NYC, 16 de enero - ´´La Cruz Roja, Cruz Doble, Cruz Roja, Cruz Doble´´ corearon los sobrevivientes de Sandy y sus apoyadores incluyendo miembros del Partido Laboral Progresista y amigos mientras protestaban al frente de la oficina central de la Cruz Roja en la Ciudad de Nueva York por la segunda vez. Hace cinco semanas, los evacuados de Far Rockaway que se conocieron en el refugio los pusieron en hoteles en Manhattan y Queens sin fondos para comida, ropa ni otros suministros. Después de manifestar en la Cruz Roja, les dieron asistencia por un mes. Ahora se había acabado y la gente estaba desesperada.  
En todas las propagandas para recaudar dinero la Cruz Roja dice ayudar los sobrevivientes de Sandy. En realidad muy poco del dinero recaudado va a ayudar a las victimas de la clase obrera y sus sobrevivientes. Mucho del dinero se queda en los cofres de la Cruz Roja y paga los salarios y beneficios de los administradores. Una de las anteriores líderes de la Cruz Roja es Elizabeth Dole, la esposa del ex contendiente presidencial Bob Dole.
Durante nuestra acción, varios voceros de la Cruz Roja nos dijeron que no iba a venir más dinero. ´´Ya los ayudamos suficiente, no hacemos viviendas.´´ dijeron. Sin embargo, después de que esta declaración tan fuerte saliera en varias estaciones televisivas, la Cruz Roja con cara roja lo volvió a pensar, y algunas victimas comenzaron a recibir ayuda monetaria y vivienda.
Dos meses y medio después de la devastación que Sandy causó, todavía hay por lo menos 3500 familias en hoteles en Nueva York y Nueva Jersey y 800 adultos viviendo en hoteles pulgosos y Organizaciones Non Gubernamentales, FEMA (Agencia Federal para el manejo de Emergencias), el Estado de Nueva York, la Cruz Roja, el Ejercito de Salvación y otras agencias ´´sin fines de lucro´´ todavía los están barajando como cartas de juego entre refugios, hoteles y moteles. Le están prometiendo apartamentos en Viviendas de la Ciudad, pero no han mudado a nadie. Han listado apartamentos para gente de bajo salario en la pagina web de FEMA que terminan no siendo disponibles para aplicantes de FEMA.  
Los sobrevivientes de Sandy que conocemos y sus hijos ahora están en hoteles y moteles en Queens y Manhattan, les han prometido ayuda en encontrar vivienda económica, cuidado de salud, ya que no pueden ir a su instalación medica regular incluso SI no fue destruida, escuelas accesibles para sus hijos, ayuda financiera y obreros de casos que los puedan ayudar a navegar por la infinidad de cinta roja. Han recibido promesa después de promesa, casi todas han sido sin significado. A cambio los políticos y las organizaciones´´sin fin de lucro´´ están pagando cientos de dólares por noche en un cuarto de hotel.
Esto les beneficia a los empresarios dueños de hoteles que pueden mantener sus hoteles llenos y dinero entrando incluso cuando no hay turistas. Por su puesto NO hay lugar donde cocinar en estos cuartos. En la mayoría de los casos han quitado los microondas y refrigeradores antes de dejar que entren los sobrevivientes a los cuartos. Entonces, tienen que comprar toda la comida lista para comer que especialmente en el centro de Manhattan es imposible en cualquier salario de clase obrera.  
Pero estos sobrevivientes y sus amigos se están uniendo para luchar. Esta demonstración en la Cruz Roja fue parte de una lucha continua, incluyendo acciones en las oficinas de Fema y otras del gobierno. Debemos unir las luchas de los sobrevivientes de Sandy, los conductores de buses escolares y chaperonas y todos los miembros de la clase obrera. Los políticos y los multimillonarios a los que sirven están aterrorizados de nuestra unidad. Usan racismo, sexismo, religión, nacionalismo para mantenernos divididos. Nosotros, la clase obrera, somos muchos y cuando estamos unidos somos fuertes. Con nuestra unidad podemos continuar nuestras luchas. Más importante, podemos crear una revolución para destruir todo este sistema capitalista donde la mandada de multimillonarios vive de nuestra sangre, sudor y lágrimas. Podemos crear un mundo comunista de colectividad y compartimiento liderada por la clase obrera.

