Newark, NJ 30 de Octubre – Aunque existen muchas debilidades en el movimiento Occupy Wall Street, un aspecto positivo es que ha motivado a muchos trabajadores y estudiantes a luchar. Alrededor de 25 estudiantes y trabajadores de Newark se juntaron para discutir cómo proceder.  Desde el principio muchos trabajadores empezaron a hablar sobre los recortes del presupuesto que, después de darse un aumento de sueldo, el alcalde  Cory Booker propone.  
Uno de los estudiantes propuso crear su propio presupuesto y una petición, llevarla al concilio municipal para que ellos aprueben el presupuesto.  En ese momento una trabajadora negra salto y dijo: “Ellos crean estas leyes ilegales para poder hacer lo que les de la gana.” Continuo hablando sobre como los trabajadores tienen que luchar solo para sobrevivir y que necesitamos empezar a pensar sobre las diferentes formas en las que se puede luchar no nada más “protestando.”  Muchos en el grupo estuvieron de acuerdo en que tenemos que hacer más.  Fue entonces cuando un residente de Newark empezó a hablar sobre el papel que juega el racismo bajo el capitalismo y porque necesitamos ver estos problemas (cualesquiera que sean; vivienda, desempleo, salud, etc.) como un problema sistémico y no nada más un problema de ciertos individuos.  
Un maestro de secundaria dijo; “Ellos nos quieren dividir.  No quieren que negros, latinos, asiáticos, y blancos nos unamos para luchar.  Esto es lo que hace el capitalismo, nos divide y es por eso que lo que hacemos hoy es tan importante.”  Todos estuvieron de acuerdo.  
En una ciudad como Newark, donde más del 20% de la población está desempleada (y muchos más subempleados), la lucha contra el racismo debe ser el pilar más importante de lo que hagamos. Aunque muchos estudiantes y trabajadores en el movimiento de Occupy Wall Street  están de acuerdo que el racismo es un problema, muchos no lo enfocan con conciencia de clase.  
El privilegio de tener la piel blanca – es una idea popular entre muchos de ellos, eso no identifica las razones políticas y económicas por las que los trabajadores blancos deban luchar contra el racismo.  Echando un vistazo a la historia, esta nos muestra que la clase trabajadora blanca es también afectada económica y políticamente por el racismo.  Ya que mantener a trabajadores negros, blancos, latinos y asiáticos divididos mientras que el desempleo entre los trabajadores negros y latinos es el doble que entre trabajadores blancos, afecta los salarios y beneficios de los trabajadores blancos pues continuaran decayendo (sin mencionar que hay un significativo número de trabajadores blancos que también están desempleados.  
Nosotros en el PLP nos involucramos en el movimiento de Occupy Wall Street para incluir la forma comunista de luchar contra el racismo.   Solo a través de la unidad multirracial de la clase trabajadora y el compromiso de acabar con el capitalismo – un sistema que necesita y continúa produciendo racismo – podremos movernos hacia la construcción de una sociedad de igualdad social.  

Entre los cientos que acampaban el  22 de octubre en el parque Zucotti, frente a una bandera de EEUU que algunos camperos habían erguido, la cual representa a los acaudalados gobernantes de este país y engaña y asesina a millones de trabajadores por ganancias, nosotros nos plantamos; un grupo de 10 PLPeistas elevando un estandarte que leía: “¡Lucha por el Comunismo, Únete al PLP!”
Como éramos un grupo multirracial de estudiantes y trabajadores, eso nos distinguió del contingente, que en su mayoría eran blancos tocando tambores, dentro el parque, quienes vendían camisetas con el logo de “Occupy” Nuestras pancartas decían: “Policías, Matones de Wall Street”, luchando y pasando copias del DESAFIO a trabajadores que pasaban por ahí.  Entre los mensajes de “Todo lo que necesitamos es Reforma de Campaña” nosotros pronto sobresalimos como el contingente revolucionario de la clase trabajadora.
Nuestro análisis que es el sistema completo lo que tiene que ser destruido y reemplazado con una sociedad comunista igualitaria atrajo grupos de trabajadores.  Tuvimos luchas muy agudas con ellos, desde la caída del socialismo en la URSS a el papel que la policía juega al proteger a los capitalistas y tratando brutalmente a los trabajadores.  Acabábamos de leer el documento del partido “Trabajadores Negros: Una Fuerza Revolucionaria Clave, enfatizamos la necesidad de la unidad multirracial y el papel esencial que los trabajadores más explotados deberán jugar en los movimientos de la clase trabajadora en el mundo.  Para los trabajadores estos mensajes tuvieron mucho sentido ya que vieron la diferencia de nuestro mensaje con los de los reformistas y reaccionarios que pregonan revolución, lo cual les presento un panorama claro de que nosotros somos una verdadera amenaza política para los patrones.  
