Nueva York, 25 de septiembre. — Noventa trabajadores negros, latinos y blancos, hombres y mujeres, inmigrantes y ciudadanos, jóvenes y viejos, empleados y desempleados- se reunieron hoy en una conferencia para luchar por empleos. La sala se llenó de solidaridad y fuerza obrera. Nuestro objetivo es construir un movimiento poderoso, trabajador por trabajador y acción tras acción, para enfrentar el desempleo capitalista, la explotación, el racismo y la guerra. “Nuestro movimiento se basa en el poder de los trabajadores, no en los politiqueros”, dijo uno de los oradores. “Nosotros decimos: Hagamos que los empresarios y banqueros paguen’”.
Los trabajadores se pusieron de pie y aplaudieron cuando un huelguista  del restaurante de la Casa de Botes en el Parque Central de NY,  describió cómo organizaron la huelga y lograron una victoria. Los participantes en la conferencia les enviaron una carta de felicitación y solidaridad. También se comprometieron a apoyar a los trabajadores de la Casa de Botes en sus futuros enfrentamientos contra las leyes fascistas de inmigración, la inseguridad laboral, los despidos y el trato racista y sexista. Cualquier “victoria” para los trabajadores sólo puede ser temporal hasta que la clase obrera toma el poder del Estado.
Una trabajadora de Harlem habló de su lucha en contra la racista Universidad de Columbia, la cual está construyendo un Campus anexo en el Oeste de Harlem. Después de prometer puestos de trabajo a los trabajadores en la comunidad, Columbia solamente ha contratado a dos. La conferencia se comprometió a hacer más presión contra la universidad con una marcha en Harlem el 10 de octubre.
Entonces una mujer se levantó y saludó a la conferencia. Pronto nos dimos cuenta que era jefa de un grupo de trabajadores de asistencia a domicilio, ¡a quien les debe miles de dólares en salarios atrasados! Al unísono todos corearon “¡Fuera!” y “Paga lo que debes!”. La patrona se sintió presionada y ahora está ofreciendo parte de lo que debe. La lucha va a continuar, con el compromiso de la conferencia de seguir apoyando, manifestándose cuando los trabajadores lo necesiten. Un líder de la huelga de Stella D’oro el año pasado hizo hincapié en la necesidad de mantener determinación y audacia para luchar.
Antes de iniciar las mesas de trabajo, cinco trabajadores de un grupo de estudio del PLP dieron una breve presentación sobre el desempleo y su impacto brutal sobre la clase trabajadora. Ellos nos ayudaron a entender claramente por qué el desempleo es inevitable y necesario bajo el capitalismo, la forma en que es esencialmente racista, y cómo se relaciona con el movimiento anti-inmigrante y como acelera la carrera de los patrones de EE.UU. hacia la guerra. Los informes también hicieron hincapié en la necesidad de la unidad de los trabajadores en un período de aumento del desempleo.
En las mesas de trabajo, hablamos de lo que estamos haciendo para luchar por puestos de trabajo. Hemos hecho un buen comienzo, pero debemos hacer planes más específicos. Tenemos que luchar con nuestros amigos para construir una base más fuerte para el partido con sus familias, amigos, compañeros de trabajo, vecinos y compañeros de escuela.
Al terminar la conferencia, disfrutamos de una deliciosa cena de pollo, arroz, y ensalada preparada por dos mujeres que se ofrecieron voluntariamente su tiempo y trabajo para la conferencia.
Al hablar acerca de la conferencia algunos trabajadores dijeron: “Estoy feliz. Nunca había experimentado una reunión como ésta.”
“Yo quiero participar en esta lucha.”
“Deberíamos tener más eventos como este.”
“Me sorprendió. Me perdí la oportunidad de invitar a más trabajadores.”
“Me gustan tus ideas, cómo se vive y asume el liderato”.
Cuando se le preguntó a uno de los organizadores por qué los trabajadores tuvieron una reacción positiva de la conferencia, respondió: “Porque hablamos de los problemas reales de los trabajadores, solidaridad y lucha real en favor de la clase trabajadora, no de politiqueros, leyes y legislación.

“¡Guau, estas aquí otra vez acompañándonos…ahora sé que en verdad la comunidad nos apoyara si nos vamos a la huelga!” Esa fue la respuesta de un trabajador de un supermercado local que conocimos como parte de nuestra Educación Comunitaria para la Acción Social (CESA, siglas en inglés) una organización comunitaria de la región del Este de L. A.   La conciencia de clases – trabajadores apoyando a otros trabajadores sin importar su trabajo, “raza”, país, etc. – es una absoluta necesidad para construir una fuerza para la revolución comunista.  Construir esta conciencia fue nuestra tarea cuando nos propusimos apoyar a los trabajadores de supermercados que están considerando irse a la huelga como respuesta a la propuesta injusta de salud que las cadenas de supermercados les ofrece.  
