Muchas personas hablan sobre la naturaleza humana, diciendo que la competencia es “natural” y que lleva al progreso que el egoísmo del capitalismo es realmente natural y aceptable.  Un libro importante pone un hueco grande en esa idea, usando investigaciones científicas en las emociones de animales. Y señala como el capitalismo ha distorsionado la ciencia por sus propias razones enfatizando la competencia por encima de la cooperación.
El libro de Marc Bekoff, La Vida Emocional de los Animales (2007), muestra evidencia anecdótica que la mayoría de animales “superiores” muestran comportamientos emocionales enriquecidos, mas similares que diferentes de alegría, dolor e ira delos  humanos. Hay un prologo de Jane Goodall, famosa por sus años de observar primates en su ambiente natural. El propósito de Bekoff compara su trabajo en su descripción de las interacciones de muchas especies. Pero la conclusión mucho mas interesante de su trabajo esta en su segunda tesis que la cooperación forma la base de continuación de las especial de todos los animales sociales.  
Nos han enseñado que el legado de Darwin es la supervivencia del que mejor se adapta (y de eso, la teoría del “darwinismo social” que el espíritu de la competencia asegura superioridad de los ricos bajo un sistema de ganancias.) Filosofía reciente capitalista toma esta distorsión de Darwin para promover la idea que la naturaleza básica humana necesita ser centrada en si mismo para la ganar la carrera de la vida. En lo contrario, Darwin y muchos otros han observado que la mayoría de animales son seres sociales quienes sociedades colectivas pueden solo sobrevivir por medio de ayuda mutual y co-existencia. Bekoff cita a Darwin, “Estas comunidades que incluía el numero mayor de miembros solidarios florecería mejor y tendría el numero mas grande de crías.”
En la Expresión de Emociones en el Hombre y los Animales, Darwin argumenta que “las emociones evolucionaron en ambos animales y humanos con el propósito de llevar mas lejos los lazos sociales en animales que viven en grupo.” Creía que las emociones nos conectaban con el resto de nuestra comunidad y el resto de la tierra. Discutió moralidad como una extensión natural y como consecuencia este tipo de instintos sociales.  
Como ejemplo, el libro de Bekoff cita evidencia paralela de “conexión cerebral” para cooperación que existe en ambos animales y humanos. Un estudio de El Nuevo Científico, Diciembre 2, 2006 reportó que en muchas especias de ballenas – jorobadas, aletas, asesinas y esperma – células fusiformes se encontraron en la misma área de sus cerebros que las células fusiformes humanas. Esta región del cerebro esta enlazada con organización social, empatía, intuición sobre los sentimientos de otros… ¡y las ballenas tienen mas que los humanos!
La interacción social crítica de la naturaleza ha sido documentada por medio de observación por Bekoff y otros. Su trabajo de campo entre coyotes por más de siete años en el Parque Nación de Grand Tetón reveló la importancia de sobrevivencia de dependencia de grupo donde esos tusones que se iban lejos de sus sociedades sufrían 55% tasa de mortalidad, comparado a menos de 20% de sus compañeros que se quedaban en casa.  
Coyotes, al igual que muchos animales domésticos, compensan por diferencias en fuerza y tamaño durante el  juego y conexiones sociales cercanas para prolongar la actividad. Manifiestan auto discapacidad (acostándose, exponiendo sus estómagos) e inversión de papeles (cuando un animal grande juega con uno mucho mas pequeños) para hacer la interacción mas mutua. Este “igualitarismo” como lo presento Darwin, es otra base para la sobrevivencia de las especies.
Además, Bekoff dice que comportamiento de afiliación, el igualitarismo del  juego justo, y compartir cuidar a las crías es una precondición para la evolución de humanos. Concluye que, en la filosofía de “supervivencia del que mas rápido se adapta”, la cooperación se ha ignorado por mucho por la base ideológica de competencia. Dice que entre “mas vemos la cooperación, mas descubrimos su presencia. Los animales ciertamente competirán, pero la cooperación es central en la evolución de comportamiento social, y esto nada mas lo hace una llave para la sobrevivencia.”

La Gran Batalla Anti-Fascista en el East End de Londres, 1936
El 4 de oct., marcó el 70 aniversario de la gran batalla contra el fascismo — la “Batalla en la Calle del Cable” en el East End de Londres. Entre los trabajadores británicos todavía se escuchan relatos de ese día.
