STRASBOURG, 31 de Julio – En lo que los patrones de Francia esperan sea una decisión que se generalice, los trabajadores de la GM de la planta de transmisión automática, han aprobado el 10% de recortes a su salario y beneficios a cambio de mantener sus empleos.  La lucha, que duro dos meses con la GM, ilustra la pesadilla de vida bajo el capitalismo. 

A fines de septiembre del 2008, cuando la GM cayo, su planta en Strasburgo fue a parar a la Motor Liquidation Company, una compañía que le buscaría comprador.  No se lograron las negociaciones de compra con la VW, Mercedes y Weichai.  En junio la GM ofreció comprar la planta nuevamente por un, simbólico, euro, con la condición que sus trabajadores aceptaran 10% de recortes y que todos los sindicatos firmaran un contrato de tres años.  La GM prometió no despedir a nadie durante la vida del contrato.  (En el 2009 Francia perdió 265,000 empleos, 168,000 de ellos eran industriales).

El sindicato más grande en la fábrica, la CFDT insistió que se aceptara la propuesta de la GM por ser “el mal menor”.  Otros dos sindicatos menores le apoyaron, el CFTC y FO, y el partido socialista.  El segundo sindicato mas grande, la CGT apoyo al partido “comunista” que se oponía a esa traición. 

El 16 de julio, 200 trabajadores se fueron a la huelga en protesta por el contrato, el cual incluye un congelamiento de salarios por dos años y la abolición del anterior contrato que establece la semana laboral de 35 horas en la fábrica.  Pero una semana después, enfrentando el ultimátum de la GM de aceptar el contrato o ver cerrar la fábrica y los empleos fueran a parar a México, el 70% de los 950 trabajadores que votaron en un referendo secreto aceptaron el trato. 

Ese mismo día, la administración organizó a unos trabajadores para que tomaran de rehenes a representantes sindicales de la CGT por varias horas, amenazando con asesinarlos si no se firmaba el contrato.  El 27 de julio, el CGT anuncio que pondría cargos contra los asaltantes. 

Pero el 28 de julio, el CGT firmó por separado un trato con la GM, prometiendo no desafiar el nuevo contrato en las cortes en los próximos tres años.  La GM permitió que el CGT quedara bien al no forzarlo a firmar el contrato.  Hoy la GM anunció que iba a comprar la fábrica nuevamente, lo cual tomará unos dos meses finiquitar. 

Todos saben que los trabajadores de Strasbourg no ganaron nada al aceptar el chantaje de la GM.  En el 2007, trabajadores de la fábrica de llantas Continental Tire en Clairoix, aceptaron regresar a la semana laboral de 40 horas a cambio de que la administración prometiera no cerrar la fábrica.  Hoy la fábrica está cerrada. 

Primero, la derrota amarga de los trabajadores de la GM demuestra que la carencia de unidad solo les sirve a los patrones.  Segundo, demuestra que lo mejor que el capitalismo le ofrece a los trabajadores son acuerdos podridos.  En ambos casos, el remedio es unirse alrededor del liderato comunista para organizar una revolución que ponga a nuestra clase en el poder.    

La recuperación de la mayor crisis económica desde la Gran Depresión ha dejado en EUA más de 30 millones de trabajadores y jóvenes desempleados y subempleados, con salarios y prestaciones en picada. Una inmensa fortuna producida por los trabajadores ha sido entregada a los banqueros y a los dueños de empresas automotrices, mientras millones de familias siguen perdiendo sus hogares.

Los patrones lloriquean que la recuperación se está debilitando, se cierne la amenaza de otra crisis económica importante. Aceptan la existencia de desempleo masivo y racista, 50% de los desempleados son  negros y más alto aún para los jóvenes, el cual continuará durante años. Mientras el Congreso regatea la extensión de pagos por desempleo, aumenta el financiamiento de 3 billones para guerras por petróleo en Irak y Afganistán.