Un trabajador negro retirad y quien nació en Mississippi nos escuchó hablar sobre la unidad multirracial y se acercó a nosotros diciendo que recordaba al PLP desde las rebeliones de Harlem en 1964 y que le daba mucho gusto ver que una nueva generación de estudiantes estaba luchando por el comunismo.  Le dimos el DESAFIO y le invitamos a nuestro grupo de estudio.  Un estudiante indocumentado de Baltimore estaba muy contento de saber que podía ponerse en contacto con el PLP cuando regresara a casa.   Conversaciones como esta nos dejó un sentimiento de entusiasmo y nos inspira a continuar visitando Wall Street, para discutir sobre las contradicciones incurables en el sistema que todo el movimiento Occupy continua evadiendo.   

Muchas personas en todo el mundo lloraron por la muerte de Steve Jobs el 5 de octubre. Jobs fue uno de los fundadores de Apple al cual se le acreditan los cambios en el mundo con sus estilizados iPhone, iPad y computadoras Macintosh de fácil uso. Apple construyó una imagen de ingenuidad que hace la vida mejor a través de sus productos.
Mientras que a Jobs y Apple se les puede acreditar por estos dispositivos, no eran y no son amigos de la clase trabajadora del mundo. En los últimos 14 años bajo el liderazgo de Jobs, Apple se convirtió en la “segunda empresa más valiosa” detrás de Exxon Mobile, según Newsweek (05/09/11. Ellos hicieron mucho dinero, tenían más de “$ 76 mil millones en efectivo e inversiones” en un banco de Nevada para evitar el pago de impuestos corporativos y de capital en California.
¿Cómo hicieron todo ese dinero? ¿Inventiva pura, creatividad y voluntad? No, lo hicieron sobre las espaldas de la clase trabajadora. A pesar de que Apple es una empresa estadounidense, optó por producir la mayor parte de sus productos en China, donde los salarios medios de los trabajadores son muy bajos. En 2010, el salario promedio de un trabajador chino en Shenzhen, ciudad natal de la compañía taiwanesa Foxconn Electronics, era de unos 900 yuanes al mes, lo que equivale a unos $ 132 dólares de EE.UU. (Bloomberg, 28/05/10. Foxconn es la empresa que produce la mayor parte de los productos de Apple.
Las acusaciones de “explotación” en talleres de hambre rodearon a estas empresas. Según el Daily Mail, trabajadores, que supuestamente trabajaban 36 horas, realmente registraban 98 horas, de pie la mayor parte del tiempo. Cuando el iPad estuvo en gran demanda, los trabajadores sólo “pudieron tomar un día libre por 13 de trabajo” siendo humillados delante de sus compañeros de trabajo por algún un mal desempeño. (Www.dailymail.co.uk 01/05/11). Las condiciones de trabajo en estas plantas son tan horrendas (largas horas y presión extrema) que algunos trabajadores llegaron al suicidio. Los trabajadores de Foxconn fueron obligados a firmar un acuerdo en que sus familias no serían compensadas si cometían suicidio.
Steve Jobs intentó defender a Foxconn a principios de 2011, proclamando ante los inversores de que la empresa no era una fábrica de superexplotación. Pero en el mismo año Apple produjo su propio récord en sentido contrario. En un informe interno revela que en 18 de sus establecimientos, sus empleados fueron contratados bajo condiciones esclavistas de trabajo. Además, en 10 plantas de un total de 91 se encontraron trabajando menores de 16 años[explotación infantil. (Http://tech.fortune.cnn.com, 02/16/11).
Esta es la manera en que Apple y Steve Jobs hicieron miles de millones. Apple sabía que no sería rentable crear puestos de trabajo en EE.UU. por eso buscó mano de obra más barata. Los trabajadores de todo el mundo necesita conocer lo que realmente son estos patrones: despiadados chupa-sangre, guiados por el lucro. La clase obrera debe mantener claridad de como estos patrones se enriquecen explotando a la clase trabajadora.

El reciente recrudecimiento de la lucha de clases, como se ve en Grecia, Egipto, España, Inglaterra, Siria, Israel / Palestina, Pakistán y los Estados Unidos, es un avance alentador. En los últimos dos meses, el movimiento sindical en Nueva York ha estimulado a miles de sus miembros a participar en la marcha del Día del Trabajo y en varios de las marchas conectadas a Ocupar Wall Street (OWS). Este despliegue de la fuerza potencial de la clase obrera ha animado a los trabajadores aún más organizados.