Echamos a andar el plan primero conociendo la tienda que “adoptamos” en el Este de L.A.  Miembros de CESA, con estudiantes de una universidad estatal cercana, seleccionamos un día a la semana para ir a la tienda y conocer y hablar con los trabajadores, hacerles un seguimiento y entablar una relación con ellos.  Por un mes, el grupo estuvo en el supermercado todos los lunes a las 5 PM, nos dividimos y hablamos con los trabajadores y la clientela sobre el contrato injusto y la oportunidad de irse a la huelga.  
También discutimos como el capitalismo se basa en la explotación de los trabajadores y como toda la clase trabajadora está siendo atacada severamente con los recortes a los beneficios y salarios, recortes en la educación y los programas sociales que proveen servicios críticos, sobre el desempleo racista que aflige a las comunidades trabajadoras latinas y negras.  
Construir conciencia de clase, y confianza de clase en el Partido toma tiempo.  Nosotros sabíamos que no podíamos nada más aparecernos una vez, distribuir el DESAFIO y esperar que el Partido crezca.  Este es un proyecto a largo plazo y nosotros gustosos lo aceptamos.  En esas semanas hicimos amigos.  Uno de los trabajadores nos dijo, “Guau, cad vez que vienen a visitarnos siempre traen a un grupo de personas.” El estudiante obrero sintió el gran apoyo de los miembros de CESA de sus aliados en la comunidad.  También pudimos hacer amistad con una trabajadora de la pastelería.  
Conforme nuestras visitas semanales continuaban establecía confianza y reconocimiento del apoyo genuino que veían.  Uno de los momentos más destacados fue cuando llevamos un grupo de 17 personas, entramos gritando consignas y cargando pancartas a entregar una resolución a la administración en apoyo de los trabajadores.  Vimos muchas sonrisas cuando nos alejábamos, pues no esperaban que llegara un grupo grande de miembros de la comunidad.  
Aún tenemos mucho que hacer.  La conciencia de clases y buenos sentimientos entre los trabajadores por si solos no traerán la revolución y el comunismo.  Pero empezamos bien, tenemos que seguir apoyando a los trabajadores que conocimos, aun cuando ya aceptaron el nuevo contrato.  Todavía tenemos un sistema capitalista por lo tanto los trabajadores continuaran siendo explotados.  
Es por eso que estamos organizando un Foro Laboral con grupos de estudiantes en una universidad local.  Hemos invitado a trabajadores del supermercado y también del tránsito, quienes recientemente también han tenido que negociar un nuevo contrato, para que hablen sobre sus experiencias en el sindicato, la compañía y la comunidad.  Continuaremos trabajando para concientizar sobre como el capitalismo destruye las vidas de la clase trabajadora y porque necesitamos luchar por el comunismo.

Nueva York, 10 de septiembre - “!El PSC (Congreso de Personal Profesional) está aquí para apoyar su lucha durante el tiempo que sea necesario!” Esta declaración resonó en el lado Este del Parque Central cuando un grupo de profesores proclamaron su solidaridad con los huelguistas del restaurante Loeb de la Casa de Botes. Los trabajadores iniciaron esta huelga hace un mes, en contra del acoso sexual de los administradores hacia las mujeres trabajadoras, y en protesta por el robo de sus propinas, y más recientemente por el despido de 30 trabajadores en represalia por intentar sindicalizarse.
Estamos aquí poyando esta lucha para demostrar que podemos abolir las divisiones por - trabajo, nación, raza, genero, etc. que el capitalismo nos ha impuesto. Derribar estas divisiones es un requisito previo y esencial para que la clase trabajadora pueda tomar el poder y derrotar a los patrones. Debemos aprovechar las oportunidades que tengamos para derrumbar estas barreras. De esta manera, estamos vislumbrando una pequeña muestra del futuro, cuando los trabajadores se unirán bajo la dirección comunista para destruir el capitalismo y sus ideas podridas.
El PSC es un sindicato de profesores y personal profesional, con un largo historial de apoyo a los trabajadores en huelga en toda la región. El capitalismo nos enseña que el trabajo intelectual y manual es diferentes para hacer imposible la unidad  entre trabajadores, es solo un truco capitalista para explotar a todos. No importa la naturaleza del trabajo, el capitalismo explota a todos para aumentar sus ganancias. La presencia de profesores en apoyo a meseros y lavaplatos demuestra que todos somos explotados y que debemos unirnos contra nuestros explotadores.
Mostramos unidad multirracial para oponernos a la división racista con la que el capitalismo nos asfixia. Los trabajadores en huelga son principalmente inmigrantes de muchos países, incluyendo México, Ecuador y Albania. Este sistema capitalista racista sobre-explota a los trabajadores inmigrantes. Los jefes del restaurante les roban sus salarios y sus propinas, los hostigan y acosan sexualmente y los someten a malos tratos.  