Los gobernantes racistas quieren una clase obrera lista para el sacrificio y en apoyo al imperialismo norteamericano.  Están perdiendo en Irak y Afganistán y tienen a Yemen, Pakistán e Irán esperándolos en la fila. Hasta ahora, han tenido cierto éxito en lograr que los trabajadores acepten sacrificios económicos, pero no los han podido ganar ideológicamente a luchar por los imperialistas.

En ninguna parte estos sacrificios son más evidentes que en la industria automotriz norteamericana. Este mes Obama visitó una planta de GM de Michigan y una planta de Ford en Chicago. Después de que Ford anunció $ 4 mil millones en ganancias en el segundo trimestre y GM obtuvo ganancias por dos trimestres consecutivos por primera vez en años.

 Obama y la dirigencia sindical de trabajadores de Autos Unidos (UAW por sus siglas en Ingles) se unieron para cerrar docenas de plantas, recortar salarios hasta en 30.000 dólares por año, y destruir más de 200.000 puestos de trabajo. Esto sucedió sólo durante la crisis de 2008-2009. Miles de millones de dólares y tal vez un millón de empleos fueron sacrificados mucho antes. El salario inicial para un trabajador de GM, Ford y Chrysler se ha reducido en más de la mitad, y  no tendrán pensión hasta que se jubilen.

 Estos sacrificios masivos se llevaron a cabo con un mínimo de resistencia, resalta la huelga de tres meses en American Axel en 2007 y el rechazo de los trabajadores de Ford a una ronda final de concesiones en 2008. Pero los dirigentes de la UAW, ahora dirigido por el religioso “activista social” Bob King,  ha hundido a sus representados planteando que las ganancias patronales son una “victoria” para los trabajadores. “Hemos salvado la industria automotriz, y los empleos en EUA”. No es casualidad que King, ex-vicepresidente de la UAW en Ford, empresa que hizo mayores ganancias, ¡es ahora el presidente del sindicato automotriz !  

Mientras que la pasividad laboral ayuda a los gobernantes a recortar salarios y eliminar empleos, se ha convertido en una espada de dos filos.  Ellos necesitan una clase trabajadora políticamente motivada para movilizarla a un futuro de pobreza y de más guerras. Para lograrlo, tienen que sacar a los trabajadores a las calles para dar rienda suelta a sus frustraciones. Esa es una propuesta muy arriesgada para los gobernantes racistas y sus lacayos sindicales.

 Lo mismo que ocurre en UAW ocurre en NAACP, Teamsters, SEIU, TWU, ATU y cientos de sindicatos y organizaciones “progresistas” y religiosas  que son las que están planificando  “Una Marcha Nacional por Empleos” en Washington, DC, el 02 de Octubre. A corto plazo, es un contra-ataque al partido del Té y un esfuerzo para sacar votos (para los demócratas) en las elecciones legislativas de mitad de período a sólo un mes después. “Una Marcha Nacional por Empleos” es una referencia a la promesa de campaña de Obama de “no mas división de estados azules y rojos”.

Pero más allá de ganar elecciones, esta marcha es un esfuerzo siniestro para ganar a la clase trabajadora a un futuro de guerra y fascismo. El imperialismo de EUA necesita algo más que nuestros salarios y beneficios para la salud. Necesitan nuestro compromiso y nuestras propias vidas. Después del 9/11, Bush dijo a todos que “se fueran de compras” Eso fue un error grave que los gobernantes nunca se lo perdonaron. La clase dominante entiende que los trabajadores y la juventud no pueden ganarse a la guerra y al fascismo en el centro comercial. Tienen que estar en las calles.

El PLP acepta este desafío. Los gobernantes tratarán de poner un millón de trabajadores en Washington, DC, vamos a estar ahí luchando por el liderato político de la clase trabajadora, haciendo que la lucha contra el racismo, por el internacionalismo y la revolución comunista tenga un impacto en el movimiento de masas. Esto no se puede lograr solo con un grupito aislado distribuyendo volantes con “ideas correctas”.