ALBANY, NY, 8 de enero — Más de 600 trabajadores se plantaron aquí para luchar contra el cierre del hospital Downstate, frenar los despidos y conservar los servicios a los pacientes.  Se levantaron a las 4 am y usando un día de vacaciones se subieron a los autobuses y se dirigieron a la capital del estado.  Mujeres negras y latinas dieron liderato, trayendo a sus familias y amigos.  El cierre o privatización de este hospital que sirve a la población predominantemente negra y latina de Brooklyn central donde la necesidad de servicio de salud es muy alta es un ataque sexista y racista.  Al final son los pacientes quienes pierden la vida, además que será la causa de muerte de su comunidad.   El despido de 400 trabajadores y la amenaza de más despidos ya ha devastado a estos trabajadores y el cuidado del paciente.   Es más, la privatización ya empezó.  Se ha contratado a personal de limpieza no sindicalizada para reemplazar a los despedidos.  
Cientos de puños al aire en un silencioso palacio legislativo estatal, representa su compromiso de lucha.  Presentaron los hechos claramente: Downstate atiende  unos 400,000 pacientes, muy necesitados, anualmente; 15,000 peticiones colectadas por los trabajadores y sus aliados le presentaron los hechos al gobernador Cuomo, quien los ignoro.  Cuomo ha planeado los recortes a la salud por años.
Steven Berger, magnate de Wall Street, fue nombrado por Cuomo para dirigir una comisión – en la cual se encuentran dos líderes del sindicato Service Employees International Union’s 1199 Healthcare Workers East – para destruir el servicio de salud en Brooklyn.  
El plan de Cuomo, similar a recortes alrededor de EEUU, destruye la seguridad laboral y los logros obtenidos por los trabajadores durante las luchas de las décadas de 1930, 40, y 60 en el área de servicio de salud.  El éxito de los patrones en deteriorar el servicio de salud se extenderá.  
Los liderzuelos del sindicato pro-capitalista AFL-CIO y el jefe del sindicato estatal Civil Service Employees Association (que representa a cientos de miles de trabajadores del estado de NY) rehúsan dirigir una ofensiva contra los recortes.  Una lucha masiva podría dirigir el apoyo en nuestras comunidades y mantener los hospitales abiertos.  En vez de plan de acción, ¡obtuvimos un discurso motivacional y rezos!
Muchos trabajadores estaban frustrados con el show y se quejaron, “¿O qué?” y “¿Qué más?” Algunos de nosotros tratamos de entonar una consigna “¡Tomemos Downstate!” ¡La energía en potencia de los trabajadores fue aplastada por los liderzuelos sindicales, ministros y políticos!
El Partido Laboral Progresista tiene el compromiso de dirigir una lucha de clases militante para mantener abierto Downstate,  devolverles su empleo a los trabajadores y luchar por servicio de salud para todos.  Pero también sabemos que un sistema basado en las ganancias no creara empleos ni proveerá servicio de salud decente.  Y se tiene que acabar.  A los patrones, quienes controlan este sistema, les importa un pepino nuestra salud o necesidades.  Ellos están en una lucha competitiva con sus rivales capitalistas foráneos.  Su meta es usar los fondos que deberían ir a la salud para financiar sus guerras, esperando mantener su dominio sobre los recursos mundiales y la explotación de la clase trabajadora internacional.  
Su sistema está diseñado para mantener la mayor parte de la riqueza mundial en manos de los capitalistas quienes siempre nos sacrificaran por ello.   Nosotros necesitamos desarrollar el liderato para construir un mundo comunista egalitario en donde la sociedad este organizada para llenar las necesidades de los trabajadores.

Sur de Israel-Palestina, 12 de enero de 2013. Más de dos docenas de activistas de la clase trabajadora, tanto judíos como internacionales, vinieron a mostrar su solidaridad con tres de las llamadas “aldeas” no reconocidas en el Neguev. Dos PLPistas se unieron a esta importante visita para dar apoyo a la lucha contra la segregación, desalojos y demoliciones racistas en el sur.
