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Una sopa de solidaridad: el PLP lucha contra el capitalismo una comida a la vez
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- 12 Enero 2019 107 visitas
Haití, 1 de enero—Es una tradición comer sopa de calabaza (“bwe soup joumou” en criollo) cada 1 de enero. Esta sopa, a veces llamada “sopa de la independencia”, es un símbolo de libertad para las masas haitianas porque antes del 1 de enero en 1804 se prohibió a los esclavos tomar sopa. También se ha convertido en una ocasión para mostrar solidaridad: te levantas a las cuatro de la mañana para preparar la sopa de calabaza en la olla más grande que puedas encontrar. Se comparte con toda su familia, vecinos y amigos, que vienen a tomar una sopa y compartir las noticias del día.
Pero durante mucho tiempo, debido al empobrecimiento de la clase trabajadora y al fortalecimiento de la ideología capitalista del individualismo, algunas familias, especialmente las más vulnerables, no pueden permitirse los ingredientes para la sopa. Poco a poco, se está perdiendo el sentimiento de libertad y solidaridad que representa la práctica.
Es en este contexto, durante los últimos tres años, cada 1 de enero, nuestro Partido ha organizado una “sopa de solidaridad” en una pequeña ciudad provincial. Miembros del partido y amigos recaudan dinero y las familias garantizan la cocina. Cuando la sopa está lista y caliente, la distribuimos en nuestros vecindarios de clase trabajadora y en la plaza pública, aprovechando la ocasión para hablar sobre lo que realmente está sucediendo en Haití y en el mundo, desde un punto de vista comunista. Cientos de personas comparten la sopa, cambiando la desigualdad social creada por el sistema capitalista, aunque solo sea por un momento, permitiendo a nuestros amigos y vecinos saborear su sopa tradicional con dignidad y respeto.
Cada vez más, los trabajadores de esta ciudad comprenden la importancia de la solidaridad de clase, que es esencial para la lucha de los trabajadores contra la clase de explotadores, tanto nacionales como internacionales, que amenazan su existencia diaria. En esencia, no hay victoria sin unidad y los conceptos comunistas de compartir y colectividad entre los trabajadores oprimidos del mundo. Todos estamos viviendo la misma realidad, en diferentes grados: si queremos ganar la lucha de clases, debemos unirnos, como Marx y Engels nos recuerdan en El Manifiesto Comunista. No hay mejor manera de que nuestra clase gane que construyendo solidaridad en todos los aspectos de la vida.
En Haití, 2018 fue un año de intensa lucha de masas contra un sistema brutalmente corrupto. Si bien muchos políticos, banqueros y jefes son cómplices del robo de fondos en el caso PetroCaribe, todos son culpables porque todos defienden los intereses de su clase contra la clase trabajadora. Los trabajadores no tienen amigos en esta guarida de ladrones. Pero la lucha fue en su mayoría espontánea, trabajadores, estudiantes y jóvenes que salieron a las calles miles de personas una y otra vez para exigir el fin de la corrupción capitalista; muchos fueron asesinados y heridos por la policía y sus agentes de escuadrones de la muerte. Pero se necesitará más que la espontaneidad para derrotar al sistema capitalista, y eso es lo que el PLP en Haití y en todo el mundo se está organizando para hacer. Sea 2019 el principio del fin de la noche oscura. La clase obrera internacional nos comprometamos a unirnos en un solo puño, a armarnos ideológicamente y militarmente, a llevar la bandera roja de la revolución comunista, a luchar por un mundo igualitario, bajo la dirección del PLP. Entonces realmente podremos saborear nuestra sopa de calabaza, sabiendo que hemos cambiado el mundo.
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Trabajadores de GM abandonan plantas; se avecina lucha por contratos
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- 12 Enero 2019 94 visitas
NEW YORK CITY, 23 de Diciembre—Cuando General Motors anunció el cierre de cuatro plantas automotrices en EEUU y una en Canadá, los trabajadores abandonaron las plantas en protesta. Más de 16,000 empleos están en juego. Mientras los capitalistas compiten para maximizar ganancias, los trabajadores sufrimos. A los inversionistas les encantan las noticias de los despidos para reducir costos y así las acciones de GM se disparan en casi ocho por ciento.