Sólo se puede lograr mediante la movilización de nuestra base en el movimiento de masas con una perspectiva amplia. En nuestros trabajos y en nuestros sindicatos vamos a organizarnos no sólo contra los racistas del partido del té, también contra Obama y los dirigentes sindicales vendidos, fueron estos los que recortaron 200.000 puestos de trabajo y recortaron el salario a la mitad en la industria automotriz.

En las escuelas y universidades, podemos organizar autobuses llenos de jóvenes para oponerse a las maniobras gubernamentales que intentan llevarnos a matar y a morir por el imperialismo EUA.  Debemos organizar contingentes de trabajadores desempleados, a los trabajadores del transporte despedidos recientemente, a los ex huelguistas de Stella D’Oro o a los que han agotado sus prestaciones por desempleo.

Un sistema racista que no puede ofrecer empleos para todos debe ser destruido. La revolución comunista eliminará el desempleo racistas. Podemos ganar a las masas a romper con sus falsos dirigentes  y a luchar por el comunismo. Para la movilización del 02 de octubre, la pelota está en nuestra cancha.

 EL 2 DE OCTUBRE, RECHAZAR LAS ELECCIONES DE LOS PATRONOS Y LUCHAR  POR LA REVOLUCIÓN COMUNISTA

Bajo el cuento de lanzar un movimiento pro trabajos, los agentes del  ala de los Rockefeller en la clase gobernante capitalista en el movimiento de masa está organizando una manifestación masiva el 2 de octubre en Washington, D.C. Su propósito es el de canalizar la ira de los trabajadores para que estos funcionen a favor de los candidatos del partido democrático en las próximas elecciones del congreso. Su meta: mantener la ira de los  trabajadores contra el desempleo racista bajo el firme control  de los vende-obreros en los sindicatos y en el NAACP (Asociación Nacional Por el Avance del Pueblo Negro) y derribar a los adversarios de los patronos en el partido racista “Partido del Te”.  No debemos pensar que los patronos encabezados por los Rockefeller son “menos ofensivos” que los fascistas del “Partido del Té”. Realmente, el ala de los Rockefeller, que tiende a mirar hacia los intereses de más largo plazo del sistema imperialista en su totalidad, consolidará su capacidad de imponer el fascismo y hacer  guerras mucho mejor que los fascistas aficionados en el “Partido del Té”.

Iniciado por el Local 1199 del sindicato SEIU y del NAACP, la “Marcha por Empleos, Justicia y Paz” del 2 de octubre ha sido endosado por la dirección de AFL-CIO, asegurando posiblemente un resultado masivo. La aglomeración a este evento es una oportunidad importante para que los comunistas revolucionarios del PLP profundicen sus lazos en las organizaciones de masa que están siendo reclutadas para esta manifestación. Denunciaremos a los patronos y a sus agentes en el movimiento de los obreros y lucharemos en su lugar por una trayectoria revolucionaria en vez de una electoral.

La lucha contra el desempleo racista debe ser una prioridad para los revolucionarios. Nunca debemos aliarnos con un grupo de patronos contra el otro – Estos siempre servirán sus propios intereses, no los nuestros. La crisis económica actual ha demostrado una vez más que el capitalismo nunca puede servirnos , y se debe destruir con la revolución comunista de modo que los trabajadores puedan organizar la sociedad para resolver las necesidades de nuestra clase sobre una base internacional. ¡Únanse a nosotros el 2 de octubre para denunciar a los vende-obreros y para organizar la revolución de los trabajadores por todo el mundo!

Harriet Rosen, apoyo al PLP desde sus inicios y toda su vida, murió el 8 de agosto a la edad de 86 años. Se caso con Milt Rosen, uno de los organizadores fundadores de nuestro Partido.  Su hijo envió esta carta al DESAFIO.