Aproximadamente 150.000 beduinos viven en el Neguev, la gran mayoría en el área llamada “Siag”. Una pequeña reservación entre la ciudad de Beer Sheva, y las ciudades de Omer y Dimona. Antes de que el Estado de Israel fuera establecido en 1948, los beduinos vivían en todo el Neguev (que es el 60% de la tierra de Israel-Palestina) y tenían su propio sistema pre-capitalista de propiedad tribal de la tierra. La mayoría de los beduinos fueron expulsados del Neguev entre 1947 y 1959, y el resto se vio obligado a volver a asentarse en la zona Siag.
Hasta 1967, al igual que todos los árabes bajo dominio israelí, vivieron bajo la ley marcial y su movimiento estaba estrictamente limitado. En la década de los 1960s, el gobierno israelí decidió establecer la comunidad de los beduinos - antiguamente pastores y agricultores semi-nómadas - en pueblos densamente poblados. Una de las razones de éste cambio fue quitarle al campesinado beduino su tierra ancestral haciéndola propiedad estatal, en beneficio del movimiento sionista y sus ricos aliados occidentales, EEUU y Europa. Otra razón fue obligar a los beduinos a convertirse en asalariados al servicio de los patrones de Israel.
En la actualidad, la mitad de la población beduina en el Neguev entero vive en siete ciudades sin planificar, donde no hay puestos de trabajo y donde el crimen, el desempleo y las drogas son pan de cada día. El resto vive en aldeas que carecen de infraestructura adecuada, como agua corriente, alcantarillado o electricidad, y sin servicios como la sanidad o la educación. Por lo general tienen que conformarse con generadores, pozos improvisados y viajes de larga distancia para llegar a un hospital o a una escuela.
Prefieren vivir en condiciones miserables en lugar de trasladarse a otra ciudad por dos razones. Primero, si salen de su tierra ancestral, el estado, lo más probable es que la confisque. En segundo lugar, es mejor ganarse la vida como pastores de poca monta en las “aldeas no reconocidas” que sufrir el desempleo crónico en la ciudad “planificada”. 93% de la tierra dentro de la “línea verde” es propiedad del Estado de Israel y gestionada a través del “Fondo Nacional Judío” (FNJ) y la Administración de Tierras de Israel, los cuales tienen fuertes agendas y visiones racistas-sionistas (judíos ultra nacionalistas) Al FNJ le gusta presentarse a sí misma como organización “ecológica” que trabaja en “la floración del desierto”. En realidad, su trabajo es asegurarse de que la tierra sólo pueda ser utilizada por el Estado de Israel y los ricos magnates estadounidenses de bienes y raíces, como Ronald Lauder, que desean ampliar sus negocios
La primera visita durante nuestro viaje fue a la aldea beduina de Bir Hadaj. Los aldeanos beduinos tienen títulos de propiedad tierra desde 1904, pero a mediados de la década de 1970 fueron movidos por el estado a muchos kilómetros de ahí. En la década de 1990, a los aldeanos se les prometió cinco dunums (aproximadamente 1.25 acres) de tierra por familia nuclear, tanto para la vivienda y uso agrícola.
El gobierno, sin embargo, pronto rompió su palabra y dijo que sólo daría 2.5 dunams (aproximadamente 0,75 acres) a cada familia, y, por último, sólo un dunam (aproximadamente un cuarto de acre. Todo esto se hizo mientras los agricultores ricos con las conexiones “adecuadas”  con el gobierno, recibieron miles de acres en “granjas individuales” de forma gratuita o por una suma irrisoria. No hay empleo en las cercanías de Bir Hadaj, por lo que la agricultura es la principal fuente de sustento a disposición de los beduinos, y sin mucha tierra, están condenados a la pobreza.
Los pobladores protestaron contra el plan estatal de convertir Bir Hadaj en una ciudad fantasma, sin agricultura y sin ningún tipo de empleo. Desde que se opusieron al plan estatal, no ha habido ningún otro plan oficial para Bir Hadaj. Por lo tanto, de ninguna manera se les concede a los beduinos permisos de construcción para sus casas. El Estado utiliza esto como una excusa para demoler las casas del pueblo, por lo general con brutalidad policial durante el proceso, con el fin de ejercer presión sobre los pobladores y obligarlos a aceptar el plan de urbanización.
