LOS ANGELES, 21 de Febrero — La consecuencia de lo ocurrido en Ferguson, fue la motivación de los estudiantes de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA) de luchar en contra del racismo y la brutalidad policiaca en el campus.  Los patrones universitarios han respondido organizando foros sobre “vigilancia con equidad” y promoviendo una nueva posición de vice-canciller de “diversidad, equidad, e inclusión.”
Muchos militantes del Partido Laboral Progresista protestaron en Ferguson contra la decisión de no formular cargos en contra del policía asesino Darren Wilson,  y fueron arrestados.  Uno de los PLPestas le sugirió a los estudiantes aquí que organicen su propio foro para señalar como el sistema universitario es cómplice perpetuando y produciendo las ideas racista que respaldan el terror policial contra la clase trabajadora negra y latina.  
Universidades producen racismo y sexismo
La semana pasada, varias organizaciones de estudiantes se unieron en un foro sobre diversidad en el plan de estudios y estudiantado de los programas de pos grado de UCLA.  Un estudiante involucrado en Black Lives Matter,  hablo primero sobre porque los estudiantes necesitan involucrarse en acciones de lucha contra la vigilancia racista de los estudiantes en el campus.  Le siguió un estudiante del PL con una presentación de fotos de su visita a Ferguson y hablo de su experiencia luchando contra la policía.  
Es importante involucrarse en campañas demandando diversidad en el estudiantado.  También es importante revelar que el sistema universitario es otro órgano de la norma capitalista.  La primera universidad en EEUU fue Harvard, creada para entrenar a la siguiente generación de ministros, magistrados y oficiales públicos en la colonia Massachusetts Bay.  La historia de las universidades en Estados Unidos está arraigada en la esclavitud.  La santísima trinidad de esclavitud era; la iglesia, el estado y la universidad.  Las universidades fueron importantes en el desarrollo del racismo científico para justificar la esclavitud y el genocidio.  La historia vislumbra la naturaleza de las universidades bajo el capitalismo.  
El racismo en la educación en EEUU puede comprenderse como un facilitador de la economía política del capitalismo, el cual es construido sobre la súper explotación de trabajadores negros, latinos e inmigrantes.   Muchos trabajadores negros y latinos solo tienen acceso a entrenamiento vocacional para llenar las filas de trabajadores necesarios en sectores con bajos salarios como la industria de salud, oficinas, y sector público.  Algunos llenaran la necesidad en las universidades de investigación, donde se produce el material racista y sexista para la cultura capitalista.   Muchos otros simplemente tendrán acceso a la maquinaria militar imperialista.   Un joven profesor en uno de los departamentos del campus participo y agrego que los facultativos tienen miedo de hablar sobre confrontar el racismo en la universidad porque temen perder sus empleos.  
Foro, El Primer Paso para Avanzar
Este foro fue el primer paso en el proceso de organizar estudiantes y profesores.  Genero mucho entusiasmo y agitación en una parte de la universidad que tradicionalmente ha sido pasiva.  Algunos están comprometidos con el enfrentamiento a los patrones universitarios, quienes dicen que “vigilancia con equidad” es un oxímoron.  El termino muestra claramente la subyacente propaganda capitalista que los estudiantes y policías racistas pueden entenderse.  
Solo la clase trabajadora – no las cortes, policías, ni políticos – pueden ser confiables en la lucha por la equidad.  La igualdad obrera no incluye a los patrones y su gobierno.  Muchos quieren conectar las luchas contra el terror racista policiaco al racismo anti-inmigrante: deportación y detención.   Tenemos mucho que hacer en las universidades.  El continuo desempleo significa que la población estudiantil en las universidades seguirá creciendo.  Y conforme crecen, y ocupan una creciente posición central dentro de la economía política del capitalismo en EEUU, se volverán importantes  centros de lucha política.   Depende de los comunistas dirigir estas luchas hacia la revolución construyendo una extensa red internacional de luchadores.
 

New York, NY 13 de Febrero – Hoy, un chofer del MTA con 30 años de servicio, fue arrestado después que su autobús atropellara accidentalmente a una niña de 15 años, lastimándole una pierna.  La noche de Navidad, otro chofer con casi 8 años de servicio fue arrestado después que atropellara a un hombre de 78 años, quien murió en el accidente.  Ambos choferes, Francisco DeJesus y Reginald Prescott, fueron acusados de no ceder el paso, un delito menor, y han sido suspendidos sin paga mientras se hacen las averiguaciones.  