Obreros negros, latinos, asiáticos y blancos miembros de sindicatos, tanto en el sector público y privado, han hecho lo que parece ser una declaración de solidaridad y unidad. Una vez  más  allá de las apariencias superficiales, sin embargo, la esencia de esta actividad es algo muy diferente.
¿Cuál fue el tema central de los sindicatos en  la marcha del Día del Trabajo? ¿Fue dirigido a detener la amenaza racista de cierres de hospitales públicos en Brookdale en Brooklyn o Península en Queens? Esta lucha sería muy útil para detener la erosión de la atención medica desesperadamente  necesitada en estas comunidades predominantemente negra y latina a las cuales sirven estos hospitales-  y los despidos de estos cierres requieren ... PLpistas que han apoyado esta lucha  uniéndose a las concentraciones y huelgas en los hospitales, junto con nuestros compañeros y amigos. Nuestros esfuerzos de solidaridad, las ideas comunistas y Desafío fueron muy bien recibidas por los trabajadores beligerantes del hospital, muchos de los cuales se han convertido en nuestros amigos.
Hubiera sido genial si la ultima marcha del Día del Trabajo se hubiese declarado en contra de  la crisis racista de desempleo que se apodera de todos los segmentos de la clase obrera en una “verdadera” tasa (incluyendo los subempleados y los obreros “ligados de manera marginal”) de más de 16 por ciento. Decimos que el desempleo es racista porque los jóvenes de minorías son víctimas de la falta de trabajo por un múltiplo de tres veces la tasa general. Pero los “líderes” sindicales no tienen un plan para luchar contra los recortes ya sea de salud o el desempleo masivo, racista.
. ¿Qué hubiese pasado si el New York City Central Labor Council (Consejo de Trabajo de NYC- NYCLC por sus siglas en ingles) hubiese hecho un llamado por  una huelga general en toda la ciudad para parar los despidos de más de 800 maestros de las escuelas públicas?  La lucha encabezada por PL a principios de este año en el campus de la secundaria John Jay  en Brooklyn mostró cómo los estudiantes, maestros y padres de familia se pueden ganar a unirse y combativamente confrontar los racistas del Departamento de Educación. ¿Qué tal si esa huelga general hubiese  pedido el fin de las guerras imperialistas del petróleo en Irak y Afganistán, y que el dinero ahorrado se utilizara para pagar los servicios necesarios como salud, educación y  vivienda? Si el NYCLC organizara una huelga como esta, empezaríamos a ver el verdadero poder de la clase obrera en la acción. En cambio, vimos las llamadas al patriotismo y el apoyo del imperialismo de EE.UU. a través de pancartas de “recordemos” aquellos que murieron el 9 / 11.
Si la marcha del Día del Trabajo hubiese tenido la intención de construir una verdadera unidad de la clase obrera, no se habría detenido en la calle East 66th. Habría continuado al Parque Central y se hubiese unido a los trabajadores en huelga en el restaurante Central Park Boathouse. Los Plpistas construimos apoyo para esta huelga en las semanas antes del Día del Trabajo y repartimos volantes en la marcha para garantizar que los manifestantes, incluyendo aquellos a los que trajimos, de hecho mostrarían su solidaridad con los huelguistas. Los valientes, sobre todo las mujeres trabajadoras inmigrantes del restaurante fueron capaces de ganar el reconocimiento del sindicato y un contrato. Sin embargo, un flujo masivo de manifestantes en el parque hubiese ayudado a construir la unidad y luchado contra los sentimientos racistas,  sexistas y anti-inmigrantes. A partir de este restaurante de Nueva York a una biblioteca de Chicago a una cadena de supermercados de California, PL ha tratado de establecer campañas de solidaridad para atizar los brasas de la lucha de clase obrera. En el proceso, hemos conocido a personas maravillosas que están entusiasmadas por nuestras ideas comunistas revolucionarias.
¿Qué tal si, en lugar de marchar en la 5 ª Avenida, más allá de los edificios de lujo donde vive el 1% más rico de Nueva York, hubiésemos marchado en las áreas de la clase obrera de Brooklyn, donde el 99% vive? ¿Qué tal si nos hubiéramos reunido frente a los edificios en  Flatbush Gardens, donde los trabajadores sindicalizados han sido bloqueados desde el  mes de noviembre pasado? O si nos hubiéramos unido a las concentraciones de huelga en la Universidad de Long Island, donde los maestros estaban en huelga y en oposición a vincular cualquier aumento de la matrícula? ¡Entonces se podría haber construido la unidad obrero-estudiantil!