Frente a este tipo de terrorismo de estado racista y robo de tierras, los habitantes del pueblo han unido sus fuerzas con los activistas de todas las etnias en Israel-Palestina, y están organizando una lucha por la tierra y medios de subsistencia.
Después de Bir Hadaj, visitamos la aldea no reconocida de Wadi al-Naam. El Estado de Israel, ha cambiado el uso del suelo en está comunidad, permitiendo a fabricantes de químicos, e incluso, un plan de energía que se construirá allí con el fin de obligar a los campesinos a abandonar. Los pobladores son envenenados por la contaminación del aire, tanto de las turbinas y la radiación electro-magnética de los generadores y líneas eléctricas. Wadi al-Naam tiene la mayor tasa de cáncer en todo Israel-Palestina.
El estado ha ofrecido remover a los aldeanos de wadi al-Naam a Segev Shalom, otro pueblo sin planificar, que no sólo sufre desempleo, pero también, como Wadi al-Naam, la misma contaminación mortal. Otros reasentamiento e ideas propuestas por los habitantes del pueblo fueron rechazadas por el Estado.
Terminamos nuestro recorrido en el pueblo de al-Araqeeb, al lado de la ciudad también sin planificar de Rahat, cerca de Beersheba, ¡Que fue demolida no menos de 42 veces! Por parte del Estado de Israel en los últimos dos años y medio. Una vez más, los aldeanos tienen títulos de sus tierras, pero esto no es de interés para el FNJ y el gobierno. Hablan todo el tiempo acerca de cómo proteger la “propiedad privada”, pero sólo se preocupan por la propiedad de los ricos.
Esta visita puso de relieve los horrores de la segregación sionista, donde los trabajadores y campesinos beduinos sirven en el ejército y pagan impuestos, pero son arrojados de sus tierras y rara vez consiguen un trabajo decente. No hay capitalismo sin racismo, ni en Israel-Palestina ni en el resto del mundo. Pero nosotros, los trabajadores y campesinos de todas las etnias y naciones, tenemos que confiar unos con otros cuando luchamos contra el robo racista de tierras y el capitalismo. ¡Finalmente vamos a ganar!

Dacca, Bangladesh, 27 de enero- Asesinaron a siete jovenes trabajadores de  la costura y 50 mas fueron heridas ayer cuando un incendio mortal ocurrio  una vez mas en una fabrica de costura donde  laboran mayormente mujeres, con pocos sistemas de seguridad. ´´Cuando trate de escapar por la salida de emergencia, encontré el porton con llave´´ dijo Raushan Ara del periódico de Prothom Ala aquí. Muchos obreros saltaron por las ventanas del segundo piso para tratar de escapar de las llamas.  
´´No encontramos los extinguidores de incendio. No encontramos ningunas medidas de seguridad,´´ un oficial del departamento de bomberos le dijo al New York Times (1/27).
La Smart Garmen Export Company es una de las 5,000 fabricas de ropa del país que manufacturan prendas para tiendas del por menor conocidas en el Oeste. Este es el 33 incendio serio desde el 2006, que ha matado mas de 700 obreros. Sigue la atrocidad de noviembre en Tazreen Fashions que mató a 112 obreros quienes manufacturan ropa para tiendas como Walmart,  Gap y Sears. Ese incendio empujo a millones de obreros a que se tomaran las calles y huelgas que cerraron la mayoría de la industria por días.  
Mientras el gobierno conducía muchas inspecciones notorias después del incendio, no significan nada dado que nada ha cambiado en la industria por décadas. No han culpado ni un dueño de las fabricas por las muertes en todos los 33 incendios.
Esta industria del país de $19 mil millones de tejidos es la segunda en el mundo después de China. Recogen sus ganancias por encima de los cadáveres y condiciones esclavistas que sufren sus millones de obreros mayormente mujeres, otro ejemplo de esta opresión especial que las mujeres padecen bajo este sistema. Es este empuje capitalista por ganancias máximas que es la raíz de la explotación de estos obreros. Continuará hasta que los obreros se vuelvan parte de un partido comunista revolucionario que comenzará un incendio por todo el mundo y extinguirá este sistema infernal.