Estate Island NY, 19 de noviembre—el 17 de julio de 2014, Ramsey Orta encendió su teléfono y tomó un video del asesinato de Eric Garner en Staten Island. Eric era su amigo. El oficial de policía asesino que mató a Eric Garner y los siete oficiales y técnicos de emergencias médicas que se quedaron a su lado mientras decía “No puedo respirar” once veces no han sido acusados de ningún delito. Ni siquiera han sido despedidos por el alcalde liberal de la ciudad de Nueva York, Bill DeBlasio, quien es responsable de contratar y despedir al Comisionado de Policía. Los comisionados de policía actuales y anteriores incluso permitieron que el asesino de Eric Garner, Daniel Pantaleo, continúe trabajando e incluso realice una cantidad excesiva de horas extras. Es un negocio habitual para este sistema podrido que continuamente fallará a nuestras hermanas y hermanos de clase trabajadora. El Partido Laborista Progresista no dará la espalda a Ramsey Orta.
Ramsey se aseguró de que el video fuera público y se lo diera al New York Daily News. Los trabajadores de todo el mundo se dieron cuenta de la brutalidad racista del Departamento de Policía de Nueva York. Esto creó una tormenta de fuego internacional y convirtió a Ramsey en un objetivo de la policía. La gente no debe olvidar que si no fuera por el coraje de Ramsey, no sabríamos clara y vívidamente la verdad sobre la muerte de Eric Garner. Hay muchos otros asesinatos de policías de negros y latinos desarmados, pero sus detalles no se conocen porque no hay video.
Dirigido por el sistema
Ramsey fue arrestado cinco veces después de que el video se hiciera público. Ahora está cumpliendo una pena de prisión de casi cuatro años. Esto es “justicia” bajo el capitalismo. La persona que revela los hechos de un asesinato policial racista es encarcelada, mientras que los políticos asesinos y su policía son libres de matar a otros. Los capitalistas, sus políticos y policías lacayos quieren decirle a la clase trabajadora que se calle sobre el racismo y estos asesinatos. Más de 100,000 personas marcharon en Manhattan después de la no acusación del Oficial Pantaleo, expresando su enojo y presionando el movimiento contra la brutalidad policial. Al mismo tiempo, se formó un grupo local llamado Staten Island Against Racism and Police Brutality para obtener justicia para Eric Garner. Cada vez que se producen estos asesinatos, los miembros del Partido Laborista Progresista apoyan las grandes manifestaciones y las organizaciones de base a largo plazo.
Por atreverse a exponer el sistema, Ramsey Orta ha sido y sigue siendo el objetivo de abuso físico y emocional por parte de oficiales y oficiales correccionales. Ha habido un patrón de acoso, asalto y traslado a Ramsey a otra instalación cada pocos meses desde que comenzó a cumplir su condena de prisión. Como resultado de esto, a Ramsey con frecuencia se le han revocado sus privilegios y se lo ha puesto en régimen de aislamiento. Incluso se encontró veneno para ratas en la comida de su ala.
Esto es lo que sucede cuando expones al sistema. Los constantes cambios en las instalaciones dificultan que los partidarios de Ramsey lo visiten o le envíen cartas. Eso es parte de su castigo por ayudar a desenmascarar este sistema racista.
Una de las cosas que hemos aprendido al participar en estos movimientos en los últimos años es que muchas personas hablan del hecho de que debemos cambiar todo el sistema judicial y la policía, pero no nos damos cuenta de que el capitalismo debe ser destruido. El racismo y el sistema de “justicia” resultante formaron la base del capitalismo. La clase obrera debe tomar el poder bajo un partido comunista de masas, o cualquier cambio o reforma menor desaparecerá después de un tiempo. Llevar a las personas a ese nivel de comprensión es nuestro trabajo como miembros y amigos del Partido Laborista Progresista.

Una “caravana” de migrantes hace un peligroso viaje a través de México, los patrones capitalistas de todo el mundo continúan siendo el chivo expiatorio de los inmigrantes por los fracasos del sistema de ganancias. Con el grupo en disminución todavía a cientos de millas de distancia de la frontera más cercana de los EE. UU., El presidente de los EE. UU. Donald Trump amenazó con enviar cinco mil o más tropas con permiso para disparar (Military Times, 11/1). Dos semanas antes, cuando los migrantes se acercaron a México desde Guatemala, los policías mexicanos con equipos antidisturbios los recibieron con gas pimienta. A medida que sufren hambre, enfermedades y lluvias torrenciales, estos refugiados centroamericanos también deben defenderse del racismo de los patrones y del fascismo creciente.