En la planta de ensamblaje en Oshawa, Canadá, los trabajadores tuvieron una respuesta diferente. Abandonaron la planta y después bloquearon los portones para prevenir la entrada de partes y la salida de autos ensamblados. Los trabajadores automotrices de Canadá, EEUU, México y el mundo van a tener que llevar a cabo muchas más acciones parecidas en luchar contra sus patrones. No van a recibir ninguna ayuda de los políticos o inclusive de sus “lideres” sindicales. El Presidente Canadiense Trudeau comentó, “Hablé con Mary Barra, (la Directora Ejecutiva) de GM, para expresarle mi profunda desilusión por el cierre” (Reuter.com, 26 Nov. 2018). El Presidente Trump dijo que, “no estaba ‘contento’ con la decisión y le habló ‘fuerte’ a Barra por esa acción” (Autonews.com, 23 Dic. 2018). Los líderes sindicales también hablaron fuerte pero sin planes de acción.
A los patrones los rescata el
gobierno; a los trabajadores nos despiden y reducen salarios
La industria automotriz ha tenido ocho años de enormes ganancias gracias a los $60 billones del rescate de Obama en el 2009 y billones más que el sindicato UAW (United Auto Workers) le otorgó en concesiones. Pero ahora llega la crisis de sobreproducción, que es una característica del capitalismo y de la industria automotriz en particular. Todas las plantas por cerrar operan por debajo de su capacidad total. En la feroz competencia global por mercados, materias primas y mano de obra barata, los patrones persiguen el lucro despiadadamente. En algún momento estas fábricas que no funcionan a toda capacidad se convierten en un dreno de esas ganancias. En este cierre, las cinco plantas operaban un solo turno. Los otros turnos ya habían sido despedidos por completo. Y según el Detroit Free Press, cuatro de las 12 plantas de GM, tres de las nueve plantas de la Ford, y dos de las seis plantas de la Fiat Chrysler operan por debajo de su capacidad. Esto apunta a más cierres.
Esto refleja así mismo otra restructuración de la industria automotriz global. Las ventas han decaído en Norte América y China y las patronales automotrices han estado perdiendo dinero en Europa y Sud América. Más de 1,000 trabajadores de Nissan van a quedarse sin trabajo en Méjico y es posible que la Ford anuncie pronto su propio plan de recortes laborales, que podría eliminar hasta 25,000 empleos.
En Septiembre del 2019 expiran los contratos laborales de GM, Ford y Fiat Chrysler en los EEUU y Canadá y los patrones y el liderazgo de la UAW van a usar estos recortes para dividir a los trabajadores y usarlos a unos contra otros. Después que se resuelven los contratos nacionales, cada planta local negocia sus propios acuerdos locales. Allí es donde el sindicato y la compañía “carambolean” a los trabajadores, unos contra otros para que acepten acuerdos laborales que aumenten las ganancias de la corporación, y cada uno espera que el acuerdo más beneficioso consiga que se asignen más trabajos a esa fábrica.
Al acercarse la fecha de discusiones de los contratos, sigamos el liderazgo de los trabajadores canadienses y hagamos que el 2019 sea el año de la lucha militante. Los trabajadores ya están hartos de la corrupción de los oficiales del sindicato UAW, que aceptaron sobornos de la Fiat Chrysler durante las últimas negociaciones de contrato. Mientras que los oficiales de la UAW aceptaban sobornos de miles de dólares en efectivo, regalos y viajes, los contratos vendidos permitían que las plantas ensambladoras contrataran trabajadores temporales y de medio tiempo, por bajo salarios. Esto, en una industria que ya está inundada de trabajos de bajos salarios en el sector de proveedores. Los trabajadores podrían decidir tomar cartas en el asunto. Las huelgas rebeldes podrían regresar.
Como comunistas, los miembros del Partido Laboral Progresista vamos a apoyar cualquier rebelión de las bases contra los patrones. Al mismo tiempo luchamos para forjar un mundo comunista donde la producción se base en las necesidades de la clase trabajadora internacional y no en el lucro de los banqueros y patrones que se dedican a promover guerras de lucro.