Por 300 años el East End de Londres había sido punto de llegada de inmigrantes trabajadores pobres en Inglaterra. En el 1936, la población local estaba formada mayormente por judíos rusos y polacos, católicos irlandeses y trabajadores británicos. La mayoría de las calles estaban llenas de casitas construidas en el siglo 18 y con inodoros en la parte de atrás. Muchos trabajaban en los muelles cercanos y en pequeñas fábricas donde súper-explotaban a trabajadores de la costura, o en mercado al aire libre.
Entonces Sir Oswald Moseley y sus Camisas Negras — BUF o la Unión Británica de Fascistas — eran el mayor grupo fascistas de los que crecían en Inglaterra y en el resto de Europa. Tenían buenos nexos con Hitler. El grupo de Moseley envió fascistas comprometidos al East End para golpear y aterrorizar a judíos, buscando dividir a los judíos de todos los grupos inmigrantes. Llamaban a los judíos “tiranos de la banca internacional”. En las calles, los fascistas gritaban “maten los kikes” y “fuera con los yids” (términos despectivos para judíos). En medio de una gran depresión, el movimiento de Moseley crecía entre los desempleos, los trabajadores de cuello blanco y pequeños comerciantes.
La clase alta y gobernante del país financiaba al BUF. Algunos de los grandes diarios — el Daily Mail, Evening News y Sunday Dispatch—lo promovían. Hasta el recién coronado rey Eduardo VIII tenia ricos amigos fascistas en Inglaterra, Alemania y Francia. La policía a menudo se hacia de la vista gorda cuando los fascistas golpeaban a judíos. Los comunistas y sindicalistas—muchos de ellos judíos — encabezaban los ataques callejeros contra los fascistas.
Moseley decidió mostrar su fuerza marchando con 10,000 camisas negras uniformados y miles de simpatizantes directamente por el vecindario judío/irlandés. El Comisionado de la Policía Sir Phillip Game ordenó que sus policías “apoyasen la marcha”.
El 4 de Oct. Fue un día soleado, y decenas de miles de policías fueron asignados para proteger a los fascistas. El liderato judío oficial aconsejo a los trabajadores que permaneciesen en sus casas y que no mostrasen agresividad contra los fascistas. Pero unos 500,000 del East End y otras partes de Londres vinieron a frenar a la marcha fascista. Actos masivos e individuales de heroísmo se vieron todo el día, y la batalla de ese día se unió a la lista de grandes batallas proletarias.
En Mile End (una calle de East End), una mujer marchó gritando “! No pasaran!” y se dirigió hacia donde estaban los fascistas, para cuando llegó allá miles la seguían. En la calle Cable, multitudes gritando y cantando intentaron romper el muro de policía para llegar a los fascistas. La policía ataco usando sus macanas y la policía montada embistió contra la multitud. Los caballos se cayeron cuando niños les tiraron canicas a las patas y les ponían pimienta en sus narices. Mujeres tiraban excremento y orines desde las ventanas. Los nazis gritaban “vamos a barrer con los yids”, pero la gente respondía gritando “!no pasaran!”
Las masas colocaron barricadas. Un camión fue volcado de lado para bloquear la calle. Viejos colchones, ladrillos y carretillas fueron tirados encima del camión. Un irlandés antifascista condujo su autobús de dos pisos para formar una barricada entre la policía y los antifascistas. El autobús luego también fue volcado de lado. Se colgaron banderas rojas en ventanas de casas. El ejército de fascistas exigió que la policía los escoltara a través de las masas.
En la calle Cable un muro masivo de gente se mantuvo firme y solo dio pasos atrás para recoger ladrillos o botellas para lanzar contra los policías y fascistas. Fascistas, y policías mantenidos heridos eran sacados del área. Las fuerzas antifascistas eran tan agresivas que se creyó un mito que la policía se había rendido ante la multitud. Un Joven electricista recién casado, quien fue golpeado en la cara por una macana policiaca, 30 años después seguía hablando con orgullo de lo ocurrido.
