La creciente ira de las más de 90 personas que asistieron a la jornada de enseñanza sobre Gaza en el valle del Hudson era palpable mientras la audiencia escuchaba a tres oradores activistas explicar por qué el gobierno de los EE. UU. financia incondicionalmente el genocidio israelí en Gaza. Los activistas locales también inspiraron a la audiencia con breves informes sobre su participación en manifestaciones contra los fabricantes de guerra locales, una campaña para lograr que un consejo municipal local aprobara una resolución de alto el fuego y campamentos estudiantiles en SUNY New Paltz y la Universidad Rutgers. Después del programa formal, la audiencia se reunió en pequeños grupos para hacer preguntas, compartir sus propias historias de activismo y discutir cómo y qué hacer a continuación.
Miembros y amigos del Partido Laboral Progresista que participan activamente en Voz Judía por la Paz, Respuesta a la Crisis de Oriente Medio y otros, ayudaron a planificar y organizar la jornada de enseñanza. Creíamos que era importante centrarse en las motivaciones económicas que se esconden detrás del apoyo incondicional de los EE.UU. a Israel. Ayudar a organizar la jornada de enseñanza nos dio la oportunidad de conocer a nuevas personas, a algunas de las cuales pudimos presentar al PLP mientras enfatizábamos la importancia de construir la unidad entre judíos y palestinos como la única manera de desafiar la agenda imperialista de los EE.UU. en la región.
“La razón del apoyo de Estados Unidos se remonta a los recursos, principalmente combustibles fósiles, pero también a la necesidad de rutas comerciales y de control económico y geopolítico de la región”, dijo el primer orador, un médico jubilado y activista, quien explicó que “Estados Unidos está compitiendo con China y sus aliados por la supremacía mundial, e Israel es el único país de la región con el que Estados Unidos puede contar a medida que más países árabes se alejan de Estados Unidos”. Es por eso que Estados Unidos no va a dar marcha atrás en su apoyo al genocidio , que ya ha matado a más de 40.000 personas, herido a decenas de miles más y convertido a Gaza en un páramo.
Después de que un segundo panelista hablara sobre el aparato de propaganda del gobierno israelí, el último orador habló sobre el movimiento de resistencia que ha involucrado a decenas de miles de personas en los EE. UU. y hasta qué punto las represalias contra quienes resisten a la ocupación se han centrado en gran medida en los medios de comunicación “liberales” como el NYT y la CNN, en ciudades lideradas por liberales como Nueva York, Los Ángeles, Chicago y en universidades “liberales” de élite como Columbia, NYU y Harvard. El hecho es que la administración “liberal” de Biden/Harris ha sido el proveedor de armas para esta guerra genocida con el apoyo de ambos partidos políticos.
En los debates en grupos posteriores a las tres presentaciones, el tema común entre los participantes, que incluían estudiantes, miembros de la comunidad y trabajadores, fue “¿cómo podemos involucrarnos?” y “¿qué podemos hacer para detener el genocidio?”.
Después de la charla, un grupo de una docena de nosotros salimos a cenar para continuar la conversación y, en algunos casos, hacer nuevos amigos. Como la guerra se ha extendido al Líbano en las últimas semanas y los EE. UU. bombardean Yemen, es más importante que nunca que estemos inmersos en el movimiento contra la guerra para llevar adelante la lucha por el internacionalismo en lugar del nacionalismo y por la revolución comunista. Trabajar con gente nueva tan enojada y decidida como nosotros a oponernos a las políticas exteriores genocidas de los Estados Unidos no solo nos llevó a hacer nuevas amistades, sino que también ayudó a fortalecer nuestra confianza en que es posible un movimiento de masas para poner fin al capitalismo.