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Foro de caravanas construye solidaridad internacional
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- 12 Enero 2019 82 visitas
CIUDAD DE NUEVA YORK, 3 de enero— Un club del Partido Laboral Progresista (PLP) comenzo el año 2019 con un foro en la ciudad de Nueva York para crear conciencia sobre la difícil situación de nuestras hermanas y hermanos que huyen de Honduras, Guatemala, El Salvador y quienes ahora están desesperadamente Buscando refugio en la frontera de Tijuana-Estados Unidos.
Luego de una intensa semana de preparación, asistieron 35 trabajadores. Los panelistas del PLP contrastaron fuertemente los horrores que pasan los trabajadores refugiados de bajo el capitalismo, con el de una sociedad liberada dirigida por los obreros, libre de económica y violencia física, y fronteras artificiales.
Las discusiones y experiencias que compartimos inspiraron a los trabajadores a involucrarse más profundamente en la lucha para ayudar a nuestros compañeros inmigrantes. El foro comenzó con un panel de discusión que ofreció una visión histórica y política de la inmigración en todo el mundo y por qué los trabajadores tienen que huir de sus hogares debido a la crisis causada por el capitalismo. En su introducción, el PLPelista habló sobre cómo el imperialismo Estadounidense destruye socialmente y económicamente a los países de América Latina a través de intervenciones militares y políticas en estos países y también sobre cómo los trabajadores allí lideraron la resistencia contra el imperialismo criminal de los Estados Unidos.
Este panel fue seguido por una charla de un miembro de una organización comunitaria que estaba en México con un grupo de voluntarios. Ella habló acerca de sus experiencias con los trabajadores en la caravana, con quienes estableció relaciones y compartió algunas de sus historias. Explicó que muchos están pasando hambre sin comida, ropa o refugio, y muchos otros sufren enfermedades debido a la falta de atención médica y condiciones poco saludables. Estos detalles se apoderaron de la audiencia y nos hicieron llorar a muchos de nosotros al exponer las desgarradoras condiciones que estas familias están pasando.
Sin embargo, ella contrarrestó esto con historias sobre la solidaridad y la abnegación que los trabajadores de México y los EE. UU. están mostrando a estas familias en sus horas más oscuras. Dan una mano donando alimentos, suministros y su tiempo para hacer que las vidas de los trabajadores sean más soportables. Estos ejemplos son puntos brillantes de esperanza que nos recuerdan que solo nuestra clase es realmente capaz de proteger y cuidar a otros en momentos de necesidad.
Otra joven del panel, trabajando con el Movimiento Santuario, también nos habló sobre el trabajo que están realizando a dentro de este movimiento para ayudar a los miembros de la caravana de diferentes maneras, desde recaudar fondos hasta ser voluntarios para satisfacer las necesidades de los trabajadores. Finalmente, una joven trabajadora concluyó el panel compartiendo su trabajo inspirador por el Movimiento Santuario. Ella y su madre crearon un grupo para ayudar a los inmigrantes que enfrentan deportaciones, que actualmente cuenta con 670 miembros.
Después de la presentación, abrimos el panel para discusión de preguntas y respuestas, y tuvimos la oportunidad de expresar algunas ideas del PLP, y al final también tuvimos el placer de distribuir DESAFÍOS.
Al final de la discusión, llegamos al consenso general de que los trabajadores huían de la violencia, la corrupción de los gobiernos, la pobreza, el hambre, la miseria, la falta de trabajo, la falta de oportunidades y la represión, y de que los patrones, no los trabajadores, benefician de las fronteras. Más importante aún, discutimos formas de ayudar a nuestros hermanos y hermanas que ya están en la frontera y se hicieron varias propuestas. En el futuro acordamos:
• Elaborar y presentar talleres en todos los comités de la organización comunitaria sobre la caravana.
• Prepare una lista de voluntarios para ir a la frontera en apoyo de los inmigrantes.
• Reunir fondos y suministros para ayudar a los miembros de la caravana y envíe arlos al Movimiento Santuario.
• Realizar protestas o planes de acción por el comité a dentro de la organización.
• Trabajar con un miembro del PLP que trabaja en CUNY (quien durante el foro también participó y pronunció un discurso sobre su trabajo antirracista en su universidad).
Finalmente, concluimos con una recaudación de fondos. Dimos los fondos al Movimiento Santuario para contribuir a los esfuerzos de su organización en la frontera. Quizás el beneficio más valioso de este evento fue que demostró la voluntad de los trabajadores para desafiar al sistema y luchar por las cosas que realmente nos importan.