En su gran esfuerzo por dividir a los trabajadores, Trump siguió con la amenaza de acabar con la ciudadanía por derecho de nacimiento en los Estados Unidos. Aunque es poco probable que el Racista en Jefe pueda cumplir esta promesa en un futuro cercano, el constante aluvión de propaganda racista Juega en las manos de todos los jefes. Independientemente de sus desacuerdos internos, todos los gobernantes capitalistas deben debilitar la lucha de la clase trabajadora. Todos ellos necesitan super beneficios de la labor de los trabajadores inmigrantes. Todos ellos promueven ideas nacionalistas podridas.
Los trabajadores se unen
¿Quién está en la caravana? En el período previo a las elecciones intermedias del 6 de noviembre, Trump jugó a su base racista. Advirtió de una “invasión” por parte de pandilleros y “criminales y del Medio Oriente desconocidos”, una combinación de mentiras racistas sobre los trabajadores latinos y musulmanes. La realidad es muy diferente, como observó el Washington Post (10/23):
Las mujeres empujan a los bebés en cochecitos junto a grupos de adolescentes. Por la noche, las familias pequeñas duermen en el suelo junto a hombres de mediana edad fumando cigarrillos. Un hombre camina con su cachorro de 3 meses llamado Muñeca con una correa roja ... Una niña lleva un koala relleno en la cabeza. Una mujer embarazada se detiene para tomar un descanso en la sombra. Una joven pareja se besa después de una tormenta. Una niña de 6 meses de edad usa un vestido amarillo que dice: “Bailarina”. Un hombre usa una camisa que compró en Arizona, antes de ser deportado por sexta vez.
A diferencia del asalto implacable de los patrones, la clase trabajadora se ha unido a la causa de los migrantes. Los pobres trabajadores mexicanos han donado comida, agua, ropa, mantas. Iglesias y centros recreativos han ofrecido refugio para dormir. Las enfermeras voluntarias están tratando sus pies ampollados e infecciones respiratorias. “La responsabilidad de alimentar, vestir y albergar a varios miles de migrantes ha sido aceptada por los pequeños pueblos mexicanos a lo largo de la ruta, con los residentes apoyando a modo de caridad como si estuvieran respondiendo a un desastre natural” (Washington Post, 10/26).
Los trabajadores de todo el mundo están apoyando a nuestros hermanos y hermanas inmigrantes. En febrero, un propietario de un restaurante de 63 años en Bosnia Herzegovina cerró su pequeña empresa para proporcionar 80.000 comidas gratuitas a los refugiados sirios. “Son personas que están buscando refugio”, dice. “Quieren trabajar; quieren proveer para sus familias como nosotros ”(Al Jazeera, 10/23).
Muchos trabajadores entienden que las fronteras nacionales solo benefician a los patrones y la explotación del sistema de ganancias. ¡La clase obrera no tiene fronteras!
El imperialismo: causa y raíz de las migraciones masivas
La caravana se originó en Honduras el 13 de octubre y pronto atrajo a otros migrantes que buscan seguridad en grupos, de El Salvador y Guatemala. Se necesita mucho para mover a la gente a abandonar sus hogares. En este caso, como lo señaló “Pueblos sin Fronteras”, el grupo que organizó la caravana, el impulso provino de “décadas de intervención política, económica y militar de los Estados Unidos y de negligencia, golpes de estado, inseguridad, corrupción e impunidad de Estados Unidos” con los gobiernos de Centroamérica “(Politifact, 10/22).
En las naciones capitalistas financieramente avanzadas, los patrones se ven obligados a expandirse más allá de sus fronteras para dominar los mercados, los recursos y el trabajo en otros países por la fuerza. Esto es lo que se conoce como Imperialismo y se encuentra en el corazón de la crisis actual en Centroamérica. Los trabajadores de esta región han sentido la bota imperialista en el cuello durante más de un siglo. A falta de un movimiento de masas de la clase obrera para desafiar a los jefes imperialistas chupa sangre y a los gobernantes locales que se les venden, la situación ahora es insoportable.