********************************************************************

Quiero agradecer al Partido por su gran ayuda desde que mude a mis padres a Los Ángeles en el 2004.  Su apoyo realmente muestra el verdadero significado de lo que es ser un camarada.  Solo la clase trabajadora puede apoyarse uno al otro de esta manera; los patrones preferirían chuparnos la sangre completamente y después dejarnos morir cuando ya no les somos útiles. 

Mi mamá y papá se casaron en 1946; el tenia 20 y ella 22 años de edad.  Mi papá empezó a activar en la política comunista después de la guerra; mi mamá era izquierdista. Una noche, ella y una amiga decidieron ir a una reunión izquierdista “para buscar hombres interesantes”.  Mi papá dio un discurso en esa reunión, obviamente impresionando a mi mamá.  En esa época ella salía con Harry Bulova, heredero de la fortuna de relojes Bulova.  Pero mi mamá dejo una posible vida de lujo para casarse con un tipo dedicado al derrocamiento de la clase capitalista. 

Después de casarse, ellos vivieron por un tiempo en Brooklyn.  Después el Partido Comunista los mando a Buffalo, NY, a organizar en las fábricas.  Eran tiempos dificiles; yo recuerdo comer mucho queso que el ejército donaba.  También recuerdo que tenían muchos amigos en Buffalo, entre ellos Morty y Phyllis Scheer, Helen y Teddy Schwartz, Paul y Jo Sporn, y muchos más, pero los recuerdo mas a ellos porque yo era amigo de sus hijos.  Mis padres fueron amigos de estas tres parejas toda su vida y, como ustedes saben, mi papa formo el PLP con ellos. 

A mi mamá le encantaba que la gente la visitara.  Siempre estaba cocinando.  Era una gran cocinera y le gustaba preparar platillos para sus amigos.  Siempre preparaba tremendas comilonas durante las fiestas, la casa se llenaba de amigos y parientes.  Cuando era joven, su familia era muy pobre y a veces sufrían de hambre.  Yo creo que esta es la razón por la que le gustaba cocinar sus comidas deliciosas.  Era muy hospitalaria.  Y siempre había alguien que se quedaba en nuestra casa.

Mi mamá viene de una familia muy pobre.  Su padre era un farmacéutico que regalaba la medicina a la gente pobre.  Tuvo una hermana y dos hermanos. Sus recuerdos mas queridos eran de cuando la familia iba a la playa Rockaway en la primavera, cuando aun estaba desierta, y se quedaban hasta el verano en una casita rentada (más bien era como una chocita dilapidada).

Después cuando mis padres regresaron a Buffalo NY (yo tenia cinco años y una hermana infante), no teníamos donde quedarnos así que nos fuimos a la Playa Rockaway y rentaron una casita barata.  Regresar a Rockaway tenía un alto valor sentimental para ella por los recuerdos de su niñez.  Creo que le gustaba la soledad del lugar y la camaradería que sentía con los amigos que también rentaban ahí.

Fue difícil porque no había mucha gente en la primavera, y papá estaba muchas veces ausente, organizando el PLP. Pero mi mamá aguantaba y mantenía a mi papa mientras el construía el Partido.  Regresamos a  Rockaway por ocho años. Recuerdo que mucha gente se quedaba con nosotros, mi mamá siempre cocinaba y apoyaba a quienes visitaban y participaban de las reuniones que organizaba mi papá. 

A mi mamá le encantaba la Costa Atlántica.  Ella creció cerca del agua, y después mis padres vacacionaban con sus amigos en Montauk.  Cuando ella me visitaba en L.A., siempre me decía cuanto le gustaba la costa del Atlántico porque las playas eran mas anchas y el paisaje estaba lleno de dunas, etc. 

Poca gente sabia que mi mamá trato de estudiar para físico/matemático en la universidad Brooklyn a principios de los 1940.  No había muchas mujeres que escogieran esa carrera en esa época, creo que ella fue la primera mujer en escoger esa carrera en la universidad de Brooklyn, desafortunadamente su mamá le pidió que dejara los estudios para trabajar. 