Sin embargo, el apoyo en la línea de piquetes vino principalmente de los trabajadores blancos de EE.UU. que han comprendido que como trabajadores, esta lucha es su lucha, sin importar el color o donde nacieron. Una vez más, un futuro comunista se vislumbra, donde las fronteras serán aplastadas y los trabajadores estarán unidos creando y dirigiendo una nueva sociedad
Se vislumbra la imagen de una nueva sociedad donde la mujer no será explotada. Las mujeres han estado en esta huelga, gritando fuerte y dando dirección a la huelga. Algunas de estas mujeres fueron objeto de acoso sexual por parte de los directivos del restaurante en la casa de botes, por eso fue que mujeres y hombres tomaron la importante decisión de irse a huelga.
Mientras que trabajadores de base se mantuvieron unidos y orgullosos, los dirigentes sindicales vendidos demostraron que solo bailan el ritmo que les tocan los patrones. El Consejo Central Laboral (CLC) vendido no hizo nada para movilizar a los miles de trabajadores sindicalizados que marcharon el Día del Trabajo en Nueva York, para ir a la casa de Botes y dar apoyo a los trabajadores en lucha. (Terminaron la marcha a menos de un kilómetro del restaurante)  Casi todos los líderes sindicales en la marcha siguieron el ejemplo del CLC y abandonaron a los huelguistas.
A pesar de esta traición de los dirigentes sindicales y la presencia de esquiroles, los huelguistas mantuvieron el ritmo de la huelga sin parar con tambores y cantos – suficiente para estropearle el negocio a los dueños del restaurante durante la huelga. El 21 de septiembre los huelguistas obtuvieron una gran victoria cuando el propietario, Dean Poll, llegó a un acuerdo sindical que restauró a los trabajadores despedidos y prometió pagar días de enfermedad, vacaciones, seguro médico, etc. En esta época de incesantes ataques contra la clase obrera, este es un triunfo.
No nos dejemos engañar, los capitalistas sólo ceden a nuestras demandas cuando los forzamos y aún así solo dan migajas. Sí, la huelga terminó en victoria, pero ¡ Dean Poll seguirá obteniendo ganancias de la labor de los trabajadores del restaurante! Y Poll, al igual que todos los patrones, constantemente buscará la forma de arrebatarnos lo que hemos ganado.
 Este es un buen caso para la clase obrera bajo el capitalismo, ¡pero no es lo mejor que podemos hacer! Nuestra verdadera liberación está en deshacernos de Dean Poll y de todo el sistema capitalista, para eso se requiere superar las barreras  que representan los falsos dirigentes sindicales, las diferencias de trabajo, de color, de género, y de “nacionalidad”. Como decimos, los trabajadores unidos jamás serán vencidos.

Nueva York, 22 de octubre -- Miembros de una iglesia en Harlem, residentes de la comunidad y estudiantes otra vez marcharon contra el falso centro de trabajos en la Universidad de Columbia. Por una hora, nosotros mantuvimos consignas militantes contra el desempleo racista y la complacencia de Columbia con los banqueros y los  guerreristas. Así como otras universidades prestigiosas, Columbia apoya las investigaciones de las  que depende la clase gobernante para armar su maquina de guerra, en dirigir su sistema bancario en crisis y educar a obreros jóvenes en las ideas destructivas del capitalismo. La expansión del Campus  de Columbia también ha querido decir que ellos se han apoderado de porciones masivas de los barrios circundantes, dejando a muchos obreros sin casas y trabajo.
    Después, nosotros marchamos a las puertas de la universidad, adonde tuvimos otra manifestación valerosa. Nuestro plan fue marchar a través de la universidad hacia la mansión del Presidente Bollinger. Una línea de seguridad nos trato de parar, diciéndonos que nosotros no podíamos caminar con nuestros pósteres “peligrosos”. Varios manifestantes militantes rechazaron rendirse,  hasta que finalmente nos dejaron entrar. Nosotros con megáfono gritábamos mientras que entrábamos. Nosotros después escuchamos discursos en frente de la repugnante y vistosa residencia de Bollinger, indicando como estudiantes y obreros están sufriendo por el alto desempleo y como la universidad a desplazado a miles de residentes locales como nunca en la historia y como han maltratado a sus empleados.
    Nuestro movimiento esta enfocado en construir desde la base, envés de depender de los políticos o la prensa. Nosotros hemos conectado nuestra lucha a un análisis de la crisis del capitalismo. Por lo menos 10 miembros de la iglesia quienes nunca habían estado involucrados en protestas en el pasado, participaron de una manera u otra. Ellos distribuyeron folletos, se manifestaron o cocinaron para nosotros los manifestantes que tuvimos un picnic después. Sin embargo, todavía nuestros números están demasiados bajos. Los obreros necesitan vencer su cinismo de luchar. Estudiantes necesitan realizar que su salvación esta en la unidad de la clase obrera, en la universidad y la comunidad. Nosotros vamos a continuar  luchando y estamos seguros que mas van a unirse con nosotros.     
    La victoria de los huelguistas del restaurante Boathouse en el Parque Central y las Manifestaciones en el distrito financiero son una evidencia de la ira creciente de la clase obrera contra el sistema. Nuestra tarea es de asegurar que los manifestantes tengan un entendimiento claro que nuestros problemas nacen del capitalismo y no pueden ser resueltos si no lo botamos completamente y construimos un mundo comunista.