En el 2009, un golpe militar en Honduras allanó el camino para el actual gobierno fascista del presidente Juan Orlando Hernández y el aumento de las tasas de asesinatos y pobreza. Mientras el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y su secretaria de Estado, Hillary Clinton, se negaron a reconocer formalmente el golpe, mantuvieron el flujo de cientos de millones de dólares en ayuda militar de los Estados Unidos. Hasta el día de hoy, varios cientos de soldados estadounidenses permanecen estacionados en la Base Aérea de Soto Cano, bajo el pretexto de “luchar en la guerra contra las drogas” y brindar “ayuda humanitaria” (The Conversation, 10/25).
Mientras tanto, el Tratado de Libre Comercio de América Central (CAFTA), diseñado por los patrones de los Estados Unidos, ha devastado las economías y las perspectivas laborales de los trabajadores en El Salvador y Guatemala. Desde la aprobación del CAFTA en 2005, las importaciones de los Estados Unidos a América Central han aumentado en más del 80 por ciento, o casi $ 15 mil millones de dólares (Telesur, 3/1/16). Esta entrada masiva de productos agrícolas de los Estados Unidos ha destruido cualquier posibilidad de que los pequeños agricultores nacionales compitan en el mercado. Millones de trabajadores rurales han sido desarraigados. Deben migrar simplemente para sobrevivir.
Crisis mundial de trabajadores en movimiento
La crisis migratoria no se limita a las Américas. En todo el mundo, los trabajadores están escapando de las guerras civiles impulsadas por el imperialismo, la persecución racista, la violencia indiscriminada y la explotación económica. El número de trabajadores desplazados en todo el mundo supera los 68 millones, aproximadamente la población de Francia (ACNUR, 5/15).
Entre los recientemente atrapados en el caos letal de los patrones están los trabajadores de Siria, África occidental y central. La crisis capitalista los ha llevado a las puertas de la Unión Europea (UE). Después de “aceptar” inicialmente a algunos de estos trabajadores, los gobernantes europeos rápidamente mostraron sus colores racistas. Básicamente, cerraron sus fronteras mientras presionaban a los países de Oriente Medio y África para detener a los migrantes en ruta (The Guardian, 7/7/17).
A medida que las superpotencias imperialistas avanzan hacia un conflicto global más amplio y la crisis económica mundial se intensifica, podemos esperar un racismo antiinmigrante aún más violento. Dependerá de nosotros, la clase obrera internacional, luchar.
¡La lucha de los trabajadores no tiene fronteras racistas!
Los asaltos de los patrones contra los trabajadores migrantes son un ataque a toda nuestra clase. El sistema de ganancias sobrevive mediante la explotación y la violencia racista, antiobrera y el terror. No puede ser reformado; ¡Debe ser destruido! El PLP llama a la clase obrera internacional a construir un movimiento comunista para tomar el poder estatal de los capitalistas. Hacemos un llamado a los trabajadores de todas partes para que se organicen y ayuden a nuestras hermanas y hermanos migrantes con alimentos, refugio y seguridad. Y a los soldados en el ejército de los Estados Unidos: ¡Rechacen todas las órdenes de disparar a nuestras hermanas y hermanos!
Todos los trabajadores tienen intereses comunes fundamentales que los unen. Solo una revolución comunista dirigida por el Partido Laboral Progresista Internacional de masas puede poner fin a esta pesadilla capitalista. Hacemos un llamado a todos los trabajadores, desde Centroamérica a Siria, desde Sudán del Sur a China, para que nos ayuden a construir esta lucha. ¡Únete al Partido Laboral Progresista! ¡Tenemos un mundo por ganar!

El 5 de noviembre mas de 50 estudiantes, casi todos negros y latinos salieron de sus clases y formaron una enérgica protesta frente al edificio educativo John Jay, de Brooklyn, Nueva York. Protestaban las condiciones racistas de la Escuela Secundaria de Periodismo, una de 5 escuelas en el edificio, que esta destruyendo su educación además de dificultar el proceso de graduación para los estudiantes de ultimo año. Los estudiantes están hartos, se acercaron a los estudiantes de las otras escuelas y organizaron la huelga.
El Departamento de Educación de la Ciudad de Nueva York (DOE, siglas en inglés) no han mal administrado esta escuela por años. En los últimos 5 años ha habido director casi cada año. Una vez, el año escolar empezó sin director. El DOE quería que el director de la escuela secundaria de leyes se hiciera cargo de mantener a la de periodismo a flote.