Una lluvia incesante de ladrillos, botellas y piedras azotaban y caían sobre los fascistas. Aunque 100 antifascistas fueron arrestados, la multitud seguía combatiendo y la policía no podía desbaratarla. Un manifestante se lleno de lagrimas al ver a judíos barbudos y muelleros irlandeses unidos para frenar a Moseley, gritando “!nunca olvidaremos esto mientras vivamos!”.
A las 4:15 el Comisionado de la Policía canceló el derecho de marcha del BUF, pero ahora la policía tenía que salvar sus vidas ante la multitud. Rindieron la calle Cable e intentaron escapar por la esquina Gardener a dos cuadras de distancia donde podían salir del East End, pero los antifascistas los esperaban y gritaban “!contra ellos!”, y rompieron las filas policiacas, expulsando los fascistas del East End.
Esa noche una anciana preguntaba a un combatiente herido si había participado en la batalla. Temiendo su desaprobación, negó haber combatido, pero para su sorpresa y alegría, ella dijo: “Malditos sean los que no pelearon”. El creía que era una cita de una obra de Shakespeare.
Por días la gente celebro por todo Londres. Los fascistas siguieron intentando organizar, pero ahora las clases gobernantes no los apoyaban abiertamente—era obvio que los trabajadores no serian ganados tan fácilmente al fascismo y además empezaban a ver a Hitler como un rival imperialista. En diciembre, Eduardo VIII abdico luego de solo 10 meses como rey. Oficialmente se dijo que lo hizo para “estar con la mujer que amaba”, pero se sabía que fue obligado a renunciar debido a sus nexos abiertos con los fascistas.
De esta batalla podemos ver que la clase trabajadora nunca debe rendirse ante los líderes nacionalistas. Tanto los lideres judíos e irlandeses intentaron convencer a las masas que no combatiese los fascistas para no “causar más problemas”. Pero si los nazis no hubiesen sido enfrentados en la calle Cable, hubiesen sido aliados más fuertes de Hitler durante la II Guerra Mundial.
Los muchos años de organización consistente por antifascistas dirigidos por comunistas produjo el entendimiento y la fuerza de la clase trabajadora. Es por eso que hoy el PLP dirige la lucha contra los Minutemen racistas y advierte sobre el peligro de la ruta liberal hacia el fascismo.
¡Atreverse a luchar—atreverse a vencer!

PHILADELPHIA, PA, 24 de Septiembre — Hoy miembros del sindicato 1199C marcharon alrededor del Hospital Jefferson y después a la sede de ARAMARK, varias cuadras mas adelante.  ARAMARK es un subcontratista que paga salarios muy bajos.  Hace algunos años tomo el manejo de los servicios ambientales, dietéticos y de transporte de Jefferson.  Los trabajadores protestaban contra los ataques a los empleos, salarios y condiciones laborales por ARAMARK y el hospital Jefferson.  Una carta de protesta escrita por un trabajador fue entregada a los patrones de ARAMARK.  
La fortaleza de la marcha era que había sido organizada por un grupo de delegados sindicales de la base y casi 200 trabajadores respondieron a pesar de algunos problemas de organización.  Los trabajadores estaban enojados y entusiastas.  La energía era alta mientras marchábamos alrededor del hospital, y aun más cuando entramos al vestíbulo de la sede de ARAMRAK.
Sin embargo, esta energía es limitada y debilitada por como vemos esta lucha.  Casi todos los miembros del sindicato esperan que los líderes den liderato  a la lucha y ven la lucha misma solamente como la defensa de lo que otras generaciones de sindicalistas ganaron.  Esto nos inutiliza.  
Por ejemplo, el día anterior a la marcha, los líderes sindicales trataron de convencer a los delegados para que cancelaran la marcha.  Los delegados en Jefferson rehusaron, pero muchos miembros no lo podían creer y se sintieron traicionados.  Debemos recordar esta lección.
Los sindicatos fueron organizados para que los trabajadores tuvieran un pedazo más grande del pastel bajo el capitalismo.  Aunque nadie niega los beneficios de las luchas sindicales pasadas.  El problema es que nunca tuvieron la meta de acabar con el capitalismo.  Aun si los sindicatos fueron victoriosos, los patrones siguen haciendo ganancias y tienen el poder estatal. Ya que nuestro trabajo crea toda la riqueza, cualquier ganancia que los patrones reciban nos la están robando.  No importa cuanto aumente el salario o los beneficios, bajo el sistema de ganancias los patrones seguirán ganando y los trabajadores nunca recibirán los beneficios de todo lo que creamos.  Solo lo obtendremos con el comunismo.     