Por muchos años trabajo en una tienda de ropa de mujer en Manhattan y también le encantaba comprar sobreros.  Cuando mi hermana y yo crecimos, ella regreso a la universidad, obtuvo una licenciatura en Historia del Arte de la universidad de Brooklyn y una maestría en Biblioteconomía del Instituto Pratt. Trabajó como bibliotecaria en la Biblioteca Pública de Brooklyn en donde tuvo muchos amigos.

Fue una madre muy amorosa, siempre ayudando con los problemas de la escuela.  Yo me metía en muchos problemas pero siempre estuvo de mi lado.  Cuando Sam Scheer y yo fuimos atropellados en Cape Cod, Mass. Ella era la que nos consolaba en el avión que nos llevo de regreso a NYC.  Estuvimos en el hospital por cinco meses, y ella viajaba todos los días desde Brooklyn al hospital presbiteriano de Columbia.   

Mi mama fue una gran persona.  Era inteligente, buena y solidaria en las luchas por construir un mundo en donde toda la gente fuera tratada con dignidad y respeto.  También le gustaba el arte y era una experta en crucigramas, excepto cuando se trataba de deportes…las únicas respuestas que yo sabia. 

Le encantaba llevarnos al museo (aunque a veces mi papá y yo le molestábamos sobre el arte moderno).  A ella le gustaba Picasso, por sus ideas izquierdistas.  Tenía un gran sentido del humor y le encantaban las viejas películas italianas como “El Ladrón de Bicicletas” y también las películas cómicas italianas.  También fue una abuela cuidadosa de mi hija y los hijos de mi hermana.  Me alegra que haya podido estar cerca de mi hermana por tanto tiempo. 

Fue muy triste para mí ver como se deterioraba su mente.  Las enfermedades que proliferan en esta sociedad son horribles.  Nos fuerza a ver a nuestros seres queridos morir de enfermedades que pueden ser curables o por lo menos ofrecernos una manera mas humana de lidiar con ellas, si tuviéramos una sociedad que en verdad le importara la gente y no las ganancias.  

Siempre recordare a mi mamá como una persona generosa, buena y solidaria.  Nuevamente, Gracias al Partido por toda su ayuda.   

Lena Minkovskaya Caref nació el 10 de octubre de 1925 en Gómel, Bielorrusia, Unión Soviética.  Se consideraba estalinista, pues siempre decía, “Durante mi niñez no había crimen, las escuelas eran gratuitas y había servicio de salud y transporte gratis, la comida era barata y la gente era feliz aun si tenían que trabajar duro para cubrir sus necesidades”.  Fue una ferviente comunista toda su vida. 

A la edad de 11 años, perdió a su madre y ayudó a su padre a cuidar de sus hermanos pequeños.  A los 15 años se unió a la defensa contra la invasión fascista alemana apoyada por el occidente.  Trabajo como ayudante de soldador en un oleoducto en Georgia y después trabajó en una fábrica de granadas en Bielorrusia.  Después de la guerra, ella y su esposo Jacob, salieron de la Unión Soviética hacia Polonia, en donde se enteraron que toda su familia había sido asesinada por los nazis, casi todos en los hornos de gas en Auschwitz.   Dejando su querida Unión Soviética ella y Jacob llegaron a un campo de desplazados en Maktredwitz, Alemania donde nació su primer hijo. 

Lena llego a Chicago en marzo de 1949 después de tratar de salir de Alemania en varias ocasiones –el gobierno de Estados Unidos limitaba la migración de judíos hasta que la presión mundial los forzó a cambiar.  Lena trabajo de operador de máquinas en Bell y Howell y fue enfermera en hospitales y casas para ancianos.  Se unió y luchó en muchas protestas contra la guerra de VietNam y contra el racismo.

Fue una amorosa abuela, tuvo cuatro hijos, diez nietos, y trece bisnietos.