Así es como el alcalde DeBlasio y el plan racista del NYPD piensan bajar las fatalidades de tránsito, mientras sus policías racistas siguen asesinando.  En el 2013, 176 peatones murieron en accidentes de tránsito.  Después de la trágica muerte de un pequeño en una intersección extremadamente peligrosa, DeBlasio intento enfocarse en conductores irresponsables al bajar el límite de velocidad, agregando luces a 1,000 intersecciones y reguladores de velocidad, y ejecutando rígidas leyes de tránsito.   Los choferes de la MTA no son “conductores irresponsables” son los conductores más prudentes de la ciudad.  Colectivamente manejan miles de millas y mueven a millones de pasajeros todos los días por las calles más transitadas, muchas veces con equipo defectuoso.
Además, la ley que paso el Concejo de la Ciudad, exime a conductores “que trabajan para la ciudad, el estado de Nueva York…” como la policía, bomberos, y ambulancias.  También debe incluir a choferes de autobuses.
El transporte público en todo el país, para los trabajadores negros, latinos e inmigrantes, es uno de los últimos empleos estables con un sueldo razonable, y ahora está bajo ataque.   Además de recortes de presupuesto, privatización e incremento de uso de trabajadores temporales y parciales, muchas ciudades están imponiendo revisión de antecedentes penales a los trabajadores de tránsito.  Los choferes de Washington, D.C. liderados por el PLP, han organizado una lucha masiva contra esto.  Ahora los choferes de NYC son amenazados con cargos criminales por accidentes de tránsito.  Creando una campaña de histeria racista en donde se presenta a los trabajadores detrás del volante como criminales es solo el comienzo de un asalto masivo a todos los trabajadores del transporte público.
El presidente John Samuelson del TWU – 100 ha protestado los arrestos y amenazado con acciones laborales en retaliación.  Pero aún no ha hecho nada, solo ha gritado, mientras trata de que el Concejo de la Ciudad exima a los choferes públicos en la nueva ley.  Parar el sistema público de transporte y tomarse el municipio, aun si es solo por un día, podrá llamarles la atención.  Por nuestra parte, el PLP está organizando un movimiento antirracista entre los trabajadores del transporte público, que pueda responder al terror policial en nuestras comunidades y empleos.  
Construimos un movimiento que pondrá a los trabajadores del transporte público en camino hacia la revolución comunista, donde el transporte público será gratis y seguro y donde los banqueros racistas y los patrones junto con los sudo liderzuelos sindicales serán los que tendrán que ser investigados por criminales. 

El reporte del Procurador General Eric Holder del Departamento de “Justicia” sobre el racismo en la policía y cortes de Ferguson es una cínica estrategia para pacificar a los trabajadores.  El reporte fue publicado el mismo día en que el departamento de Holder anunció que no habría cargos federales contra el policía asesino Darren Wilson por la muerte de Mike Brown.  Cuatro días después, Barack Obama dirigía una, igualmente cínica, conmemoración de la lucha antirracista en Selma en 1965.
Las frenéticas maniobras de los patrones en Missouri y Alabama evocaron recuerdos de la primera campaña presidencial de Obama del 2008, la cual enmudeció lo que quedaba del movimiento masivo contra la guerra e invasión y ocupación de Irak.  
Mientras tanto en la ciudad de Nueva York el alcalde Bill de Blasio juega con el racismo.  Hablando en contra de “stop and frisk” (parar y catear) mientras que los arrestos por “quality of life” (calidad de vida) se han disparado.  Le concedió a los estudiantes musulmanes dos feriados en las escuelas públicas mientras que el NYPD espía a sus padres – la clase trabajadora musulmana.  
Mientras aumentan los llamados para que las tropas terrestres estadounidenses batallen contra el Estado Islámico en Irak y ocupen Afganistán indefinidamente, los políticos liberales lideran la arremetida genocida racista del imperialismo estadounidense.   Desde la primera guerra del Golfo en 1990, el programa de los gobernantes de EEUU de proteger sus campos petroleros del Medio Oriente se ha intensificado.   Pero, los gobernantes saben que un ejército  de conscriptos masivo sería más efectivo que la actual fuerza de “voluntarios,” una estable mescla de enlistados alienados negros y latinos y oficiales cristianos fundamentalistas.   La supremacía blanca esta vivita y coleando en las fuerzas combatientes del EEUU post 9/11.  