Los estudiantes has soportado un desastre tras otro y ya se hartaron. Organizaron esta huelga específicamente para protestar contra el actual director, Livingston Hilaire. La ultima queja es que el Sr. Hilaire obligo a los estudiantes a utilizar una pagina de internet llamado Summit Learning, sin pensarlo ni tomar en cuenta el entrenamiento del personal. Ahora muchos estudiantes se sientan varias horas al día mirando una pantalla de computadora. Muchos estudiantes están preocupados porque no están tomando las clases que necesitan para llenar los requerimientos del estado de Nueva York para su graduación. Cuando los estudiantes y padres se quejaron a Hilaire, con arrogancia les dijo; ni modo, esto es lo que tenemos.
Hilaire no estaba por ningún lado cuando los estudiantes, durante la huelga, demandaron que Hilaire saliera para responder a sus demandas.  Hilaire es solo un diente de la rueda del sistema de educación racista que le ofrece el capitalismo a la clase trabajadora. La juventud merece mas que unos cuantos cursos malos en línea bloqueando su amor al aprendizaje.  
Esto dijeron algunos de los estudiantes en la manifestación:
La huelga fue un acto de desobediencia civil, por nuestro derecho a una buena educación. El director de la Escuela Secundaria de Periodismo no aboga por los estudiantes a quienes se les ha tratado mal. La mayoría de los estudiantes de ultimo año se sienten maltratados, y el director no ayudo a mantenerlos en el camino hacia la graduación al no ofrecerles las clases necesarias para graduarse.
La lluvia no paro a los estudiantes en su lucha. No estuvo muy organizada pero era fuerte y estridente, era su lucha por la justicia sin importar las consecuencias.
¡La huelga estuvo fabulosa! Hay que ser valiente para luchar contra tu escuela y por tus derechos, me siento feliz que los jóvenes de periodismo lo hicieran. Puede ser desalentador cuando casi ningún maestro te apoya, pero nos mantuvimos unidos como escuela y demostramos que aunque son cinco diferentes escuelas en un edificio, una injusticia para uno es una injusticia para todos. Nos plantamos afuera por unos 45 minutos. Algunos jóvenes fueron amenazados con suspensión y otras acciones disciplinarias, pero se mantuvieron firme luchando por el derecho a una educación. Cuando los jóvenes hablaron de sus querellas con Hilaire, les dijeron que si hacían huelga ninguna escuela los apoyaría, porque no les importa. Eso molesto mucho a los estudiantes y se lo dijeron a todos en el edificio. Todos apoyamos colectivamente a la escuela de periodismo en su lucha por la justicia!
Aun con la lluvia, los estudiantes en el plantón coreaban “¿Como deletreas racista? DOE”, “Sal Hilaire”, “No somos cobardes”.
Cuando uno de los estudiantes regreso a su clase, la maestra le pregunto porque habían hecho la huelga. Después de escuchar lo que pasaba en periodismo, y porque muchos otros estudiantes los apoyaban la maestra dijo: “Por eso no estoy enojada”. Los demás estudiantes hicieron muchas mas preguntas. Esto ocurrió en Park Slope Collegiate en donde ha habido mucha lucha contra el racismo y por la integración. Los maestros aquí, luchan y trabajan duro por sus estudiantes. Necesitamos mas lucha. Estudiantes, maestros y padres unidos para luchar por una educación antirracista y un mundo antirracista también. Eso seria el comunismo.

NEWARK, NJ, 7 de noviembre—La ira está empezando a aumentar entre la clase obrera en Newark. ¡Por segunda vez en tres años, los estudiantes de Newark y los residentes de la clase trabajadora están plagados de intoxicación por plomo en su agua! Al igual que en Flint, Michigan, Cleveland, Ohio y otras ciudades con grandes poblaciones negras, la contaminación del agua potable expone a la naturaleza racista del capitalismo. Y dado que los altos niveles de plomo en el agua potable son una amenaza para todos los estudiantes y trabajadores, esta vergonzosa negligencia nos recuerda que el racismo es venenoso para toda la clase obrera.
El Partido Laborista Progresista exige que los multimillonarios paguen para garantizar agua potable limpia. También sabemos que este es solo un síntoma de un sistema capitalista racista que continuará dañando a la clase obrera. En la última instancia, debemos aplastar el capitalismo con una revolución comunista si queremos asegurarnos de que las generaciones futuras de trabajadores tengan una sociedad que se ocupe de sus necesidades, incluyendo tener agua potable saludable y aire limpio.