¿Qué tal si los trabajadores de Verizon en el Communication Workers of America (Obreros de Comunicación de América), que se uniesen a las actividades de Ocupar Wall Street marchando al  frente a la sede corporativa de Verizon el 21 de octubre, hubiesen renovado su huelga en contra de Verizon? Entonces hubiesen aprovechado la ira alimentada por OWS contra una empresa que acumuló $ 22,5 mil millones en beneficios y le pagó a sus cinco principales ejecutivos $ 258 millones en los últimos cuatro años-mientras  reduce  los beneficios de los trabajadores y licencia por enfermedad, mientras que eleva los costos de seguro de salud y elimina la seguridad de trabajo. ¿Qué tal si los 110.000 miembros de la Federación Americana del Estado del Condado y Municipales (AFSCME-por sus siglas en ingles) District Council 37, cuyo contrato expiró un año y medio atrás, se pusieran en huelga por un nuevo contrato y para rechazar los recortes y  despidos? Entonces estos trabajadores están aceptando la ley fascista de Taylor. La chispa de la OWS habría llevado a la lucha de clases más aguda.
¡La razón por la cual estas cosas no han sucedido es porque el papel de los sindicatos es mantener el capitalismo! Los líderes imitan los patrones exigiendo salarios exorbitantes.  Un ejemplo de ello: Gerald McIntee, Presidente Internacional de AFSCME, le pagaron $ 479.328 en 2009. La cabeza de AFSCME -DC 37, Lillian Roberts, ganó 343.467 dólares, o aproximadamente 10 veces el salario promedio de los miembros de la 37 DC. En la lucha contra la Ley del Estado de Nueva York Taylor o la ola de leyes antisindicales aprobadas en Wisconsin, Ohio y en otras partes, los sindicatos tendrían que romper las leyes de los empresarios y exponer su sistema amañado. Por el contrario, enfocan la ira y la frustración de los obreros hacia la cabina de votación.  En el 2008, los comités de acción política de los sindicatos gastaron  más de $ 80 millones en las elecciones federales y para elegir a sus “amigos” a la Casa Blanca y el Congreso. Después de haber “ganado”,  fallaron en pasar más allá de su problema principal, la “tarjeta de débito” método para la organización de nuevas unidades de negociación. Esto demuestra una vez más que el poder de gobierno no está determinado por las elecciones sino que sirve a los intereses de la clase dominante, independientemente de qué partido gane la última competencia.
Cuando una chispa como OWS parece desafiar el dominio que los jefes tienen sobre nuestras vidas, el mandamás de la unión, siempre fiel a sus amigos en la cúpula, organiza a través de coaliciones como el “más fuerte para todos” para atenuar la energía y la ira de los manifestantes de OWS para entregar los miembros militantes del sindicato en los brazos de los jefes operativos del partido “Demo publicano”. Año tras año,  líderes sindicales nos instan a votar por los candidatos menos malos (por lo general los demócratas), que nos prometen menos recortes y más migajas. La realidad se ve en el debate actual en Washington, que está entre los cortes catastróficos o desastrosos en los servicios que necesitan los trabajadores. Los obreros solo eligen una cosa en estas elecciones: quién será su opresor.
El Partido Laboral Progresista tiene un plan diferente. Nosotros entendemos que los obreros crean todas las ganancias. Sabemos que bajo el capitalismo todos los días se les roba el valor que ellos producen. Queremos usar el poder y unidad de lucha de la clase obrera para destruir el sistema capitalista. Mientras que nosotros apoyamos luchas que encaran los trabajadores por salarios y mejores beneficios, entendemos que cada ganancia reformista que ganamos bajo el sistema de los jefes se nos puede quitar fácilmente. El proceso de construir el Partido Laboral Progresista en estas luchas fortalece la habilidad de nuestra clase de luchar hoy al igual que nos prepara por una lucha más grande por venir. Esa es la lucha por el comunismo, un sistema donde la clase obrera toma el poder, y donde todo lo que se produce es por el uso y beneficio de la clase obrera. ¡Una sociedad donde el racismo y el sexismo serán prohibidos! ¡Un sistema donde no hay división entre inmigrantes/ciudadanos y no habrá  más ricos ni pobres! ¡Bájese de la rueda controlada por los jefes y únase a nosotros para crear una sociedad que pueda realmente servir nuestras necesidades! Únete al Partido Laboral Progresista. ¡Construyamos una revolución comunista!