Aunque estamos trabajando adentro de una organización reformista dirigida por los gobernantes liberales, esta fue una pequeña victoria para los miembros del PLP y nuestros amigos. Sabemos que con esto, debemos continuar en el camino de luchas más grandes por la revolución comunista y el poder obrero.
Camarada Jerry Weinberg, uno de los primeros editores del DESAFIO, murió el 2 de enero de 79 años de edad después de pasar nueve meses en un hospicio. Se le conocía a Jerry por su fulminante sarcasmo dirigido a los agentes de la clase gobernante, muchos ejemplos que aparecían en las paginas del DESAFIO.
El camarada Jerry y su esposa Ginger fueron atraídos por el PLP cuando su predecesor, el Movimiento de Laboral Progresista, rompió la prohibición de viaje a Cuba. Más tarde se convirtieron en miembros activos del PLP. A finales de los 1960s, Jerry se convirtió en el editor del DESAFIO y Ginger en una columnista.
Jerry diseñaba los titulares de las páginas de la portada que exponían patrones individuales y el capitalismo en general. Un ejemplo vivído mostraba dos imágenes pegadas juntas de Ted Kennedy que parecía besar a George Wallace, representando los lazos que atan la clase gobernante liberal con racistas y fascistas como Wallace.
A Jerry no solo le encantaba el jazz – que tiene sus raíces entre la gente negra – pero señalaba la política racista que le permitía a los músicos blancos apoderarse de esta música. Siendo ateo, era particularmente ingenioso en exponer como los patrones usan la religion para mantener su opresión de la clase obrera.
Unos años después de ser editor del DESAFIO, Jerry se convirtió en un chef dotado en Nueva Jersey y hacia cenas para recaudar fondos para el PLP. Eventualmente la familia de Jerry se mudo a Burlington, Vermont, donde estableció el Five Spice Café, que por 25 años se convirtió en uno de los restaurantes más populares de la ciudad. Fue allí que se desarrollo su sensibilidad por la clase obra a entrenar numerosos jóvenes quienes trabajaban en su cocina a convertirse en cocineros dotados. (Uno dijo que Jerry “¡se merecía una placa incluso nada mas por su salsa de maní!”) Lo conocían bien en el área, donando a muchas causas valerosas.
Jerry era un narrador, un amante de la poesía y enseño sobre la necesidad de vivir como si tuviéramos la obligación de hacer el bien el uno por el otro. Sobreviven Ginger, su hija Chery, y sus adorados nietos Ethan Charles y Zander Reed.
La devoción del camarada Jerry a los comunistas y la clase obrera se extrañara extremadamente, las comidas deliciosas que preparaba también serán recordadas por cualquiera que probo la comida en Five Spice Café.
(Quien sea que desee tangiblemente honrar a Jerry puede donar para conseguir una nueva silla de ruedas al compañero de cuarto de Jerry en el hospicio Chris en Birchwood Terrace https://tinyurl.com/yagsjxqu) Chris y Jerry se cuidaban uno al otro mientras compartían cuarto, y Chris era un amigo y guardián para Jerry mientras se deterioro su salud.)
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Francia: la ira de los trabajadores revela una fractura en la UE
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- 23 Diciembre 2018 94 visitas
El movimiento anti-gubernamental Chalecos Amarillos en Francia dirige la ira de las masas profundamente insatisfechas con la sociedad capitalista, sus políticos, y su presidente banquero Emmanuel Macron. Pero la falta de ideas revolucionarias comunistas en el liderato de estos guerreros de la clase trabajadora permitirá que esa ira sea llevada a obscuras opciones para el proletariado: la pasividad, la política electorera, o hasta un fascismo abierto.
Conforme la rebelión llega a su quinta semana, un movimiento multirracial de estudiantes de secundaria ha presentado las ideas mas avanzadas, antirracistas, claras en con ciencia de clases. La prensa en general los ha ignorado, los estudiantes luchan por la admisión abierta a la universidad. Lo que sabemos, su resistencia esta mas integrada que las protestas de Paris y otras ciudades, donde los trabajadores migrantes súper-explotados, brillan por su ausencia.