Los limitados éxitos reformistas del movimiento de Derechos Civiles fueron posibles por un movimiento global anti-colonialista en África y Asia después de la Segunda Guerra Mundial.  Como parte de la ofensiva Guerra Fría contra la Unión Soviética, la clase dominante de EEUU necesitaba mostrar una charada antirracista.  Debido a las organizaciones militantes y demostraciones masivas, el gobierno federal abolió la segregación en el ejército estadounidense en 1946, paso la ley Brown v. Board of Education en 1954, y en 1965 la ley Voting Rights Act .
El movimiento original de derechos civiles data de antes de la Segunda Guerra Mundial.  Ataco los linchamientos y la segregación dirigido a escala nacional por el viejo movimiento comunista.  Pero el viejo movimiento cometió un grave error al suspender su aguda lucha antirracista en EEUU, al mismo tiempo que el devastador cambio que se dio en Moscú, cuando el liderato abandona la lucha armada por la dictadura del proletariado y se alinea al “frente unido contra el fascismo.”
La victoria sobre los fascistas alemanes y japoneses fue ganada sobre los cadáveres de decenas de millones en las comunistas Rusia y China.  Pero dentro de EEUU, el frente unido significo el abandono de dedicados antirracistas en las garras de  segregacionistas y multitudes linchantes.   Sumado a una tímida respuesta a las purgas anticomunistas conocidas como Macartismo, esta retirada fue una gran pérdida.  Despojados de su luchador liderato comunista, el movimiento de Derechos Civiles de los sesentas se convirtió en un movimiento de reforma sin garra.  Se agotaría buscando reformar lo no reformable.  
Avancemos a los 1980 y 90s.  Con el colapso de la revisionista Unión Soviética, la clase dominante de EEUU ya no tenía que presentarse como una alternativa “demócrata,” en el país o en el mundo.  Mientras su economía pierde piso a sus rivales imperialistas, los patrones estadounidenses intensifican s explotación y opresión brutal de los trabajadores estadounidenses.   Oficialmente aprueban cada una de las políticas racistas,  Ferguson es solo una muestra del mezquino racismo en la era de Obama.  
El reporte del Departamento de Justicia es un documento revelador para millones de trabajadores blancos antirracistas y jóvenes, quienes no podían imaginar cuanto sofoca los barrios negros la vigilancia racista.  Para la clase trabajadora negra, fue como una reivindicación.  Ni el gobierno federal, así parece, puede negar las realidades del racismo.  
El verano pasado, los ruegos de Obama en televisión no pudieron parar el movimiento antirracista desencadenado por los asesinatos de Mike Brown y Eric Gardner.  Cando el policía racista Pantaleo salió libre en diciembre pasado, a pesar de haber asesinado a Garner ahorcándolo, la indignación masiva se convirtió en manifestaciones en más de cien ciudades.  El liderato de la vieja guardia de Al Sharpton y Jesse Jackson no pudo controlar a las masas ni llevarlas hacia la política electorera del partido demócrata.   Consignas de “¡Eric Garner, Mike Brown, acabemos con todo el sistema racista!” y “¡NYPD, KKK, a cuantos niños han asesinado hoy!” resonaban entre los cientos de miles de manifestantes que bloquearon tráfico y fueron arrestados en masa.  
La clase dominante estadounidense tiene un problema.  Los trabajadores y jóvenes negros y latinos que han tomado las calles son los mismos que los patrones quieren que llenen sus cuotas de alistamiento militar.  Después de la Segunda Guerra Mundial, las tropas negras que regresaban de la guerra combinadas con una oleada de huelgas inspiradas por comunistas sacudieron profundamente el capitalismo estadounidense.    Nuevamente se dieron grandes luchas masivas antirracistas en los sesentas, las que se convirtieron en grandes rebeliones en ciudades por todo EEUU,  y llevaron a las deserciones masivas que minaron la guerra genocida de los patrones en Vietnam.  