Si, debemos luchar con uñas y dientes para proteger nuestros beneficios y salarios.  Pero no debemos olvidar que los sindicatos y los líderes sindicales aceptan el capitalismo.  Los sindicatos aceptan que el capitalismo tiene el “derecho” de ganar a costa de nuestra mano de obra y que el capitalismo tiene el “derecho” de hacer leyes para restringir las luchas obreras.  Y, cuando la inevitable crisis del capitalismo lleve a los patrones al fascismo y tengan que aplastar los sindicatos, los líderes sindicales no podrán dar el liderato necesario para la lucha.  
Es por eso que tratar de evitar que los trabajadores de Jefferson marchen, es parte del trabajo de los líderes sindicales bajo el capitalismo.  Ellos tratan de evitar que nosotros demos una lucha seria contra los ataques patronales y prevenir que conozcamos sobre el comunismo y la revolución.  Nuestros antecesores lucharon mucho y algunos dieron sus vidas por los beneficios y salarios que ahora nos quitan  los patrones.  ¡No nos dejemos ver la cara!
No estamos solo en una lucha contra Jefferson y ARAMARK, estamos luchando contra los ataques fascistas a toda la clase trabajadora, que es mundial y esta conectada.  Nuestra lucha por proteger los sindicatos en Jefferson deberá tener como meta final la construcción de un movimiento que derroque al sistema capitalista que siempre nos arrebata todo lo ganado.  Solo la revolución comunista podrá darnos un sistema dirigido por y para los trabajadores.  Les pedimos a los trabajadores de hospitales en Filadelfia que lean y distribuyan el DESAFIO y se unan a un grupo de estudio del PLP.  Para mas información llamar al 267 319 3515.

BROOKLYN, NY, 21 de septiembre — Un grupo de más de 200 personas se manifestaron y marcharon en Flatbush para exigir justicia para Kyam Livingston. Kyam era una madre afro-americana de 37 años que le fue negada atención médica mientras estaba detenida en el centro de cárceles en Brooklyn y se murió en custodia de la policía. La muerte de Kyam es debido a la indiferencia cruel de la policía en el centro de cárceles es otro ejemplo del reinado del terror  racista que tiene el capitalismo estadounidense.
Ya ha pasado más de dos meses desde la muerte de Kyam por la policía de Nueva York, y todavía nadie a nadie se ha declarado  responsable. La policía ha rechazado mostrar los videos documentando que fue lo que le paso a Kyam y tampoco quieren decir los nombres de los policías responsables por su muerte. Los manifestantes arengaban «¡Nosotros queremos los videos. Nosotros queremos los nombres!» mientras que ellos caminaban por los últimos pasos de Kyam Livingston.   
La marcha de hoy día y la manifestación se enfoco en el asesinato de Kyam Livingston pero este ejemplo en particular del terror sancionado por el estado tiene que ser visto en el contexto de una costumbre de muerte de victimas principalmente jóvenes negros y latinos de la clase trabajadora. Así como indico uno de los interlocutores, hay algo mal en un sistema adonde tal asesinato se van sin ser castigado. Las amenazas de cerrar los tres hospitales que sirven el centro de Brooklyn a las comunidades de clase trabajadores de negros y latinos, es el indicio, que definitivamente va a llegar a más muertes. Hay algo mal con un sistema cuando no hay dinero para financiar los hospitales necesitados pero hay dinero para las guerras imperialistas que nunca faltan. Tal sistema necesita ser aplastado.   
Los oradores en la manifestación incluyo la familia, el abogado, representantes del concejo de la cuidad y representantes del movimiento sindical. La señora Anita Neal, la madre de Kyam Livingston, prometió de nunca parar hasta que justicia encuentre a los policías responsables por la muerte de su hija sean enjuiciados. El Partido Laboral Progresista se unió a  la familia y amigos de Kyam Livingston en su lucha para encontrar justicia, mientras señalamos que el terror racista policial no va  a terminar hasta que nosotros derrotemos el sistema capitalista que crea y anima las condiciones en cual Kyam y muchos más sean muertos.