Las áreas urbanas tienden a tener hogares y sistemas de suministro de agua construidos entre finales del siglo diez y nueve y mediados del siglo veinte. En aquel entonces, el plomo era comúnmente usado en tuberías, pintura y gasolina. Las principales empresas estadounidenses como Du Pont y Standard Oil obtuvieron miles de millones en ganancias de productos a base de plomo. Aunque se sabe que el plomo es tóxico durante más de 100 años, su uso no se prohibió hasta los años setenta.
Los funcionarios de la ciudad de Newark sabían de la presencia de plomo en el agua de la ciudad cuando se descubrió que 30 escuelas de Newark tenían niveles elevados en 2016. En 2017, cuando también se probaron los hogares, se reveló que el 10 por ciento de los examinados tenían plomo al doble del nivel permitido bajo la ley de agua potable segura. 20% de los hogares evaluados por encima del límite de acción federal. Los niños y las mujeres embarazadas que beben agua con estos niveles de plomo corren peligro de desarrollar daño cerebral y nervioso. La ingesta de plomo causa una gran cantidad de problemas de salud (incluida la presión arterial alta) tanto en adultos como en niños. Tenemos un derecho básico a beber agua limpia. Pero se va a pelear para actuar rápidamente y garantizar que las empresas ricas paguen la limpieza de Newark y no los obreros con dificultades.
No se puede confiar en los políticos
Después de meses de negar la existencia de un problema, el alcalde de Newark, Ras Baraka y su administración ahora están obligados a admitir que hay una crisis de plomo. Pero, ¿quién va a pagar por la reparación de la infraestructura? No las compañías que se beneficiaron de la venta de productos tóxicos como el plomo, y no las corporaciones que actualmente obtienen miles de millones en reducciones de impuestos. No, los políticos quieren que los residentes de la clase obrera de Newark que paguen por la factura. ¡Decimos claro que no!
A medida que se acercaban las elecciones intermedias, los demócratas nos dijeron que eran nuestros amigos. Sin embargo, esta crisis muestra que tanto los políticos demócratas como los republicanos son parte del problema. La administración de Baraka retuvo información sobre la contaminación del agua. Fue solo la demanda actual presentada por el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales que los obligó a admitir que hay una crisis. Los senadores actuales de los Estados Unidos, Bob Menéndez y Cory Booker (el ex alcalde, quien también es responsable de la crisis del agua) votaron para gastar $700 mil millones en el presupuesto de guerra, pero no han dicho ni una palabra sobre la actual crisis del plomo en Newark. ¡Con amigos como éstos, quién necesita enemigos!
La ira está empezando a convertirse en acción
Desde las caminatas del 2015, muchos de los estudiantes de secundaria en Newark han estado relativamente tranquilos. Sin embargo, esta crisis ha hecho que algunos estudiantes se organicen, hablen con miembros de la comunidad y creen videos para exponer a las personas y a la crisis de plomo. Si bien aún se encuentra en las etapas iniciales, esto nos da la esperanza de que los estudiantes puedan una vez más dar liderazgo a una lucha que afecta a mucha de sus vidas.
Como resultado de la demanda, Baraka se ve obligada a mantener los ayuntamientos de toda la ciudad sobre la crisis del agua. En un ayuntamiento, un trabajador se levantó y le preguntó a Baraka por qué continuaba diciéndole a la ciudad que el agua estaba segura cuando supieron que los niveles de plomo estaban aumentando. Otro cuestionó por qué a los residentes de East Ward no se les dieron filtros de agua cuando se sabía que algunas casas tenían altos niveles de plomo. Su única respuesta fue que los “datos” están equivocados. Si Baraka todavía puede salirse con la suya con estas respuestas, muchos están empezando a ver a través de la ilusión de Baraka como un político “radicalmente progresista”.
Correremos mejor las cosas bajo el comunismo
La única forma en que la gente trabajadora puede garantizar que los recursos vitales como el agua sean seguros es que nosotros manejemos la sociedad. Estos políticos gastan miles de millones en elecciones para convencernos de que solo ellos pueden dirigir las cosas. ¡Y mire los resultados: trabajos mal pagados, racismo y sexismo, guerras asesinas, un ambiente insalubre! Tomar el poder de los capitalistas y construir el comunismo será una larga lucha, pero salvará cientos de millones de vidas. ¡Únete a nosotros en la lucha!