Los estudiantes de mas de 350 escuelas en la nación, obstruyeron sus escuelas y se tomaron las calles. Bloqueando carreteras uy luchando contra los brutales ataques de la policía. Los estudiantes están furiosos por los cambios a los exámenes, que dificultan su graduación y les hace mas difícil el acceso a las universidades, instigados por Macron el año pasado. También protestan contra la conscripción (France 24, 11/12). Una brutal represión, esa fue la respuesta a los estudiantes que rechazan la desigualdad y el nacionalismo inherente en el capitalismo. Las imágenes de docenas de detenidos sobre sus rodillas y manos detrás de sus cabezas fueron expuestas en las redes sociales la semana pasada. Estas fotos elevaron la ira contra el estado policiaco de Macron, donde los policías usan tácticas que recuerdan las redadas nazis a la resistencia durante la Segunda Guerra Mundial.
Alianza obrero-estudiantil
Los Chalecos Amarillos (Giles Jaunes) son llamados así por los chalecos amarrillos que los trabajadores usan en áreas de peligro, es una adaptación de su ira clasista. En las protestas mas grandes y militantes en Francia desde la huelga general de 1968, cientos de miles de trabajadores se tomaron las calles por mas de un mes.
Los manifestantes demandaban el fin de los programas de “eficiencia” que Macron prometió en su campaña de 2017 y brutalmente implemento después de su elección. Las rebeliones comenzaron en áreas rurales y los suburbios, donde los impuestos a la gasolina han devastado a los trabajadores que han sido desplazados por la gentrificación y el incremento al costo de vida. Según Macron “La solución para la gente que no puede comprar comida al fin de mes es comprar paneles solares y autos eléctricos” (Washington Post, 5/12).
Los patrones franceses tiemblan a la posible alianza anti-capitalista obrero estudiantil. Recuerdan la huelga general de mayo de 1968 que obligo al presidente Charles de Gaulle a huir del país. Comenzó con los estudiantes tomándose las universidades y eventualmente se generalizo con la toma de las fabricas por los trabajadores. Mas de dos terceras partes de la clase trabajadora francesa participo activamente en esta, casi revolución. ¿Se repetirá la historia? “Desgraciadamente, para la administración de Macron, hay señales tentativas que los disturbios también podría llegar a las universidades, en donde los estudiantes están molestos con los planes del aumento de matriculas para estudiantes no europeos supuestamente para que las universidades francesas sean ‘mas competitivas’” (France 24, 11/12).
¡Queremos todo el pan!
Después de la tercera semana de protestas, Macron trato de pacificar a los chalecos amarillos cancelando su odiado aumento a la gasolina. Agrego unos recortes a los impuestos de los pensionados y un aumento de sueldo mínimo de $114 mensual. Aunque las protestas han continuado, son mas pequeñas cada vez. Los patrones esperan comprar a los trabajadores con unas cuantas migajas – mucho menos que todo el pan que la mayoría de los manifestantes militantes demandaban.
La historia nos demuestra que, si los trabajadores no llegan a las ultimas consecuencias, es decir la toma del poder, los patrones seguirán recuperando las concesiones reformistas dadas. Al final de la huelga general de 1968, la clase dominante francesa aumento los salarios a los trabajadores industriales en un 35% y a los demás un 10%. Cincuenta años mas tarde, casi todos los trabajadores luchan para poder sobrevivir.
Sin una óptica antirracista e internacional clara, los trabajadores continuaran divididos y vulnerables a la ideología pestilente capitalista. Racistas descarados como Marine Le Pen y su partido de fascistas National Rally, intentan llevar al movimiento de los chalecos amarillos hacia las ideas anti-inmigrantes. La extrema derecha “ha enviado a sus propios activistas a infiltrar – las protestas promocionando su política de que la migración es un problema central y que al aceptar recientemente un acuerdo no vinculante con las Naciones Unidas en Moroco, el señor Macron vendió el país (New York Times, 16/12)
Entre pequeños fascistas como Le Pen, grandes fascistas como Macron y los falsos izquierdistas como Jean-Luc Melenchonm, los trabajadores no tienen de donde escoger – a menos que rompan con la “democracia” liberal y sean ganados al movimiento por el comunismo.
