masas. Ya sea escapando de la prisión, cayendo bajo el radar de la policía, o la supervivencia desnuda, era posible cuando la conciencia de clase se planta profunda y amplia. De la misma manera, la seguridad del trabajo comunista hoy está en manos de la clase obrera: todos los comunistas y amigos deben construir una base dondequiera que estén: trabajo, escuela, militar, granja o prisión.
Un tercer y último artículo abordará algunas razones por las que una revolución no tuvo lugar en el país organizado por los sindicatos de Alemania, como predijo Marx. El contraste de la vida política en Alemania con las revueltas en Odessa y la lucha entre mencheviques y bolcheviques por la publicación del periódico en Samara (cerca de San Petersburgo) reflejarán la intensificación de la represión en Rusia desde 1908 hasta 1914.