Aunque la clase dominante ha tratado por cientos de años, aún no sabe qué hacer.  Sus debilidades son oportunidades.  Los comunistas están mejor equipados para hacer la revolución que los capitalistas para sobreponerse a sus contradicciones -  esa es la lección fundamental del siglo veinte.  En el siglo veintiuno, nosotros debemos llevar esta lucha hasta el final  - de la revolución hasta la victoria final; el comunismo.  ¡Únete al PLP.

El racismo repugnante que motiva los ataques fascistas contra la población negra en Ferguson, Mo., por parte de la patronal y la policía de la ciudad – detallado a continuación – no son un fenómeno aislado. Es la extensión lógica de los 400 años de historia racista de EEUU que tuvo sus orígenes en el siglo XVII con la imposición de la esclavitud. La súper explotación del trabajador negro se ha convertido en la base de la economía del capitalismo de EEUU sin el cual el sistema de lucro estaría en terreno mucho más inestable.
La esclavitud se hizo parte de la Constitución de EEUU. Los primeros ocho presientes de EEUU fueron propietarios de esclavos. Una vez que las más de 400 rebeliones de esclavos y el movimiento abolicionista que propicio la Guerra Civil y las enmiendas a la constitución que abolieron la esclavitud legalmente, la esclavitud de los trabajadores negros toma diferentes formas.
Desde la Guerra Civil hasta la Segunda Guerra Mundial las leyes de segregación Jim Crow en la vivienda, transporte, escuelas y hospitales; más de 5,000 linchamientos; el ataque desenfrenado del Ku Klux Klan; y el poder del estado patronal se combinaron para imponer el racismo sobre la población negra en todos los aspectos de la vida: bajos salarios, los últimos en contratar, los primeros en despedir, produce la doble tasa de desempleo, cuidados médicos y educación de segunda, vivienda segregada en los tugurios y los arrestos indiscriminados de la población negra que los envía a la cárcel para que los usen de esclavos en las plantaciones del Sur.
Inclusive cuando la lucha contra el racismo de los trabajadores negros como parte de la clase trabajadora liderada por comunistas durante la Gran Depresión en los años 30 trajo reformas temporales, en las siete décadas que siguieron a la Segunda Guerra Mundial las condiciones racistas continuaron. Los asesinatos racistas cometidos por la policía en las grandes ciudades, la guerra patronal contra las drogas que ayudó a encarcelar a 1.2 millones de trabajadores negros y jóvenes – la mitad del total de 2.4 millones encarcelados en EEUU – y el mantenimiento de la discriminación en los trabajos, escuelas, viviendas, y servicios de salud se combinan para producir más de $600 billones en ganancias para los patrones. Esa es la diferencia en los ingresos familiares de los trabajadores negros y ahora Latinos comparado con los trabajadores blancos. Los bienes de las familias negras son una décima de la de las familias blancas.
Entonces, ahora llega Ferguson. ¿Sorpresa? De ninguna manera. Como indican los incidentes que reportaré a continuación, la población negra de Ferguson está sujeta a una serie de ataques racistas que los patrones de EEUU les han impuesto a los trabajadores negros por siglos. La patronal municipal – desde los administradores municipales, pasando por el alcalde, el jefe de la policía, el administrador financiero de la ciudad y hasta los jueces de la corte – todos han usado su poder estatal para imponer el lucro patronal: arrestando a la población negra a punta de pistola, picanas eléctricas, Tasers, encarcelándolos por falta de pagos a deudas fraudulentas: una moderna prisión para deudores. Este racismo no se limita a Ferguson o tan sólo a la región de St. Louis. Existe de una forma u otra en todas las ciudades de EEUU para generar esos $600 billones de lucro patronal.      
Es contra este racismo que los trabajadores y jóvenes de Ferguson, junto con los blancos anti racistas, se han rebelado y van a seguir rebelándose. Es en este fermento que el Partido Laboral Progresista ha participado y diseminado sus ideas, en Ferguson, por todo el país y más allá de las fronteras de EEUU. El comunismo es la única respuesta a este racismo y su base en la explotación capitalista. Sólo una sociedad comunista administrada por los trabajadores puede liberar nuestra clase de los patrones, del lucro, del racismo, machismo, desempleo masivo, pobreza, y de las guerras con fines de lucro que la clase patronal nos impone, usándonos para masacrar a nuestras hermanas y hermanos mundialmente.
De verdad, Ferguson quiere decir, ¡la lucha avanza!