Esta debilidad en el movimiento de chalecos amarillos les da a los patrones campo para maniobrar y proceder con lo que ellos ven como prioridad: prepararse para la inevitable guerra mundial. Unir a trabajadores nativos y extranjeros, blancos, árabes y negros en toda Francia sacudiría hasta la medula a los gobernantes capitalistas mas allá de los espacios de poder parisinos. El poder de la clase trabajadora llegara cuando nos demos cuenta que podemos organizar un mundo en donde todos tengamos lo que necesitamos, no para las ganancias de unos cuantos.
Se tambalea el orden mundial liberal
Los liberales fascistas de la Unión Europea están en crisis. “Mientras la clase política británica esta en la mira por meter la pata con Brexit, y con justa razón. La UE esta en un predicamento similar por su colosal fracaso de civilizar la eurozona – con el surgimiento de la derecha xenofóbica como su atroz resultado” (The Guardian,13/12).
Los patrones europeos están esperanzados de que Macron pueda marcar el camino, forzando “reformas estructurales económicas” para mantener a la UE relevante durante su competencia inter-imperialista con EE.UU., China y Rusia. “Si [Macron] puede aflojar reglamentos de despido y contratación, cancelar un endeudado sistema de desempleo y mantener la meta de reducción de déficit, habrá, eficientemente robado a Alemania una gran excusa para no avanzar con los planes de reforma de la eurozona (Politico, 18/7/17). Como lo dijo el ministro de finanzas de Macron recientemente: “El atractivo de Francia para los inversionistas esta en riesgo. Es por eso que es importante mantenerse en el camino de la reforma” (BBC.com 11/12).
Pero las protestas de los chalecos amarillos han debilitado a Macron frente a los patrones europeos y del mundo. Las repercusiones serán severas. “Macron era la ultima esperanza de los patrones europeos. Como candidato a presidente, explícitamente reconoció que ‘si no avanzamos, estamos decidiendo desmantelar la eurozona’, el penúltimo peldaño para desmantelar la UE misma” (The Guardian,m 13/12)
Luchemos por el comunismo
Sin un liderato internacionalista, con consciencia de clases – es decir, sin un liderato comunista – los trabajadores en movimiento están a merced del mejor postor. Sin embargo, la clase trabajadora sigue siendo el comodín que fuerza los patrones a recalcular sus planes para la guerra y el fascismo. Un movimiento espontaneo desorganizado que rompa las leyes patronales no es suficiente. Nuestro próximo paso es crear confianza como clase para derroca a los parásitos de la clase dominante – para convertir las reformas de los chalecos amarillos a chalecos rojos de una revolución comunista.
Bajo el comunismo, organizaremos una sociedad que llene las necesidades de los trabajadores, que termine con la explotación para siempre. Se abolirán las fronteras y la guerra imperialista. En cada levantamiento militante, veremos chispas de fortaleza que necesitaremos para lograr nuestra meta. Mientras que la meta por el comunismo sigue distante, las fuerzas que lo lograrán jamás serán extinguidas. Como escribió Carlos Marx en el Manifiesto Comunista, “Dejemos que las clases dominantes del mundo tiemblen ante la revolución comunista. El. Proletariado no tiene nada que perder, solo sus cadenas. Tenemos un mundo por ganar”.
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Francia no es el único país en donde los trabajadores se movilizan rompiendo las leyes patronales. En los últimos meses los trabajadores escapando del caos capitalista en Centroamérica entraron a México sin importarles las fronteras patronales. En Haití, decenas de miles de trabajadores y jóvenes, airados por la corrupción y ratería de PetroCaribe, resistieron a los gobernantes haitianos que trataban de aplastarlos. En noviembre, organizaron las mas grandes manifestaciones desde 2004, paralizando la isla con lo que se convirtió en una huelga general del día a día.
Mientras tanto en China, miles de “incidentes masivos” brotan cada año, amenazando con descarrilar el programa de los capitalistas en el Partido “Comunista” Chino de grandes ganancias y expansión imperialista (Economist, octubre 2018).
El movimiento de la caravana sufre del pacifismo religioso y la errada aspiración de “llegar a Estados Unidos”. En Haití, las ilusiones sobre la posibilidad de un capitalismo no corrupto limitan el camino de los trabajadores y juventud. La izquierda china aun es pequeña y muy reprimida. Pero cada en cada caso, la valentía de los trabajadores frente al terror policial ha llamado la atención de los patrones de cada país y temen la ira de la clase trabajadora.